Papel de la alimentación en la sostenibilidad económica y global en cebo de corderos

Una recopilación de 717 ensayos de cebo durante 25 años, realizados en 85 ganaderías y con 29 empresas diferentes de alimentación, muestra los pesos medios por ganadería, las ganancias medias diarias con diferencias notables por los distintos fenotipos y los índices de conversión.

Unos de los aspectos más importantes es la gran variabilidad que existe entre las ganaderías. Existen determinados factores que influyen en el cebo de corderos que determinan los resultados y que están sujetos a factores ambientales, de manejo y otros. Incluso aunque sean explotaciones muy eficientes, existe una gran variabilidad. En ocasiones, se toman decisiones en base a pruebas, que deberían tener un mayor rigor. Las pruebas siempre van a ser importantes para la monitorización de la granja, pero para tomar decisiones debe haber resultados en matadero y una repetibilidad. El estudio muestra diferencias significativas entre grupos de edades, razas, sexos, estaciones del año, ganaderos, empresas…

Otro aspecto es observar la evolución de los índices técnicos, generando una serie de ecuaciones para poder calcular el índice de conversión tomando una serie de datos, como son los kilos repuestos, la media de los pesos, el consumo diario… El problema de las pruebas es que medir el consumo, suele requerir tener dispositivos electrónicos o una alta carga de trabajo.

Todos estos aspectos influyen en la sostenibilidad económica, ya que parte de esta son los índices técnicos de cebo.

El sistema Granja Circular de Nanta sirve para la evaluación, medición y certificación de granjas desde el punto de vista de la sostenibilidad. Se califica la granja mediante unos parámetros técnico-económicos para la sostenibilidad económica, midiendo la sostenibilidad medioambiental a través del cálculo de emisiones (nitrógeno, fósforo, metano, carbono y gestión de estiércol) con el impacto del balance alimentario, y por último se mide la sostenibilidad social y el bienestar animal.

La granja es calificada como A si cumple los cuatro requisitos, es B si cumple el económico y es C si no cumple el económico. En este modelo, la sostenibilidad económica es primordial.

Una vez que se tiene calificada la granja, se observa la implantación de determinadas buenas prácticas, (alrededor de 60) que se dividen en un decálogo: nutrición, sanidad, bienestar, zootecnia, ambiental, bioseguridad, residuos, economía circular, mano de obra y gestión y registros. Se obtiene un perfil de la granja cuantificable, por lo que es susceptible de mejorar.

Este estudio nos permite conocer, en un total de 19 auditorías con 144.643 animales implicados, los resultados de emisiones por plaza ocupada y año. Se trata de balance alimentario y no el cálculo total. Además, permite tener datos de referencia para otras granjas que se puedan evaluar en el futuro.

El 68% de las explotaciones obtuvo la calificación A, por lo que el cebo de corderos tiene un alto grado de sostenibilidad, especialmente en el caso de la sostenibilidad social, a pesar de la dificultad para encontrar mano de obra.

Las buenas prácticas del decálogo de sostenibilidad también se cumplen alrededor del 60%. De forma particular, en economía circular y bioseguridad, es necesario seguir avanzando.

La huella ambiental de la producción de carne se produce principalmente por el impacto del pienso consumido y se encuentra entre un 50% y un 90%, según las especies. Se comienza calculando la huella ambiental de las materias primas, de la fabricación, del transporte, de la producción de carne y de leche y de la llegada a la distribución.

Los piensos Vitacor Life de Nanta ya disponen de la Declaración Ambiental de Producto (DAP) certificada por una entidad independiente. La gama ha sido desarrollada utilizando la metodología de Análisis de Ciclo de Vida y los impactos reportados están considerados por kilo de pienso.

Por lo tanto, la alimentación es pieza clave en la sostenibilidad económica y global. Las instalaciones y el manejo tienen una gran influencia en la alimentación. A nivel de cebaderos, existe un alto nivel de sostenibilidad global.

Zinc, manganeso y cobre tienen un alto impacto en la fertilidad, la salud de la ubre, la resistencia al estrés, la generación de enzimas, la utilización de vitaminas… Por lo tanto, están muy relacionados con aspectos sanitarios y metabólicos de los animales.

Existen diferencias entre los minerales inorgánicos, que tienen un enlace iónico (conexión débil e inestable), y los orgánicos, que tienen un enlace covalente que limita la disociación. Además, hay un tercer tipo, los hidroximinerales, con un enlace covalente más fuerte al estar unido a un hidroxilo y se disocian a niveles de pH por debajo de 4.

Se trata de una novedad en pequeños rumiantes, especialmente en el caso del cebo de corderos.

Se demostró que las fuentes de sulfato de los minerales traza son significativamente más solubles en el rumen de los bovinos que los minerales traza hidroxilados. Tiene importancia desde el punto de vista del escenario actual de reducción de antibióticos, de interés por la salud intestinal y de la reducción de emisiones de sustancias al medio ambiente a través de las heces de los animales.

La eficiencia en la captación de estos elementos es mayor cuando se administra en dosis más bajas. Además, las excreciones por las heces también son mucho menores.

Cuando los minerales inorgánicos se disocian, tienen efecto antimicrobiano, lo que le proporciona una alta importancia a la salud y la eficiencia en el rumen y el intestino, ya que puede eliminar flora intestinal positiva. En este estado disociado, también pueden unirse a otras sustancias y formar complejos insolubles. Si se elimina la flora beneficiosa, se puede producir el síndrome del intestino poroso, que favorece el paso de sustancias toxinas del intestino al torrente circulatorio.

Además, hay estudios que certifican un 25% más de longitud de las microvellosidades intestinales con el uso de hidroximinerales.

En un experimento realizado en corderos, el zinc se acumula 5 veces más en la panza con las fuentes inorgánicas y el manganeso se acumula 35 veces más. En definitiva, hay más eficiencia, biodisponibilidad, digestibilidad, solubilidad y estabilidad.

Por lo tanto, las fuentes de hidroximinerales tiene una serie de ventajas:

• La estabilidad de nutrientes importantes en el pienso, como los probióticos y las vitaminas A y E.
• La función del rumen y la digestibilidad de la fibra y los nutrientes.
• La biodisponibilidad.
• El cumplimiento medioambiental también puede ser significativamente diferente entre las fuentes.

La alimentación mineral tiene que correlacionar la nutrición con un nivel de tolerancia. Cuando hay un exceso o un defecto, se puede producir un deterioro de la salud. Es imprescindible contar con fuentes animales de alta calidad.

Enlace al vídeo en nuestro canal de Youtube