Soluciones para superar la limitación de la mano de obra en las explotaciones de ovino
José Antonio Requejo
El problema actual de la mano de obra ya tuvo una experiencia parecida en el pasado. Alrededor del año 2003, también se produjo una bonanza económica y la mano de obra se iba a otros sectores, algo que se corrigió con la crisis económica de 2008. Sin embargo, en la actualidad llevamos unos años de problema con la mano de obra.
La solución de la mano de obra en el sector ovino pasa por mejorar condiciones de los trabajadores: salarios, horarios… Donde había un trabajador, quizás ahora tiene que haber dos. No es un problema exclusivo de la ganadería, sino que se reproduce en otros sectores en los que hay dependencia de la mano de obra externa. Está ocurriendo una transición de la forma de relacionarse el trabajador con la empresa, pasando de un modelo de autónomos a un modelo asalariado. En el largo plazo se tendrán estructuras más fuertes, pero se crean distorsiones en el corto plazo porque cada persona trabajará menos horas.
La capacidad de adaptación y la competitividad del sector ganadero es muy grande. Al final, los ganaderos que sean capaces de poner en el mercado una leche más barata, serán capaces de subsistir.
Respecto a las soluciones, en la crisis de 2003 se tomó la solución de poner estructuras más fuertes para trabajar a turnos. Además, se dio una dignidad al trabajo, con vestuarios, lavandería, ropa de trabajo, zonas de comida… También se incorporó a las mujeres a la actividad de ordeño. En la actualidad, no es suficiente con esas soluciones. Se deben hacer estructuras más grandes y todo pasa por mejorar salarios y condiciones de trabajo. Cuando ya no haya problemas de mano de obra, será el momento en el que sepamos que se ha llegado al nivel adecuado de salarios y condiciones de trabajo.
Se debe cuidar la mano de obra en las explotaciones de ordeño, porque unos trabajadores que no funcionan correctamente pueden suponer importantes pérdidas de producción. También es importante una buena formación.
Luis Bravo
La mano de obra es un problema que tienen las ganaderías de ovino de leche. En el caso concreto de Granja Torreanaya, ha supuesto un factor limitante desde hace mucho tiempo. Se trata de un tema muy complejo en el que intervienen muchos factores. Desde el comienzo de la granja, nos dimos cuenta de que competíamos con otro tipo de granjas más tradicionales, de las que van quedando pocas en la actualidad, en la que la mano de obra familiar no se contabilizaba como mano de obra y las personas trabajaban todos los días del año. Afortunadamente, esas circunstancias han cambiado.
Al comienzo de nuestra explotación, la mano de obra trabajaba con horario partido. En Granja Torreanaya hemos realizado modificaciones, por las que todos los trabajadores están con jornada continua y dos días libres a la semana.
Hay tres aspectos fundamentales que afectan directamente al problema de la mano de obra en la ganadería. Uno de ellos es la percepción que tiene la mayor parte de la sociedad en España de que el trabajo con la ganadería es despectivo, prácticamente para personas de segunda categoría… Otro aspecto es que aparentemente hay tres millones de parados en este país, pero no hay demanda por trabajar en el sector primario. Por último, las granjas de ordeño necesitan actividad durante todos los días de la semana y hay reticencias para trabajar los fines de semana. Esas reticencias se vencen con un mayor salario.
Pepe Mateu – Dehesa Dos Hermanas (intervención desde el público)
Nuestra granja tiene en la actualidad un total de 115 empleados, por lo que la mano de obra tiene una gran magnitud. Creo que es un problema, pero en nuestro caso el 85% de la mano de obra es de los pueblos de la zona de la explotación. Para conseguirlo, hay que seducirles. Lo fundamental es que tengan unas instalaciones dignas para el trabajador, con zonas de ducha, vestuarios, zona de cocina… Además, los trabajadores se tienen que sentir identificados con el resultado de la empresa, por lo que el empleado tiene que ser un socio más. Por lo tanto, creo que debe participar de los beneficios, por lo que se trata de un incentivo más. Además, se debe introducir la tecnología para incorporar personal cualificado. Por otro lado, se debe tener unos turnos de trabajo que permitan la conciliación de la vida laboral y familiar. Tener personas de la zona permite tener un mayor arraigo, por lo que se pueden formar de manera adecuada para trabajar en la explotación.
José Antonio Requejo
Un aspecto fundamental es el volumen de producción. Desde el exterior, se acuña el concepto ‘macrogranja’ de forma despectiva, pero es necesario diseñar una granja con el volumen suficiente y estructuras adecuadas para poder cumplir la legislación laboral de este país.
Dentro de la transición que se está viviendo del autónomo al personal asalariado, está el aspecto de los fines de semana. Hay muchos sectores que también trabajan el fin de semana, pero en todos ellos se compensa con mejores condiciones de trabajo, ya que nadie quiere trabajar un domingo al mismo precio. Pero si se dobla el sueldo y se dan dos días libres, quizás sí va a querer trabajar.
Es cierto que la sociedad ve a la ganadería de una forma despectiva, pero lo cierto es que los propios alumnos de veterinaria se sorprenden de la tecnificación que tienen las explotaciones de ovino de leche en la actualidad, por lo que hay que conocerlo.
Luis Bravo
Tenemos empleados nacionales y foráneos de muchos países. Es verdad que algunos trabajadores de otros países están de paso, por lo que quieren ganar dinero y se marchan. Pero no creo que sea un freno. Que haya mano de obra foránea ha sido la salvación de nuestra explotación, porque no hubiéramos encontrado trabajadores en algunos momentos.
José Antonio Requejo
Estoy de acuerdo con la intervención de Luis y creo que no tiene importancia si los trabajadores son españoles o de otros países.
Enrique Ortega (intervención desde el público)
Desde mi experiencia, en viajes que ha realizado a Francia o a Países Bajos, el grado de automatización de las granjas es bastante más avanzado que en España. Hay granjas de caprino que pueden llevar entre tres personas, con elementos de tecnificación como robots de alimentación. Es cierto que hay un problema con la mano de obra, pero hay herramientas que no hemos llegado a implementar, para lo que hace falta tener un buen precio por el litro de la leche de cabra para poder acometer esas inversiones.
Luis Bravo
No estoy de acuerdo en lo de una menor tecnificación. Me he movido por la mayoría de los países del mundo que tienen un sector significativo de pequeños rumiantes de ordeño… y no he encontrado granjas como las que hay en España en ninguna parte del mundo. Puede haber casos de granjas muy tecnificadas, pero la media de la tecnificación de las explotaciones españolas no se encuentra en otros sitios.
José Antonio Requejo
El nivel de tecnificación de las granjas españolas es muy alto. Cuando las grandes multinacionales quieren mostrar a pie de granja algunos de sus productos, acuden a las granjas españolas. Es cierto que las granjas caprinas en Países Bajos tienen un modelo cerrado y muy determinado, pero quizás está demasiado encorsetado. El modelo holandés se vende muy bien en otros países, pero no tiene el nivel de tecnificación que hay en España.
Luis Bravo
Se debe tener en cuenta que tenemos que trabajar con las condiciones de legislación que se tienen en Europa, mientras que se compite con otros países cercanos geográficamente que tienen una legislación laboral y un coste totalmente diferente. Las condiciones cambian mucho en función de la parte del mundo.
José Antonio Requejo
Otro factor importante en Europa es que el sistema laboral es un poco cerrado por la legislación. En Estados Unidos se paga mucho más por hora, pero hay más variabilidad en las horas que trabaja cada persona a la semana en función de sus propias circunstancias.
Antonio González – Ecuphar (intervención desde el público)
Las condiciones de trabajo son muy importantes, pero es vital tener en cuenta que la ganadería es un trabajo muy vocacional. Por esa razón, en algunos casos puede ocurrir que los trabajadores quieran hacer las labores a su manera, sin tener en cuenta las directrices de la empresa. Se invierte poco en recursos humanos y en detectar los trabajadores vocacionales para poner en valor el trabajo en el campo, que para algunas personas es muy satisfactorio.
José Antonio Requejo
La vocación es muy importante en determinados trabajos dentro de la explotación, como es el caso de las personas que trabajan con corderos en la nodriza, ya que deben tener una sensibilidad especial.
Sebastián Martín – Oviverso (intervención desde el público)
Me gustaría incorporar en este debate el aspecto de la gestión emocional. Es cierto que hay aspectos vitales para mejorar el problema de la mano de obra como las mejores condiciones de trabajo, la vocación, hacer partícipes a la mano de obra del proyecto… pero todo ello pasa por conseguir que la sociedad entienda que el entorno laboral ganadero es atractivo para las personas que les gusta el mundo rural. Debemos hacer autocrítica y saber si los trabajadores de las empresas ganaderas tienen sus necesidades cubiertas. Así, conseguiremos que la mano de obra sean nuestros mejores embajadores para la sociedad. Lograr que estén orgullosos de su trabajo marcará nuestro futuro.
Luis Bravo
Es cierto que nuestros trabajadores pueden ser nuestros mejores embajadores, pero en realidad los ganaderos no podemos hacer nada para cambiar la percepción negativa que tiene la sociedad, en los medios de comunicación y sobre todo en las redes sociales, por el hecho de que los ganaderos nos dedicamos a criar animales o producir leche.
Gustavo González – Nanta (intervención desde el público)
El sector debe hacer autocrítica, porque incluso los veterinarios están en vías de extinción. Algo se está haciendo mal desde el sector cuando no se encuentran veterinarios para trabajar con ganado. Se ha evolucionado de una forma muy importante en el sector en los últimos años, con grandes inversiones y con mejores condiciones laborales, pero existe un problema social con la influencia de los animalistas. Hace más daño una imagen aislada que la realidad del sector. Creo que la ganadería debe estar lo más cerca posible de la sociedad y de los consumidores. Nos debemos preguntar por qué no existen asignaturas en el colegio que expliquen nuestra realidad. Se deben dar muchos más pasos para orientarnos hacia la sociedad.
Luis Bravo
En la población, a través de las redes sociales, está calando la ideología animalista, que no tiene que ver con el ecologismo, incluso entre los propios alumnos de veterinaria que visitan nuestras granjas. Los ganaderos no sabemos cómo luchar ante esa situación.
José Antonio Requejo
Plantearse iniciar un proyecto empresarial de producción de leche tiene el problema de que las condiciones de la sociedad van cambiando a lo largo del tiempo.
Santos Llamas (intervención desde el público)
Me gustaría saber si se ha realizado algún estudio del número de empleados que se necesita en una explotación para que los trabajadores puedan trabajar a turnos y tener descansos de una forma adecuada.
José Antonio Requejo
Según se han ido tecnificando las explotaciones, para poder hacer turnos se necesitaban unas 13 personas. En la actualidad se está ya en 17 personas. Anteriormente se amortizaban las granjas con 100.000 o 120.000 litros por empleado, pero ahora ya se está en 150.000 litros. En una explotación de 5 empleados, es totalmente inviable hacer turnos, aunque puede ser económicamente rentable.
Alberto Maigler – De Heus (intervención desde el público)
Nuestra empresa está trabajando, a través de una página web, en enseñar a los niños desde el principio cómo funciona la ganadería y las ventajas de la ganadería. Tenemos que comunicar a la sociedad cómo se hacen las cosas en el sector primario.
Felipe Blanco (intervención desde el público)
Como veterinario y alcalde de un pueblo de la Tierra de Campos zamorana, me gustaría saber si las ganaderías logran fijar población en la ubicación rural en la que está la granja de una forma continua o es una solución de viabilidad de la explotación con personas que viven en otras ubicaciones más urbanas.
Luis Bravo
En nuestro caso, Granja Torreanaya se encuentra a 15 kilómetros de Segovia y sería muy fácil que los trabajadores vivieran casi todos en la capital, pero la mayor parte se encuentra viviendo en el pueblo (Anaya) o en los alrededores. Para los pueblos pequeños, las granjas son fundamentales para fijar población.
José Antonio Requejo
Claramente, sí. Las explotaciones fijan población de una forma clara en el medio rural, pero debemos tener en cuenta que el ovino de leche es un sector pequeño que tampoco tiene tanta capacidad de fijar población, por lo que no va a ser una solución de los pueblos.