Conectando…
Jorge Gutiérrez1 y José Luis Blasco2
1 Técnico Veterinario de Pequeños Rumiantes de MSD Animal Health
2 Técnico Veterinario de Pequeños Rumiantes y Vacuno de Cebo de MSD Animal Health
Historia de la identificación electrónica
El primer registro de identificación de animales con crotales data del año 1799 en Reino Unido. Se aplicaron crotales de hojalata a un rebaño de ovejas Merinas, propiedad del rey Jorge III. A finales del siglo XIX, los crotales comenzaron a ser de níquel y a finales de la década de 1940, comenzaron los crotales de plástico de una sola pieza. Fue solo hacia 1950 cuando llegaron los crotales de dos piezas como los que usamos en la actualidad (macho y hembra del crotal).
La identificación animal lo que persigue y permite es la identificación permanente e individualizada de cada animal para poder posteriormente registrar datos de esos animales y tener un historial productivo, reproductivo etc., de cada animal que nos permita tomar decisiones en nuestro rebaño que nos permitan mejorar la productividad, la eficiencia, la rentabilidad y el bienestar animal.
Esa identificación debe mantenerse fija durante toda la vida del animal para no perder la trazabilidad. Por ello, además de utilizar el crotal como sistema de identificación visual, se instauró en algunos casos la identificación con tatuaje como método complementario para asegurar la identificación del animal en caso de pérdida del crotal.
Este tatuaje, que se hacía mediante unas pinzas y tinta, se usaba principalmente por las asociaciones de razas puras de ovino, puesto que para la genealogía de los animales era muy importante que no se perdiera la identificación del animal. También se utilizaban crotales y collares para una identificación rápida.
Los comienzos de la identificación electrónica (IDE) en los animales tuvo lugar a finales de los años 1980. En España una de las granjas pioneras en el uso de la IDE como herramienta para la gestión del rebaño fue el centro de recría de ganado vacuno, Rancho Las Nieves, donde usaba dicha identificación para facilitar el registro informatizado de toda la información de cada animal (vacunaciones, peso, tratamientos, enfermedades etc..). Con el avance en el desarrollo de la IDE, en 1996 se publicó la norma ISO 11784/11785 para la identificación de animales mediante RFID y establecer los estándares que deben cumplir los identificadores electrónicos. A finales de los años noventa se puso en marcha en España el proyecto IDEA (Identificación Electrónica Animal) que se desarrolló entre los años 1998-2000, durante el que se probaron los bolos y crotales electrónicos para testar la IDE en ovino.
La base del proyecto IDEA era aplicar los dispositivos de IDE en las ovejas y confirmar la permanencia de los bolos ruminales y los crotales electrónicos en los animales. Para ello se realizaban lecturas de los dispositivos con antenas de lectura en mangas de manejo para comprobar que los identificadores permanecían en los animales. En aquellos años se cuestionaba el balance coste - beneficio que podría suponer la IDE en ovino en España. Sin embargo, con el paso de los años, la instauración de la IDE obligatoria en España nos ha traído innumerables ventajas, por lo que a día de hoy creo que no tenemos ninguna duda de los beneficios que nos ha aportado la IDE y cómo estos son muy superiores a los costes.
Tras el proyecto IDEA, que demostró que la IDE en ovino funcionaba y aportaba oportunidades y beneficios al sector, en julio de 2005 se publicó el RD 947/2005 por el que todos los ovinos que se dejaran para reposición tenían que identificarse con el bolo electrónico ruminal y el crotal visual. Unos años después, en 2013 se actualizó la normativa para permitir usar además del bolo ruminal, los crotales y las pulseras electrónicas en pequeños rumiantes.
Además, en otros países se ha dado otros usos a la IDE, como puede ser la identificación permanente de los animales para las campañas de erradicación de enfermedades. Así, por ejemplo, en 2007 se introdujo el uso de la IDE junto al muestreo de tejido (TSU) para la erradicación de enfermedades, ya que este sistema permite tomar una muestra del animal a la par que se le identifica electrónicamente al animal, lo que se asegura la trazabilidad de los animales y la toma de decisiones tras el análisis laboratorial. Además, este tipo de sistemas TSU asociado al crotalado facilita y da mayor fiabilidad al análisis genómico de los animales, ya que permite tomar la muestra e identificar el animal en un solo manejo.
Para los sistemas de trazabilidad que se trabajan en la actualidad ‘De la granja a la mesa’, todo empieza y acaba con la identificación de los animales y para ello la IDE permite tomar datos de manera automática con lectores y antenas de lectura que permiten el ahorro de tiempo, la informatización de los datos y evitando muchos errores al no tener que pasar los datos del papel al ordenador.
El año pasado se publicó el RD 787/2023, que refundió la normativa de identificación todas las especies animales que se crían en cautividad en España, con un marco normativo nacional que regula la identificación electrónica. En el caso del ovino, el único cambio es que los corderos que se muevan entre dos cebaderos deberán llevar identificación electrónica. También ha cambiado el sistema de codificación de los identificadores, con 724 como código de España, 24 como código del ovino, el código de la comunidad autónoma y los ocho dígitos relativos al animal.
La revolución de la identificación electrónica
Tras estos años trabajando con la IDE se han desarrollado dispositivos que permiten usar esta tecnología reduciendo en gran medida la necesidad de la tradicional toma de datos a mano (bolígrafo y cuaderno). Por lo tanto, la identificación electrónica ha supuesto una revolución en el sector, sumada a la llegada de internet a la granja, nos permite el envío de estos datos recogidos con los lectores de manera automática y en tiempo real.
Con la evolución de la IDE, también han evolucionado los lectores de IDE, al igual que han evolucionado los teléfonos móviles. Así, en Allflex, hemos desarrollado distintos lectores de bastón, con más o menos capacidad de almacenamiento y batería, o lectores de mano, que se adaptan a todo tipo de rebaños y necesidades de los usuarios (ganaderos, controladores lecheros, técnicos, etc.)
El lector de IDE es un dispositivo que lee el chip de IDE y captura la información que nos interese del crotal. El lector dispone de un programa que permite la descarga de los datos en el ordenador. Además, puede contar con una pantalla digital para visualizar el nº del identificador y nos permite añadir y visualizar otro tipo de información del animal que queramos asociar a dicho IDE (partos, litros de leche, corderos vendidos, valor genético etc.). Este sistema nos permite acceder a la información rápidamente sin tener que consultar en listados de papel los datos del animal. Simplemente leyendo el bolo o el crotal electrónico, el lector nos mostrará los datos relevantes del animal lo que nos facilitará la toma de decisiones.
Otro valor añadido de los lectores de Allflex es que pueden crear las alertas en los animales que deseemos. Por ejemplo, se pueden introducir alertas en los animales con recuento de células somáticas elevado, en los animales que llevan más de un año sin parir, o podemos marcar: ovejas seleccionadas para desvieje, vacías en la ecografía anterior, oveja para dejar cordera. Estas alertas se muestran con una vibración y un sonido de alarma cuando pasemos el crotal por alguno de los animales con alerta.
En este avance de la tecnología y la digitalización también nos ha llegado a los veterinarios. Hemos visto como una herramienta que usamos en el día a día, como es la receta veterinaria, ha pasado del talonario en papel a la receta electrónica. En este campo la IDE también puede ser una herramienta de gran ayuda.
Y es que ante la oportunidad de conexión que nos ofrece internet, Allflex ha desarrollado una nueva conexión entre ganaderos, técnicos y agrupaciones del sector. Esta nueva herramienta es Allflex Connect. Se trata de una App, que puede descargarse de forma gratuita para comunicar los lectores de Allflex r vía Bluetooth con nuestro teléfono móvil. De forma que a través de Allflex Connect tras leer el IDE con el lector, recibiremos el nº de identificación electrónica del animal en el móvil a través de la App y podremos bien hacer un listado o registrar los datos que deseemos a cada animal, utilizando campos de datos personalizados, para crear instantáneamente distintos listados a la carta.
La principal ventaja de la aplicación consiste en el envío inmediato de estos listados entre el ganadero y el veterinario o dentro del equipo veterinario; y que la lectura electrónica minimiza el riesgo de errores a la hora de registrar el identificador. Así podemos realizar un listado con los animales a tratar y asociarlo a la receta electrónica, para solicitar una guía a la unidad veterinaria, para la exportación de animales, para facilitar la gestión sanitaria y/o reproductiva, etc.
Además, el lector y la App guardan y envían la geolocalización donde se ha realizado la toma de datos por lo que podemos guardar nuestras visitas, actos clínicos, etc. Lo que aporta seguridad al veterinario a la hora de justificar su presencia en una granja y el diagnóstico realizado.
Para más información sobre Allflex Connect y los lectores está el equipo de MSD a vuestra disposición.