La asociación de raza Merina destaca las ventajas y singularidades de su producción de lana
La raza Merina es una oveja que se crió por primera vez en España y está adaptada a vivir en condiciones semiáridas. La raza se ha exportado y aceptado en muchos países del mundo, debido a su gran utilidad. Ya que la raza merina es la mejor y la más excepcional en cuanto a la producción de lana. Sin embargo, con el tiempo, también se está haciendo popular por su carne y su leche. Por ello, desde Raza Merina, te contamos los principales productos que se pueden sacar de esta oveja, ya que, para muchos todavía son desconocidos, según señala la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Merino.
A diferencia de los sintéticos que se producen industrialmente a partir de energía fósil no renovable, se puede afirmar que este tipo de lana es totalmente natural y renovable. Sale de unas fibras naturales que las ovejas merinas cultivan en su vello durante todo el año y que consumen una mezcla simple de ingredientes naturales que incluyen luz solar, agua, aire fresco y pasto. Cada año, estas ovejas producen nuevo vello, lo que convierte a la lana en una fibra completamente renovable.
Es la fibra animal más antigua conocida y está compuesta de una proteína natural llamada queratina, la misma proteína que se encuentra en el cabello humano, con una pequeña cantidad de calcio, sodio y grasa. La superficie de cada fibra está cubierta de escamas, que son importantes para hacer fieltros y telas de lana tradicionales.
Por otro lado, la lana merina, junto con la alpaca y la cachemira, tiene una estructura de escala única, con diferentes patrones según el animal del que provienen. Las fibras celulósicas (algodón, seda y lino) y las fibras sintéticas como el poliéster no tienen estas escalas únicas. Estas escalas son importantes para la protección, para el comportamiento del fieltro y del manejo de productos terminados como prendas de vestir. También proporcionan una superficie natural resistente al agua. Además, la lana merina puede ser más suave que la cachemira y más suave que la seda.
En resumen, las ventajas de este tipo de lana es que son naturales, renovables y fáciles de mantener. Ya que son producidos por un organismo vivo, y por ello, crecen espontáneamente, sin necesidad de intervención humana.