Alumnos de la Universidad de Zaragoza acompañan en la trashumancia a Merina de los Montes Universales
Los pastores trashumantes de la raza Merina variedad Montes Universales de la Sierra de Albarracín han comenzado a trasladar sus rebaños a Sierra Morena, como otros años por estas fechas. El día 1 comenzaron la vereda los hermanos Martínez González y los hermanos Soriano, que llevan a cabo, desde hace diez años, un proyecto en colaboración con la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza a través del cual varios estudiantes y dos profesores, que se intercambian cada semana, viven la experiencia trashumante en primera persona acompañando a los rebaños y a sus pastores, pudiendo comprobar los beneficios medioambientales de esta práctica, así como la dureza del camino, al estar expuestos a las inclemencias meteorológicas, según recoge Feagas.
“Es una actividad docente fantástica porque los estudiantes entienden de primera mano lo que es una actividad de ganadería extensiva y lo que es la trashumancia”, comenta Delia Lacasta Lozano, profesora titular de Patología Animal y presidenta del Colegio Europeo de Pequeños Rumiantes.
Francisco Saura, profesor, veterinario y coordinador de la actividad, cree que es muy importante que los estudiantes de Veterinaria, los futuros profesionales de la sanidad animal, conozcan este tipo de sistema productivo. “Que conozcan lo que es el extensivo, lo que es la trashumancia, y sean conscientes de que existen otros tipos de sistemas de producción, en este caso para la producción de carne de cordero, diferentes a los sistemas más convencionales, como el intensivo”, comenta, destacando que la mayoría de los alumnos son ajenos a la vida del campo porque residen en las ciudades. “Aparte de conocer este modo de vida, creemos que es muy importante comentarles a lo largo de la vereda todos los beneficios medioambientales, sociales, económicos y sostenibles que tiene la trashumancia como tal, y como coordinadores del proyecto consideramos que lo mejor es que lo vivan”, afirma.
Ismael Martínez, pastor de Merina de los Montes Universales que participa en el proyecto con la Universidad de Zaragoza, recalca que esta variedad tiene mucho que ver con la trashumancia porque la Merina de los Montes Universales se adapta muy bien a la climatología, ya que los animales aguantan muy bien la nieve de la alta montaña y resisten su paso por la cañada conquense con condiciones adversas.
Por su parte, Pedro Cordero, director general de Nanta, considera que la trashumancia es una tradición que hay que conservar. “La presencia de todo tipo de personas en la vereda aporta mucho a una actividad como esta. Me gusta venir porque vuelvo a contactar con el día a día del campo, con la realidad del campo, que no es lo que pensamos en las ciudades”.