Una investigación arqueológica halla evidencias de trashumancia ovina hace 7.500 años en Aragón
La prestigiosa revista Plos One ha publicado una importante investigación del equipo de arqueólogos e investigadores que trabajan en la cueva de Els Trocs, situada a más de 1500 m de altitud, en la localidad de San Feliu de Veri/Bisaurri (Huesca), y dirigidos por Manuel Rojo Guerra, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Valladolid y José Ignacio Royo Guillén, técnico arqueólogo del Gobierno de Aragón.
Aunque el fenómeno de la trashumancia es un fenómeno económico y social propio de la Edad Media, se puede decir que la esencia del mismo, que es ese movimiento altitudinal de los rebaños desde el valle o las tierras bajas del Ebro en este caso, a los pastos de verano de las zonas montañosas, fue practicado, hace ya 7.500 años, por los primeros pastores que se adentraron con sus animales domésticos en el Pirineo Axial en la Alta Ribagorza oscense.
Los resultados son contundentes ya que, a través del estudio de las pautas de sacrificio de los restos de ovinos acumulados en la cueva, a lo largo de los más de 2.000 años que estuvo ocupada de manera recurrente e intermitente (ocupaciones estacionales de finales de primavera y verano), se detecta una progresiva disminución de las muertes perinatales, un retraso en la edad de sacrificio de esta cabaña y, por tanto, la práctica de una gestión ganadera avanzada en la que el control creciente sobre la época de cría y la explotación de los pastos en altitud resultarían factores clave para aumentar el tamaño y la capacidad productiva de los rebaños.
Estamos, por tanto, ante la primera constatación científica de este tipo de explotación pecuaria en toda Europa en un momento muy temprano que el carbono 14 nos ha cifrado en unos 7.300 años aproximadamente.
Nos encontramos en lo que conocemos como los primeros momentos de la introducción de la economía de rendimientos diferidos (agricultura y ganadería) en la Península Ibérica. El hecho de que se haya confirmado este tipo de práctica pastoril tan específica y especializada en una fecha tan temprana (escasos 300 años desde la constancia más antigua de domesticación ganadera en la Península), permite aventurar que el Neolítico o los grupos neolíticos que aquí llegan, tras un largo periplo que comenzó en torno a 9.000 años en el Próximo Oriente, lo hacen con un gran desarrollo tecnológico y un bagaje cultural y humano de varios milenios y todo un continente recorrido. Por ello, la práctica de los movimientos estacionales y en altitud descubiertos en Trocs, formaría parte de ese acervo cultural inmaterial conocido en época histórica como trashumancia, que el tiempo va arrinconando inexorablemente y cuyo futuro en nuestro país es hoy más que incierto.