Las plantas tóxicas en el pasto pueden causar una mortalidad de hasta un 5% en ovino extensivo
La utilización de substancias extraídas de las plantas es común no solo en la terapéutica alopática, sino también en la práctica veterinaria convencional (atropina y digoxina). Sin embargo, la presencia en las plantas, o en partes de ellas, de determinados alcaloides, glicosídeos, oxalatos, minerales y compuestos fotosensibles, entre otros grupos de moléculas químicas, les confiere propiedades nocivas.
Hélder Quintas, del Instituto Politécnico de Bragança (Portugal), expuso en el último Congreso de la Sociedad Española de Ovinotecnia y Caprinotecnia (SEOC) los principales efectos tóxicos de las plantas en pequeños rumiantes, sus métodos de diagnóstico, medidas de control y prevención.
Los estudios sobre el impacto real económico de la ingestión de plantas tóxicas en la producción animal son escasos. Las publicaciones disponibles refieren tasas de mortalidad próximas al 5% en sistemas de explotación extensivas y pérdidas económicas en la industria de la carne superiores a las causadas por virus, bacterias y parásitos en su conjunto.
En este sentido, el ponente expuso los principales efectos de las plantas tóxicas en la producción animal:
- Muerte de animales.
- Disminución de los índices reproductivos (abortos, infertilidad, deformaciones fetales).
- Quiebras de producción (disminución de la produción de carne, leche o lana).
- Inmunodepresión y aumento de la sensibilidad a otras enfermedades.
- Costes de reposición de los animales.
- Costes con el control de plantas tóxicas.
- Reducción del valor del forraje/tierra y aumento de los costes con la alimentación.
- Costes de diagnóstico y tratamento.
A excepción de la intoxicación por nitratos y por ácido cianítrico, no hay antídotos para las sustancias tóxicas presentes en las plantas. El tratamiento de soporte y manutención de las funciones vitales es, muchas veces la única opción. Los animales deben de ser inmediatamente apartados del pasto o alimento sospechoso. “Desgraciadamente cuando el número de animales afectados es muy grande, el tratamiento es caro e inviable, por lo que es fundamental apostar en la prevención”, señaló Quintas.