Estudio sobre los hábitos de compra y el consumo de carne de cordero en el País Vasco
El sector ovino en España se enfrenta, entre otros problemas, a una disminución del consumo. El consumidor es la pieza clave de la cadena de comercialización, puesto que determina la demanda, condiciona la oferta y puede elevar dicho nivel de consumo. Para ello, es fundamental que los operadores de la cadena de valor adopten una orientación al cliente, que considere su importancia estratégica y su papel determinante a la hora de plantear cualquier tipo de actuación. El conocimiento del comportamiento del consumidor de cordero resulta, por tanto, imprescindible.
Con esta intención, se ha realizado un amplio estudio sobre el consumo de carne de cordero en el País Vasco publicado por la revista Mercasa y elaborado por varios profesores de la Universidad del País Vasco (Villalba, Beristain, Mediano y Mitxeo).
Teniendo en cuenta que el consumidor es la pieza clave en la comercialización es fundamental adoptar una orientación al cliente que comienza por conocer sus hábitos de compra y consumo, determinados, en gran medida, por la percepción e imagen que éste tiene del producto.
El cordero es un producto que se consume en la mayoría de los hogares vascos pero su consumo es escaso al estar asociado a festivos y celebraciones familiares. A pesar de su relativo bajo consumo, el consumidor vasco tiene una percepción positiva de dicha carne al considerarla nutritiva, fácil de preparar y no especialmente cara. Por ello, incidir en dichas variables podría ser clave para tratar de extender su consumo más allá de los días festivos, tanto en el hogar como también fuera del mismo, donde su penetración todavía es bastante limitada.
A la vista de la importancia del comercio tradicional y del poder de prescripción del carnicero, sería interesante desarrollar acciones específicas dirigidas a este colectivo.
En el mercado ovino vasco se comercializan diversos distintivos de calidad y marcas, siendo el Cordero Lechal del País Vasco con Eusko Label y el Lechazo de Castilla los que gozan de una mayor notoriedad. La carne de cordero certificada se asocia a un mayor prestigio, imagen y confianza respecto a la no certificada, así como a un mayor precio. Estas percepciones ponen de relieve el valor aportado por los distintivos de calidad y marcas al producto y, por consiguiente, la importancia de los mismos como instrumentos comerciales dirigidos a incrementar la competitividad del sector.
Finalmente, el estudio realizado revela claramente el escaso interés que muestran los consumidores hacia los productos innovadores.
Estudio completo:
http://www.mercasa.es/files/multimedios/1378067118_DISTRIBUCION_Y_CONSUMO_128_articulo_cordero.pdf
