Neiker se une a las administraciones públicas para informar sobre la prevención ante la fiebre Q
El instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario NEIKER-Tecnalia ha lanzado junto a Elika y las tres diputaciones vascas un manual preventivo sobre la fiebre Q. Este tríptico tiene por objetivo contribuir a minimizar los daños, riesgos y pérdidas que ocasiona esta grave enfermedad y está dirigida preferentemente a propietarios y trabajadores de explotaciones ganaderas.
La fiebre Q es una enfermedad transmisible a humanos que está causada por la bacteria ‘ Coxiella burnetii’ , muy resistente en el ambiente, capaz de permanecer activa durante largos periodos de tiempo en las explotaciones. Entre sus principales efectos se encuentran la provocación de abortos en ganado ovino y caprino.
Qué es y cómo prevenirla
Enfermedad transmisible a las personas causada por la bacteria ‘Coxiella burnetii’, muy resistente en el ambiente, que permanece activa largos periodos de tiempo en las explotaciones infectadas
Los rumiantes domésticos son la principal fuente de infección para las personas. En el ganado ovino y caprino la infección provoca abortos. La fauna silvestre puede ser reservorio de ‘C. burnetii’.
Los animales infectados excretan la bacteria al medio ambiente tras los abortos y partos, a través de placentas, fetos, fluidos vaginales, leche, heces y orina. La principal vía de contagio para las personas es la inhalación de aerosoles contaminados con la bacteria excretada por los animales infectados. La paridera es el periodo de mayor riesgo.
En el ser humano, la fiebre Q puede manifestarse con un cuadro febril agudo con neumonía atípica, forma febril con hepatitis o síndrome febril aislado. En un 1-5% de los casos se puede convertir en fiebre Q crónica, pudiendo tener consecuencias fatales.
Medidas de control y prevención
Vigilancia:
- Notificación y análisis de abortos en ovino y caprino.
- Vigilancia de la presencia de la infección en la explotación mediante muestreos periódicos de leche de tanque o sueros sanguíneos
Si en su explotación hay casos de aborto, confine en el establo los animales que han abortado y los gestantes. Guarde fetos y placentas, para su análisis laboratorial y llame inmediatamente a su veterinario para realizar tomas de muestras complementarias (fluidos vaginales, sueros) y envíe todo ello al laboratorio para confirmar la causa del aborto.
Gestión de abortos y placentas:
- Recogida rápida e introducción en bolsas, utilizando guantes.
- Guardar en el contenedor de cadáveres/residuos biológicos (se pueden congelar) para que sea recogida por un gestor de residuos para su incineración.
Evitar que los perros y gatos tengan contacto con las placentas.
Algunos factores de riesgo que favorecen la propagación y mantenimiento de la infección son:
- El pastoreo en zonas comunales en contacto con rebaños infectados.
- La compra de animales procedentes de rebaños infectados.
En explotaciones con fiebre Q
La infección puede permanecer en la explotación durante varios años, ya que los animales infectados pueden excretar la bacteria en sucesivas parideras, y su supervivencia en el ambiente es alta.
- Refuerzo de medidas de bioseguridad y restricción del acceso a la cuadra a personas ajenas a la explotación.
- Suspensión de programas de visita a la explotación.
- Evitar los partos (y abortos) en el exterior de la cuadra.
- No retirar el estiércol de la cuadra hasta transcurrido al menos un mes del último parto. En el exterior, tapar con plástico durante el compostaje.
- Gestión de placentas.
- Restricción de acceso a pastos comunales.
- Limpieza y desinfección de las instalaciones con productos que inactiven la bacteria.
- Vacunación con la vacuna inactivada de Fase 1.
- Evitar la compra-venta de animales. Si se compran, deben ir vacunados en origen para evitar la reactivación de la infección. Si se venden, deben ser animales negativos y vacunados.
Medidas de bioseguridad
- Utilización de calzado y ropa de uso exclusivo para el interior de la cuadra.
- Control de acceso a la cuadra y uso de calzas desechables para personas ajenas a la explotación.
- Control de acceso de vehículos a la explotación.
- Limpieza y desinfección periódica de las instalaciones.
- Control de garrapatas y roedores, que pueden ser reservorios de la bacteria.