Necesitamos reindustrializar Europa para ser más competitivos

Cuando Lucas me pidió escribir esta tribuna, no nos imaginamos la terrible DANA que afectaría con especial crueldad la Comunidad Valencia ni teníamos la certeza del resultado de las elecciones en EE.UU.

Vayan mis primeras palabras de apoyo y solidaridad con todos los afectados y para todas esas personas que se están volcando para ayudar el pueblo Valenciano y porque no decirlo para nuestro sector, el de la maquinaria, que una vez más se muestra como un sector solidario y clave en el mantenimiento de infraestructuras críticas para la población.

Estos dos últimos acontecimientos nos demuestran otra vez que vivimos en una época de certidumbres, porque los últimos años nos muestran que es imposible predecir los acontecimientos y como sector nos obliga a una flexibilidad y capacidad de respuesta inmediata ante los cambios diarios.

La inestabilidad en nuestro país y la globalización de las economías, juntamente con la actual situación geopolítica, con graves desequilibrios y conflictos bélicos y comerciales, nos ofrecen un panorama sombrío, y no tanto de la situación del mercado, sino por el futuro de nuestro sector y de nuestro país.

Tenemos problemas a escala nacional:

• Falta de profesionales / talento
• Absentismo
• Baja productividad
• Excesiva regulación / intervencionismo estatal
• Inestabilidad política y jurídica
• Fiscalidad elevada y el retraso de Hacienda con las empresas que reducen el cash flow y capacidad de inversión
• Diferencia de trato y fiscalidad según CCAA
• Imagen del sector y de las empresas denostada por políticos
• Falta de una política industrial
• La posible ley de reducción de la jornada laboral que nos va a provocar ser menos competitivos
• Las imposiciones en cuanto a sostenibilidad por parte de la administración sin ofrecer una infraestructura que nos ayude a reducir huella de carbono y justificar la reducción de CO2 por parte de las empresas

Y también problemas que nos vienen del exterior como el nuevo Data Act, el CBAM (mecanismo de ajuste en frontera por carbono), The Act on Corporate Due Diligence Obligations in Supply Chains (de aplicación en Alemania, pero que seguro la UE lo implanta en toda Europa), toda la legislación que va a afectar al reciclaje y logística de baterías, UBO o las problemáticas relacionadas con la exportación de maquinaria: diferencia en los códigos arancelarios dependiendo del país de origen, problemas de registro de cualquier tipo de maquinaria bajo normativas locales, así como con las certificaciones de UL, CSA y en especial CE, siendo más barato certificar fuera de UE que dentro.

Es una obviedad que las empresas en Europa competimos en desigualdad de condiciones con respecto a otras empresas de otros continentes que no tienen que enfrentarse a las trabas administrativas, excesiva regulación e intervencionismo estatal y europeo, ya que no tienen que invertir tanto en recursos y tiempo para estar al día de la gran cantidad de normativa que nos afecta en Europa.

Como puntos positivos en el último año podemos destacar la disminución de la inflación, así como la reducción de los tipos de interés, tanto por el BCE como por la FED.

También vemos con esperanza el informe Draghi, el cual plantea una batería de ambiciosas y detalladas medidas de política económica para sacar a la economía europea de su letargo y adaptarla a la nueva realidad tecnológica, energética y geopolítica.

Este informe debería servir como una hoja de ruta para la nueva Comisión Europea, plantea un cambio radical en la política económica de la UE. La cuantificación de necesidades de inversión anuales adicionales asciende a más de 800.000 millones de euros, casi el 5% del PIB europeo.

El documento consta de seis apartados: una descripción inicial de la situación actual; los tres principales desafíos (el cierre del gap de innovación respecto a EE. UU., cómo compatibilizar descarbonización y competitividad y cómo aumentar la seguridad económica y reducir las dependencias); y dos requisitos para lograrlo, que son un refuerzo de la inversión pública y privada y una mejora de la gobernanza europea (incluida la política de competencia). Parte de la base de que el modelo por el cual la UE contaba con energía barata para su industria procedente de Rusia, de ilimitados mercados de exportación en China y del paraguas de seguridad de EE. UU., ha terminado. Y que esto, combinado con la pérdida de competitividad y la falta de dinamismo económico europeo (sobre todo comparado con EE. UU., y esencialmente por estar perdiendo el tren de la cuarta revolución industrial) obliga a un replanteamiento profundo del modelo de crecimiento europeo •

Y ahora quiero aprovechar para exponer que desde la Asociación nos hemos marcado como prioridad en el 2025, que no es otra cosa que el estar más cerca del asociado y que este perciba valor en los servicios que ofrecemos.

Por ello vamos a lanzar las siguientes comisiones de trabajo dentro del clúster que tienen como objetivo abordar la problemática expuesta anteriormente para fortalecer al sector y ayudar a enfrentar juntos los retos actuales y futuros.

• Comisión de Reglamentación Técnica: Supervisar el desarrollo de regulaciones y normas técnicas nacionales e internacionales, incluyendo la homologación y certificación de productos.
• Comisión de Vigilancia de Mercado: Monitorear el mercado, impulsando el cumplimiento de la normativa técnica y la lucha contra la competencia desleal.
• Comisión de Innovación Tecnológica: Fomentar el desarrollo y adopción de nuevas tecnologías, impulsando la digitalización y la automatización.
• Comisión de Sostenibilidad: Facilitar la adopción de prácticas sostenibles y promover el cumplimiento de normativas ambientales.
• Comisión de Internacionalización: Apoyar la expansión internacional de las empresas, identificando oportunidades en mercados extranjeros.
• Comisión sobre Cadenas de Suministro: Mejorar la eficiencia y resiliencia de las cadenas de suministro, promoviendo la colaboración con proveedores.
• Comisión de Talento: Desarrollar talento especializado mediante programas de captación, formación y retención de profesionales.
• Comisión de Imagen y Reputación: Mejorar la visibilidad y percepción del sector, tanto a nivel nacional como internacional, promoviendo sus valores, logros y capacidades tecnológicas.

Además, no quiero dejar de informar que Anmopyc ostenta durante los años 2024 y 2025, la presidencia de CECE, Comité Europeo de fabricantes, y que a finales de octubre celebramos en Madrid nuestro congreso anual, que bajo el lema la ‘Reindustrializacion de Europa’, reunió a los principales líderes de nuestro sector.

El presidente de CECE y vicepresidente de Anmopyc, D. José Antonio Nieto, expresó el llamamiento de CECE para que el sector de los equipos de construcción sea reconocido como un facilitador clave de la reactivación industrial en el nuevo Acuerdo Industrial Limpio. Este debate se hace especialmente oportuno con las audiencias de confirmación de los Comisarios designados, y muy especialmente de Stéphane Séjourné, vicepresidente Ejecutivo de Prosperidad y Estrategia Industrial, que tendrán lugar a mediados de noviembre. Además, hizo hincapié en el papel crucial de las materias primas críticas, la importancia de las tecnologías limpias y la trascendencia de la colaboración intersectorial.

El congreso reflejo un telón de fondo económico y político para los fabricantes europeos de equipos de construcción que podría describirse como un tanto sombrío, del que quiero exponer las principales conclusiones:

El congreso subrayó la importancia de la colaboración entre los países europeos para reforzar la competitividad de la industria mundial, ya que, en un mundo impredecible, la mejor manera de adaptarse y crecer.

El mercado europeo de maquinaria de construcción se enfrenta a una demanda desigual en los distintos sectores y regiones: el sur de Europa está experimentando un modesto crecimiento, con países como España, Portugal e Italia experimentando ligeros repuntes en la demanda de equipos de construcción, mientras que gran parte del resto de Europa se enfrenta a descensos, especialmente debido a que la actividad de la construcción se desaceleró significativamente en el último trimestre de 2023.

En cambio, se observa una tendencia distinta en la minería, ya que está en auge.

Impacto de las presiones geopolíticas y económicas en el mercado europeo, la indecisión generalizada tanto en los mercados regionales como en los mundiales, por el complejo panorama político, los compradores están reteniendo la inversión debido a la incertidumbre. Sin duda, del triunfo de Trump en las elecciones americanas, podemos esperar un proteccionismo aún mayor y tal medida podría tener un efecto dominó a nivel mundial, lo que nos ofrece un escenario potencial de mayor aislacionismo económico que podría ahogar el comercio transfronterizo y la inversión en la construcción.

También se subrayó el impacto de la inestabilidad política europea, que considera inquietante para los potenciales inversores, así como el exceso de normativa europea que añade niveles de complejidad, lo que dificulta la colaboración y el intercambio de información.