El presente pasa por la economía circular
A pocos se escapa que el concepto economía circular cuenta con un protagonismo cada vez mayor. Un presencia que va mucho más allá de los sectores íntimamente ligados al reciclaje y que trata de extrapolarse a un nuevo modelo económico.
En lo que se refiere al sector de la construcción y sus múltiples derivadas, es inviable plantear un proyecto que no conlleve este ciclo de reutilización de materiales y procesos empleados en él. Cualquier explotación minera debe contar con un exhaustivo plan de rehabilitación, la reutilización de los materiales empleados en cualquier proceso es motivo de debate e incluso vemos ambiciosos proyectos como grandes estadios deportivos desmontables tras su uso. Un ejemplo de estos días lo vemos en la celebración de la Feria Intermat, que contempla la demolición y el reciclado como una de sus grandes áreas temáticas en lo que se ha denominado Demolition & Recycling Village. Un espacio que aglutina a las empresas del sector y que además establece debates y conferencias para tratar esta temática.
En esta línea, el pasado mes de diciembre, cerca de dos centenares de entidades firmaban el Pacto por la economía circular 2018-2020, una iniciativa que parte de los ministerios de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y de Economía, Industria y Competitividad, y según la cual los firmantes se comprometen a impulsar la transición hacia una economía circular.
Entre las acciones incluidas en el pacto se contempla la reducción de luso de recursos naturales no renovables, impulsar el análisis del ciclo de vida de los productos, el fomento de la reutilización y el reciclado, la promoción de formas de consumo sostenible y responsable o establecer los cauces necesarios para el intercambio de información y la coordinación de las distintas administraciones.
Entre las casi 270 organizaciones que a día de hoy han firmado el documento se encuentran agentes de todo tipo, desde la patronal hasta empresas, pasando por asociaciones sectoriales de muy diversa tipología en lo que es la mejor muestra de que se trata de un modelo a aplicar en la economía de un modo global. Se trata de un primer paso que debe consolidarse en forma de acciones concretas, y estas siempre pasan por contar con una inversión económica que permita llevarlas a cabo. Y, por descontado, las miras deben estar mucho más allá del 2020 y pasar del papel a la industria.
No es que la economía circular sea el modelo productivo del futuro; es un presente ante el que nos queda mucho por hacer.