Demolición sin explosión

La Costa Brava debe su belleza en parte a lo intrincado de la llegada de la tierra al mar. La montaña se funde con el mar produciendo un paisaje único... y quebraderos de cabeza cuando se trata de demoler el granito, sobre todo cuando hay población cerca.

Lo pudieron comprobar los encargados de un proyecto de demolición en Aigua Xelida. Unos mallos de granito debían eliminarse. Al tratarse de una parcela con mucha pendiente, el martillo demoledor no podía acceder para triturar la roca. Además, estaba ubicada en una zona residencial, por lo tanto el contratista no pudo obtener los permisos necesarios para llevar adelante la demolición mediante el uso de explosivos.

Este tipo de situaciones son las que permiten sacar todo el partido del Cras, el cemento demoledor no explosivo fabricado por la firma alavesa Kayati S.L.

Cras es un producto pulverulento, un cemento o mortero que realiza la demolición por el principio de la hidratación, conocido desde la Antigüedad: algunos productos o elementos –el Cras ahora, estacas de madera en el Antiguo Egipto– se dilatan al entrar en contacto con el agua, con una fuera silenciosa pero rotunda, tal que, sin parecerlo, termina por vencer a la roca, aunque esta sea del carácter del granito, abundante en la Costa Brava.

En condiciones extremas

Cras fue la solución para demoler la parte superior del terreno, un macizo rocoso, en trozos más pequeños, un escombro que pudo desplazarse a la parte inferior de la finca y, posteriormente, evacuarlo de la misma.

Previamente a la aplicación del producto se realiza la perforación. En el proyecto de Aigua Xelida, el diámetro de los agujeros fue de 30 milímetros, y la profundidad de los barrenos de 50 centímetros.

Otro factor a tener en cuenta es la temperatura ambiente en la que se ha de realizar la demolición. Los productos demoledores convencionales dan lo mejor de sí mismos en unas condiciones muy precisas de temperatura, de manera que el producto que se usa en verano no da buen rendimiento en invierno. Kayati ha superado esa limitación con el Cras Universal, de color verde, que funciona a pleno rendimiento las cuatro estaciones del año. En un marzo fresco como el de 2010, la demolición en Aigua Xelida se llevó a cabo con una temperatura máxima de 10 °C y una mínima de 2 °C. En proyectos realizados en latitudes tropicales, el Cras Universal ha ofrecido un rendimiento similar. Tras la perforación, el Cras se vierte en los agujeros, y se le deja trabajar.