El Cras, un producto usado en todo el mundo
Si de algo nos sentimos orgullosos en Kayati SL es de fabricar un producto que está dando soluciones a los problemas que se generan a la hora de llevar a cabo demoliciones que se realizan en todo el mundo.
Las razones de esta presencia global son varias, que podemos resumir en dos. Por una parte, el Cras realiza su función en un amplio rango de temperaturas ambiente. Los problemas que suelen plantearse en los proyectos de demolición son similares en todo el mundo, no así las condiciones ambientales en las que se han de resolver estos problemas.
La temperatura, sobre todo, influye en la reacción que se produce en el cemento demoledor una vez vertido en los agujeros realizados en el material a demoler. Hay productos que dejan de funcionar a partir de cierta temperatura, tanto hacia arriba como hacia abajo del termómetro. El Cras dispone de variantes que permiten trabajar desde latitudes por encima del círculo polar hasta zonas ecuatoriales.
La segunda razón que hace del Cras un producto universal es la voluntad de Kayati SL de ofrecer a sus clientes no la venta de un producto, sino la solución de sus problemas de demolición. La empresa alavesa ofrece asesoramiento a sus clientes basado en décadas de experiencia en demoliciones de todo tipo y en todas las condiciones imaginables. Kayati SL ofrece incluso un servicio de demolición (con la colaboración de profesionales de acreditada experiencia en estos trabajos) a aquellos clientes que prefieran desentenderse de todo y pretendan tener el problema de demolición resuelto con las máximas garantías. Y, por supuesto, Kayati SL ofrece al mercado el Cras, cemento demoledor fabricado en sus instalaciones de Nanclares de Oca, según procedimientos fruto de años de investigación.
Como ejemplo de esta utilización universal del Cras, mostramos en este reportaje imágenes de una demolición en zona residencial llevada a cabo en una zona tropical. El procedimiento para llevarla a cabo fue el habitual: perforación según características y patrón adecuados, según las instrucciones del fabricante, rotura por expansión del Cras y desescombro.
Las dificultades de este trabajo de demolición venían dadas por la ubicación de los bolos a demoler en medio de una zona urbanizada, y por las temperaturas elevadas a las que hubo de desarrollar la demolición. La demolición sin explosiones, ruido ni vibraciones que realiza el Cras y su versatilidad para trabajar en un amplio abanico de temperaturas hicieron que la demolición pudiese llevarse a cabo con éxito en unas pocas horas.