El sector naval y la autonomía estratégica industrial
Eva Novoa, directora general de Soermar
08/11/2024El sector naval en España es un pilar fundamental de la economía, que contribuye significativamente a la generación de empleo y a la innovación tecnológica. Con una larga tradición en la construcción y reparación de buques, España se posiciona como uno de los principales actores en la industria naval europea. Para conservar y mejorar esta posición, es fundamental apostar por la autonomía estratégica industrial, que en este contexto se refiere a la capacidad del país para diseñar, construir y mantener sus propias embarcaciones y sistemas navales, reduciendo la dependencia de proveedores externos.
Esta autonomía es crucial para garantizar la seguridad nacional y la defensa, especialmente en un entorno geopolítico cambiante. Y la inversión en investigación y desarrollo, así como en la formación de talento especializado, es esencial para fortalecer esta autonomía. Además, la integración de tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial y la digitalización, permite optimizar procesos y mejorar la eficiencia operativa.
Por otra parte, el compromiso de España con la sostenibilidad también juega un papel importante, ya que la industria naval busca reducir su impacto ambiental mediante la adopción de prácticas más ecológicas. Por tanto, la autonomía estratégica industrial en el sector naval español no solo refuerza la seguridad y la competitividad, sino que también promueve un desarrollo económico sostenible y resiliente.
Algunos aspectos clave sobre esta relación son:
1. Independencia en la producción
La autonomía estratégica industrial en el sector naval implica la capacidad de diseñar, construir y mantener embarcaciones y sistemas navales sin depender excesivamente de proveedores externos. Esto es crucial para garantizar la seguridad nacional y la defensa, así como para proteger la economía local.
2. Innovación y tecnología
La adopción de tecnologías avanzadas, incluida la Inteligencia Artificial, es fundamental para mejorar la eficiencia y la competitividad en el sector naval. La autonomía estratégica se ve reforzada por la capacidad de innovar y desarrollar tecnologías propias, lo que permite a las naciones adaptarse a las demandas cambiantes del mercado y a los desafíos globales.
3. Sostenibilidad
La autonomía estratégica también se relaciona con la sostenibilidad. La industria naval afronta presiones para reducir su impacto ambiental. Desarrollar tecnologías y prácticas sostenibles de manera independiente puede ayudar a las naciones a cumplir con regulaciones ambientales y a mejorar su reputación internacional.
4. Seguridad y defensa
En un contexto geopolítico, la autonomía en el sector naval es vital para la defensa nacional. La capacidad de construir y mantener flotas navales de manera independiente asegura que un país pueda responder a amenazas sin depender de otros, lo que es esencial para la seguridad nacional.
5. Desarrollo de talento
Fomentar la autonomía estratégica implica invertir en la formación y capacitación de la fuerza laboral en habilidades técnicas y de ingeniería específicas del sector naval. Esto no solo mejora la capacidad de producción, sino que también crea empleos y promueve el desarrollo económico local.
6. Colaboración internacional
Aunque la autonomía es importante, también es esencial considerar la colaboración internacional. Las alianzas estratégicas pueden facilitar el acceso a tecnologías avanzadas y compartir mejores prácticas, lo que puede complementar los esfuerzos de autonomía.
7. Resiliencia ante crisis
La autonomía estratégica en el sector naval permite a los países ser más resilientes ante crisis globales, como pandemias o conflictos geopolíticos. Tener una industria naval robusta y autosuficiente puede ayudar a mitigar los efectos de tales crisis.
Como se puede observar, hay muchas implicaciones y también muchos interrogantes a los que responder. Permítanme que plasme entre estas líneas algunas reflexiones: ¿cuáles son las tecnologías necesarias para fortalecer la autonomía estratégica?, ¿cómo las integramos en las industrias del sector?, ¿cómo fomentamos la innovación y el desarrollo del talento requerido para alcanzar el éxito de nuestra autonomía estratégica?, ¿qué papel juega la sostenibilidad en la autonomía estratégica?, ¿qué regulaciones y políticas son necesarias para apoyar la autonomía estratégica? Además, en este contexto de la autonomía estratégica industrial, el fomento de la inversión es vital para el crecimiento del sector naval, por lo que surgen preguntas como ¿qué políticas gubernamentales se van a implementar?, ¿estableceremos alianzas estratégicas con otros países para desarrollar nuestra industria? Son solo parte de las preguntas y reflexiones que afloran en mi mente, y supongo que en las del resto de actores del sector, y que requieren un análisis profundo que nos permita avanzar hacia una mayor autonomía estratégica en el sector naval, asegurando su sostenibilidad y competitividad en el futuro.