Innovadora y de calidad, así es la construcción naval española
Después de la crisis económica mundial que comenzó en 2008, la construcción naval en España sufrió un duro golpe, con una disminución significativa en la demanda de nuevos barcos y una caída en la actividad de los astilleros. Sin embargo, en los últimos años, se ha observado un cambio positivo en este escenario. La economía española se ha recuperado gradualmente, lo que ha llevado a un aumento de la inversión en infraestructuras y una mayor demanda de embarcaciones comerciales y de recreo.
Impulso tecnológico y sostenibilidad
La industria naval en España ha abrazado la innovación tecnológica y se ha adaptado a los nuevos desafíos del mercado global. Los astilleros españoles han incorporado técnicas de construcción más eficientes, el uso de materiales avanzados y sistemas de propulsión más limpios y eficientes energéticamente. Esta apuesta por la tecnología y la sostenibilidad ha permitido a los astilleros españoles posicionarse como líderes en la construcción de barcos ecológicos y respetuosos con el medio ambiente.
Colaboración y cooperación
La colaboración entre los diferentes actores del sector ha sido clave para el renacimiento de la construcción naval en España. Los astilleros han trabajado estrechamente con los proveedores de equipos y componentes, así como con los organismos gubernamentales y las instituciones educativas. Esta colaboración ha impulsado la investigación y el desarrollo de nuevas soluciones tecnológicas, ha mejorado la eficiencia en los procesos de construcción y ha fortalecido la competitividad de la industria naval española a nivel internacional.
Diversificación y expansión de mercados
La construcción naval en España no se limita solo a los barcos comerciales. La industria también ha ampliado su alcance hacia otros segmentos, como la construcción de yates de lujo, embarcaciones deportivas y buques militares. Esta diversificación ha permitido a los astilleros españoles encontrar nuevas oportunidades de negocio y aumentar su cartera de pedidos. Además, se ha producido una expansión cada vez mayor hacia mercados internacionales, con astilleros españoles construyendo barcos para clientes de todo el mundo.
La construcción naval en Europa
Según el último informe publicado por la Comisión Europea, en general, la industria de la construcción naval de la Unión Europea (UE) recibió menos pedidos de construcción naval que China, Corea del Sur y Japón en 2021.
Debido a las continuas inversiones en investigación e innovación, la UE es también el mayor proveedor de equipos marinos, como motores diésel, turbinas, hélices y palas, seguido de Corea, China y Japón.
El sector generó un Valor Bruto Añadido (VAB) de 14.500 millones de euros en 2020, una disminución del 8% en comparación con el pico de 2019. El beneficio bruto, de 3.100 millones de euros, disminuyó un 10% con respecto al año anterior. El margen de beneficio se estimó en un 6%, estable en comparación con 2019. Por otro lado, la facturación registrada para 2020 fue de 55.700 millones de euros, quedando patente una disminución del 4% con respecto al año anterior.
En cuanto a empleo, en 2020, alrededor de 305.500 personas trabajaban directamente en el sector (un aumento del 2% con respecto a 2019).
Alemania lideró el empleo dentro de la construcción y reparación naval, contribuyendo con el 16% de los puestos de trabajo, seguida de Francia (15%) e Italia (14%).
En términos de VAB, Alemania registra el 22% del VAB de los Estados miembros, seguida de Francia (20%) e Italia (17%).
Perspectivas
Según la previsión de la OCDE, se espera que se construyan 336 millones de GT en el período 2021-2030, de las cuales el 60% serán graneleros y el 20% tanqueros, siendo el resto portacontenedores y carga general. Tal y como indica la Comisión Europea, esto puede explicarse en parte por el conflicto entre Rusia y Ucrania, que ha afectado al precio de los materiales necesarios para construir barcos. En particular, los precios del acero en Europa fueron casi cuatro veces más altos en abril de 2022 que en junio de 2020. Esto provocó un aumento de los costes de producción que afectó a la industria.
Por otro lado, la normativa medioambiental juega un papel fundamental en la evolución de esta industria. Para reducir la intensidad de carbono de todos los barcos en un 40% para 2030 en comparación con la línea de base de 2008, el Comité de Protección del Medio Marino estableció varias directivas que afectan directamente al sector de la construcción y reparación naval. Bajo el tratado MARPOL Anexo VI, además del Índice de Eficiencia Energética de Diseño (EEDI) que regula la construcción naval eficiente, el Índice de Eficiencia Energética de Buques Existentes (EEXI) para buques de más de 400 GT y el Indicador de Intensidad de Carbono (CII) para buques de más de 5.000 GT exigir a los buques existentes mejorar el rendimiento técnico y reducir la huella de carbono a partir de enero de 2023.
Según la Comisión Europea, los pedidos de combustibles alternativos en el sector marítimo llevaron a un aumento en la producción de equipos marinos. La mayoría de los pedidos en la UE incluyen baterías (combinación de puramente eléctricos, enchufables e híbridos) y motores con capacidad de combustible de GNL; aunque recientemente se está prestando más atención a los combustibles alternativos que contribuyen a la descarbonización, como el metanol, el hidrógeno y el amoníaco.
Perspectivas futuras
A medida que avanza el siglo XXI, la construcción naval en España enfrenta un futuro prometedor. La combinación de tecnología avanzada, sostenibilidad, colaboración y diversificación ha sentado las bases para un crecimiento sostenible en el sector. Se espera que la demanda de barcos siga creciendo, impulsada por la expansión del comercio marítimo, el aumento del turismo náutico y la necesidad de embarcaciones especializadas para la industria offshore y las energías renovables en alta mar.
Además, el impulso hacia la descarbonización y la transición energética también está generando oportunidades para la construcción naval en España. La necesidad de barcos más eficientes y respetuosos con el medio ambiente está llevando a una mayor demanda de tecnologías limpias, como los sistemas de propulsión híbridos o eléctricos. Los astilleros españoles están en una posición favorable para capitalizar esta tendencia, gracias a su experiencia en la construcción de embarcaciones sostenibles.
Por otro lado, la formación de profesionales altamente capacitados en el sector naval es crucial para asegurar su crecimiento y competitividad a largo plazo. Las instituciones educativas y los programas de formación en España están trabajando en estrecha colaboración con la industria para desarrollar programas que preparen a los estudiantes para las demandas y desafíos de la construcción naval moderna.
El renacimiento de la construcción naval en España es un testimonio del espíritu emprendedor y la capacidad de adaptación de la industria. A través de la inversión en tecnología, la promoción de la sostenibilidad, la colaboración y la diversificación de mercados, los astilleros españoles están recuperando su posición en el panorama global de la construcción naval.
Con un enfoque en la innovación y la calidad, España se está convirtiendo nuevamente en un referente en la construcción de barcos, atrayendo clientes tanto nacionales como internacionales. A medida que la demanda de barcos sostenibles y de última generación continúe creciendo, el sector naval español está preparado para desempeñar un papel clave en la economía del país y en la industria marítima global.
El futuro se presenta brillante para la construcción naval en España, y los astilleros están navegando hacia nuevos horizontes, impulsados por la determinación de mantenerse a la vanguardia de la innovación y la excelencia en la construcción de barcos.