Cepesca pide coherencia a la UE al fijar las cuotas de pesca del atún rojo
La Confederación Española de Pesca (Cepesca) manifiesta su satisfacción por la evidente mejora del stock de atún rojo tras seis años de control de esta pesquería, tal y como se desprende del último informe del Comité Científico de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT).
Cepesca confía en que las autoridades europeas y españolas tengan en cuenta el esfuerzo de las flotas y los pescadores de nuestro país, que han apoyado y cumplido rigurosamente las restricciones impuestas por el Plan de Recuperación establecido por ICCAT, a la hora de fijar las cuotas de captura para los próximos tres años.
En ese sentido, solicita que se fijen las cuotas de pesca bajo el mismo criterio que se ha venido siguiendo en los años anteriores que apuntan que un incremento de cuota mantendría el objetivo de recuperación del atún rojo.
Asimismo, reclama la misma valentía política de la que se hizo uso para reducir las cuotas desde 2007, buscando la sostenibilidad de la especie. Ahora, una vez conseguido el objetivo prioritario de proteger a la especie, es necesario proteger también a los pescadores que han visto peligrar su modo de vida, e incluso en muchos casos perdido sus trabajos.
El estudio del Comité Científico del organismo internacional estima que el stock de atún rojo reproductor vuelve a acercarse, e incluso a superar, las 300.000 toneladas que alcanzaba entre finales de los años cincuenta y principios de los setenta y que se redujo hasta las 150.000 a mitad de la primera década del siglo XXI.
Cepesca considera adecuado mantener las actuales medidas de gestión y control de la pesquería: como la prohibición de pescar ejemplares menores a 30 kilos, las limitaciones temporales de pesca, la obligación de llevar inspectores en cada barco, el control del esfuerzo pesquero y de todas las descargas, e incluso apuesta por reforzar algunos aspectos como el control del comercio de atún en los mercados y la persecución de la pesca ilegal de esta especie.
Cepesca cree que ha llegado el momento de replantearse un incremento de las cuotas de captura permitidas, para dar oxígeno a un sector que ha visto claramente mermadas sus expectativas de supervivencia y del que en España viven 2.300 familias. Esta cifra de empleos llega a multiplicarse por cuatro si se cuentan los puestos de trabajo indirectos que genera este sector con un importante impacto socioeconómico en comunidades altamente dependientes de la pesca, especialmen¬te Andalucía, Cataluña, Murcia o País Vasco.
El Secretario General de Cepesca, Javier Garat, explica que “desde que se puso en marcha el Plan de Recuperación de ICCAT en 2007, las flotas europeas de cerco, palangre, cañas, líneas de mano y almadrabas dedicadas al atún rojo, han visto reducido su periodo de pesca, capacidades de captura y número de barcos, con un considerable impacto en pérdida de empleos, por lo que creemos que ha llegado el momento de empezar a recoger los frutos resultantes de los grandes sacrificios realizados”.
Entre las medidas adoptadas en el año 2007 se incrementó la talla mínima de las capturas de 10 a 30 Kg y se estableció, por primera vez, un Total Admisible de Capturas (TAC) de 29.500 toneladas, tanto para la flota como para las almadrabas, así como un riguroso sistema de control. Desde entonces la cuota se ha reducido en más de un 54% quedando en el último año en 12.900 toneladas de las que apenas 2.411 corresponden a España.
El Plan de Recuperación incrementó la veda para la flota de palangre de superficie de más de 24 metros de dos a siete meses (de 1 de junio a 31 de diciembre); se instauró, por primera vez, una veda de seis meses (de 15 de noviembre a 15 de mayo) para los barcos de cebo vivo; y se amplió hasta los seis meses la veda para la flota de cerco (de 1 de julio a 31 de diciembre).
En el año 2008, se revisó el plan de recuperación incrementando las medidas de conservación, ampliando la veda para el segmento de cebo vivo hasta los ocho meses (15 de octubre a 15 de junio) e incrementando la veda de la flota de cerco a los diez meses (15 de junio a 15 de abril).
En 2009, se volvió a modificar el plan de recuperación, reforzando otra vez las medidas de conservación, incrementando la veda para la flota de cerco hasta los once meses y reduciendo un 40 % adicional las capturas autorizadas hasta las 13.500 toneladas y la obligación de reducir en, al menos, un 50% la capacidad pesquera de la flota comunitaria.
El objetivo fijado por ICCAT se centraba en tener una seguridad de al menos el 60% de que en 2022 estuviera recuperado el stock de atún rojo, y según las estimaciones del último estudio de su Comité Científico ese objetivo se lograría en la fecha prevista incluso con una cuota de capturas de 28.000 toneladas anuales, según los informes de evaluación.
Finalmente y gracias al esfuerzo de todos los sectores implicados (ICCAT, Administración, ONGs, pescadores, asociaciones,…) se ha conseguido que el atún rojo sea un ejemplo de cómo se deben hacer las cosas. Una vez que el informe científico de ICCAT confirma la recuperación del atún rojo, tal y como decían los pescadores que veían en la mar, ahora es el momento de aumentar moderadamente las cuotas. Los pescadores no pueden esperar a la próxima evaluación de stock que se realizará en el 2015, ya que para muchos será demasiado tarde.
El sector atunero español es el principal interesado en la protección y conservación de esta especie, por lo que desde 2006 ha cumplido a rajatabla las reducciones y restricciones que desde ICCAT se han venido aplicando en el Plan de Recuperación del Atún Rojo. Garat confía en que las autoridades pertinentes sepan valorar el esfuerzo del sector atunero español, cuya actividad es responsable, sostenible y modélica en el cumplimiento y control de la pesca de atún rojo.