Bruselas vulnera el principio de estabilidad relativa y deja a tres cefalopoderos españoles sin licencia para faenar en Mauritania

Recientemente, la Organización de Productores ANACEF (Asociación Nacional de Armadores de Buques Congeladores de Pesca de Cefalópodos) y la Asociación Nacional de Armadores de Buques Congeladores de Pesca de Marisco (ANAMAR), ambas asociadas a Cepesca, han tenido conocimiento oficioso de la decisión de la Dirección General de Pesca y Asuntos Marítimos (DG Mare) de la Comisión Europea de rechazar la solicitud de renovación de tres licencias de pesca para faenar en aguas de Mauritania a tres buques cefalopoderos gallegos, concediendo dichas licencias a buques italianos.
La decisión de Bruselas parece venir justificada por el simple hecho de que el Gobierno Italiano presentó antes que el español la solicitud de las licencias, comenta Cepesca. Esta justificación, conculcaría el principio de estabilidad relativa, que se aplica escrupulosamente en acuerdos pesqueros de la UE con otros países terceros (Groenlandia) y se basaría en una interpretación muy particular de uno de los criterios establecidos en la norma comunitaria (Reglamento 1006/2008 del Consejo) para adjudicar las licencias en caso de infrautilización de las posibilidades de pesca por parte de determinados Estados Miembros.
En el mes de agosto de 2008, tras la renovación del Acuerdo entre la UE y Mauritania, se redujo el número de licencias disponibles para la modalidad de cefalópodos, pasando de 43 licencias a 32. A pesar de que cada país debería haberse visto afectado con una reducción proporcional a las licencias que tenía (en la modalidad de cefalópodo, la proporción de buques entre los Estados miembros era de 10 a 1 entre España e Italia), a España, que contaba con 39 barcos en el caladero y debería haberse quedado con 29, le concedieron sólo 24. A Italia no se le redujo el 25 % correspondiente, a Grecia se le concedieron tres licencias y a Portugal una. Desde ese momento, España ha venido reclamando a la Comisión Europea cinco nuevas licencias para compensar la pérdida de las anteriores.
Tras la renuncia reiterada de Grecia a utilizar sus licencias en los últimos períodos, éstas fueron aprovechadas por los buques españoles, que han estado faenando hasta ahora en aquel caladero y pretendían seguir haciéndolo durante el primer trimestre de 2010 y, por ello, solicitaron en tiempo y forma a la Comisión Europea, a través de la Secretaría General del Mar, la renovación de las mismas.
Según comenta la asociación, "sorprendentemente, la Comisión Europea parece que ha decidido obviar dicha petición y conceder las licencias, a partir del 1 de enero de 2010, a otros buques comunitarios. Nos tememos que ello dará lugar a la pérdida de posibilidades de pesca para un buque cefalopodero y dos buques marisqueros y el desempleo para unos 50 tripulantes comunitarios y africanos".
Las asociaciones españolas entienden que la flota cefalopodera nacional se vería doblemente castigada por la Administración europea, que no sólo dejó en 2008 a la flota española sin las cinco licencias que les correspondían, sino que ahora le privaría de la utilización de lo que otro Estado miembro desaprovecha.
Para el presidente de la OP Anacef, Francisco Freire Lino, “esta decisión discrimina y maltrata a la flota cefalopodera española, que es la que más ocupación ha dado y más reducciones ha soportado en los acuerdos pesqueros de la UE con países terceros desde 1986. En esta ocasión, dejará amarrados a tres buques y en el paro a más de 40 tripulantes. Nosotros presentamos la solicitud de las licencias a la Secretaría del Mar el 28 de octubre pasado. No creo que ninguna otra organización pesquera de la UE haya realizado su petición antes que nosotros”.
El armador del buque cefalopodero “Río de Huelva I”, Manuel Ribas, asociado a ANAMAR y afectado por el rechazo de las licencias ,señala que “ no se explica cómo va a tener que parar ahora su barco, que lleva faenando ininterrumpidamente en el caladero mauritano desde que se renovó el protocolo en agosto de 2008, generando 20 puestos de trabajo directos”.
Por otro lado, el Presidente de la Asociación de Armadores de Marín, Andrés Guiance Parada, asociación que también representa a buques que faenan en el caladero de Mauritania, ha manifestado que “esto no es serio ni defendible, no se ha tenido en cuenta el negativo impacto socio-económico que se crea a la empresa, a los tripulantes y a la comarca, no es comprensible que una medida tan transcendente para la viabilidad económica de las empresas y tripulaciones, se resuelva por haber solicitado un día o minutos antes o una semana antes el querer disfrutar de unas licencias que vienen disfrutando en derecho otros buques “.
Por último, Cepesca muestra su enorme preocupación por la actuación llevada a cabo por la Comisión Europea y teme que, en el futuro, pueda continuar procediendo de esta manera y perjudicando, impunemente, a los intereses de nuestros armadores.
El acuerdo pesquero con Mauritania se renovó en julio de 2008 por cuatro años con una reducción del 25 por ciento de las posibilidades de pesca para la flota cefalopodera, pasando de las 440.000 toneladas del protocolo anterior a 250.000 toneladas y una retribución para Mauritania de 305 millones de euros para todo el periodo.