El MCTS El Bocal inaugura su nueva zona de ensayo de corrosión con un estudio de la Universidad de Leicester y el centro de investigación TWI
El Centro Tecnológico CTC ha incrementado las capacidades de ensayo de su laboratorio marino Marine Corrosion Test Site MCTS El Bocal. En concreto, se ha habilitado una nueva zona de estudio que permite a los investigadores testear la evolución de las muestras en condiciones atmosféricas reales. Un estudio sobre recubrimientos con capacidad de detectar la corrosión, promovido por la Universidad de Leicester y el reconocido centro de investigación The Welding Institute (TWI), ha sido el encargado de estrenar las nuevas funcionalidades de la infraestructura cántabra.
La ampliación del MCTS El Bocal se ha realizado dentro de las instalaciones del Instituto Español de Oceanografía, entidad con quien CTC gestiona conjuntamente este laboratorio. En concreto, se ha instalado un nuevo bastidor, con capacidad para más de 200 muestras, en una zona situada a 20 metros de la línea de costa. Esta ubicación facilita la medición del impacto generado en las probetas por las condiciones atmosféricas reales, propias del ambiente marino, pero sin tener contacto directo con el mar.
La nueva área de ensayo, habilitada a finales de mayo, se suma a las cuatro que ya existían en la instalación cántabra (sumergida, mareal, salpicadura y atmosférica) y supone un paso más en la consolidación del laboratorio como referencia internacional para todo tipo de estudios e investigaciones en los que sea necesario reproducir las condiciones habituales de un entorno marino real. Un catálogo de servicios que resulta especialmente indicado para analizar los recubrimientos y materiales utilizados en tanto en dispositivos de energía renovable, como en barcos o en cualquier tipo de estructura expuesta a ambiente marino.
Primera iniciativa
La primera iniciativa en emplear esta zona de estudio es una investigación internacional vinculada al proyecto europeo Marinet2. La Universidad de Leicester y el centro TWI han instalado 40 probetas con diferentes muestras de pintura en el nuevo bastidor del MCTS El Bocal. Tras seis meses de exposición, esperan obtener unos resultados que les ayuden a configurar un recubrimiento innovador con efecto sensor ante la corrosión. En otras palabras, aspiran a desarrollar una pintura que avise si detecta la aparición de este fenómeno en las estructuras de acero.
Si consigue los resultados esperados, el recubrimiento se convertirá en un aliado para optimizar el mantenimiento de cualquier instalación o componente metálico en contacto con ambientes marinos.