Los arquitectos técnicos demandan el desarrollo de la regulación del valorador homologado como exige la Ley
España es el único país de la Unión Europa en el que no está implementada la figura profesional del valorador homologado, tal como está previsto en la Ley de Contratos de Crédito desde hace años, circunstancia que hace que el marcado hipotecario sea poco transparente, según el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE).
“En estos momentos, los profesionales de la valoración de inmuebles o tasadores deben someter su independencia al criterio de las sociedades de tasación que limitan el derecho de decisión del consumidor a la hora de poner en venta su vivienda. Sociedades que, junto con las entidades financieras, acaban teniendo un control sobre lo que deben valer los inmuebles, hecho que incide de manera directa en el mercado”, opina Alfredo Sanz, presidente del CGATE.
Para conseguir que el mercado de las valoraciones sea independiente y transparente, desde este organismo demandan el desarrollo del Reglamento del Profesional Homologado que regula la figura del valorador homologado, según exige el artículo 13 de la Ley de Contratos al Crédito.
Ante este escenario, el Banco Central Europeo ha dejado claro que Tegova, The European Group of Valuers Associations, es la única organización con estándares y procedimientos confiables para asegurar una valoración adecuada e independiente. Y en España, el CGATE, la Asociación Española de Valoración Inmobiliaria y Urbanística (Aeviu) y la Unión de Arquitectos Peritos y Forenses de España (UAPFE) forman la extensión española de Tegova, otorgando las credenciales exigibles para acreditar los requerimientos necesarios para ejercer esta actividad profesional.
“El mercado español debe alinearse con los mercados del resto de los países de la Unión Europea para que recupere su credibilidad ante el ciudadano y el sector inmobiliario. Por eso pedimos la implementación del valorador homologado y la equiparación de las oportunidades de todos los profesionales. Debe imperar la libre competencia”, finaliza Sanz.