Proyecto constructivo en madera vista de Haz Arquitectura

Porta Trinitat es un equipamiento municipal situado a la entrada de Barcelona, cuyo diseño introspectivo le convierte en un auténtico oasis en la ciudad. Los volúmenes de este edificio construido, voluntariamente, de forma abstracta y simple a su vez, para dar protagonismo a la madera vista. Obra del estudio Haz Arquitectura, además de convertir este proyecto en un auténtico banco de pruebas sobre el mantenimiento de la propia madera, también desarrolla un eficiente sistema de climatización y ventilación muy innovadora, que le garantiza un consumo casi nulo.

La madera de Egoin destaca en el exterior de Porta Trinitat, un equipamiento municipal que también actúa de laboratorio de pruebas, para analizar la durabilidad y mantenimiento de la propia madera. Foto: Adrià Goula.

Porta Trinitat (situado en la carretera de Ribes, 51-65 de Barcelona) es un equipamiento mixto que consta de 2.300 metros cuadrados de edificio más 2.000 metros cuadrados de zona exterior. En éste se emplea la madera vista en techo y paredes; mientras que el esqueleto estructural de pilares y jácenas es metálico. Está concebido para que pueda ser fácilmente desmontable, según los preceptos de la construcción industrializada de economía circular y sostenibilidad.

Por este motivo, que las vigas metálicas estén a la vista, incluso que se aprecien los tornillos de las uniones, le confiere un aspecto industrial. Por otro parte , las paredes y techos de madera le aporta confort y calidez interior. De hecho, la madera cuenta con unas grandes prestaciones, ya que reduce la huella de carbono y absorbe CO₂ durante toda su vida útil, dando como resultado un muy bajo impacto ambiental, convirtiéndose en un gran aliado del planeta.

En definitiva, un edificio construido de forma industrializada, donde los materiales que configuran los diferentes sistemas (estructura, cerramientos, climatización…) se aprecian en crudo, sin revestimientos, lo que le confiere ese aspecto industrial propio de las construcciones de principios del siglo XXI. Uno de los preceptos que se han aplicado es que todos los materiales utilizados se pudieran reutilizar en el futuro, disminuyendo así los futuros residuos cuando tuviera que desmantelarse. un edificio pensado para toda la vida úitl. “Tenemos guardados los planos en BIM, así que el día que se decida desmontar el edificio, las piezas se pueden reutilizar en el futuro”, explica Manuel Sánchez-Villanueva, arquitecto de Haz Arquitectura.

Los patios interiores del edificio de Porta Trinidad, en vez de expulsar humo, distribuyen el aire para aclimatar y ventilar todas las estancias de este equipamiento municipal.

Además, este complejo multifuncional actúa de banco de pruebas y laboratorio de materiales. Para ello, en la cubierta se han instalado muestras de madera utilizada en la fachada y que sirven para analizar cómo le afecta el paso del tiempo, así como en condiciones extremas de sol y lluvia, así como las altas temperaturas que se registran en la intemperie. El objetivo es que, pese al tratamiento que se le ha empleado a la madera, analizar su envejecimiento, para aplicarle barnices especiales que protejan la propia madera y determinar así su ciclo de vida.

“Este edificio cuenta con varios elementos que nos permiten disponer de datos fehacientes, para conocer más sobre los usos de la madera. En el momento actual, este material se hace necesario en edificios, para intentar reducir la huella de carbono. Sin embargo, necesitamos el ‘know-how’ para sacar el mayor partido y conseguir un buen envejecimiento y mantenimiento del propio edificio”, añade.

Los arquitectos de Haz Arquitectura lo tenían claro: “Queríamos hacer un edificio de madera, pero que se viera esta madera, sin esconderla como ocurría en la construcción moderna. Este material proporciona calidez y para los usuarios de Porta Trinitat, contribuye a que se sientan como en casa, por su aspecto acogedor, sin revestimientos ni ornamentos”.

El edificio consta de 3 plantas tipo, cuya área central se caracteriza por estar formada por dos patios y una escalera central. Sin embargo, la particularidad de estos patios es que no están abiertos al techo, sino todo lo contrario, están cerrados, aunque la cubierta inclinada le garantiza la captación de luz natural. “En realidad estos patios son conductos de aire. Hemos ahorrado en la instalación de conductos por todo el edificio para la renovación del aire. Así este aire entra a través de unas chimeneas situadas en el exterior del edificio, se filtra y discurre por un serpentín subterráneo enterrado en los cimientos del propio edificio. El objetivo es que el aire se vaya temperando en el propio subsuelo antes de acceder al interior del edificio”, prosigue Manuel Sánchez-Villanueva.

Una vez finalizado el recorrido por el subsuelo, el aire consigue estar a una temperatura próxima a la temperatura de confort interior. Este aire se vierte al fondo de los patios conduciéndolo hacia todas las plantas y convirtiendo los patios en dos grandes conductos de aire de renovación, para regenerar el aire interior del edificio.

“Ésta es una de las grandes ventajas de atemperar este aire de renovación necesario por normativa, ya que además de garantizar que se vaya renovando el aire interior, la climatización la obtenemos prácticamente gratis, solo se necesita un ventilador que facilita su entrada interior”. Un sistema de climatización que se completa con unos fanCoils, que se combinan para la producción de aire frío y/o caliente, siempre y cuando la temperatura interior y el confort de los usuarios lo demanden.

“El aire casi siempre está muy próximo a la temperatura de confort. Con lo que se consigue una importante reducción del consumo energético, que es casi nulo. Esto también tiene una gran ventaja porque no hay tubos de aire, ni redes de impulsión, ya que el aire también se libera de una forma muy peculiar. De este modo, el retorno del aire se hace por ‘plenum’ y pese a que este aire nos ha salido gratis, en vez de desperdiciarlo, lo lanzamos por encima de las máquinas y conseguimos bajarles el golpe de calor, para que trabajen con menos esfuerzo y consumo energético. Un sistema que permite que el aire interior esté continuamente renovándose, para convertirlo en un edificio eficiente, sostenible y también saludable”, añade el arquitecto.

En caso de incendio estos patios dejarían de actuar como conducto de ventilación, para, de forma automática abrirse sus ventanas superiores y eliminar el humo de su interior. Así la escalera central funcionaría como recorrido de evacuación, que garantiza a los usuarios un camino seguro hasta el exterior o ser rescatados sin peligro.

Todo tiene una razón de ser: desde el propio diseño arquitectónico hasta el sistema de climatización. El objetivo es no desperdiciar ni un watio y, en la medida de lo posible, recuperar y/o reaprovechar todo lo que sea necesario. Además, para completar la instalación, se han instalado en la cubierta placas fotovoltaicas con capacidad para generar cerca de 60.000 watios de potencia.

Y para mejorar las prestaciones y el confort interior, se ha monitorizado todo el edificio. Por este motivo, la Agencia de Energía de Barcelona ha decidido que, a partir de una plataforma denominada Sentido, los datos emitidos permiten ir ajustando el sistema, circunstancia que permite que este edificio público se convierta en un auténtico banco de pruebas I+D.

Pero esto no es todo, ya que para conseguir que el aire de renovación barra todas las estancias, despachos y espacios para talleres, el mobiliario interior incorpora pequeñas trampillas, que permiten el paso del flujo de aire de unas estancias a otras. Estos pasos de aire incorporan paneles acústicos, que garantiza la privacidad y aislamiento acústico entre los diferentes espacios.

La iluminación es otro de los puntos clave de este edificio. Desde los patios se consigue que la luz natural bañe, especialmente, las zonas comunes. Sin embargo, para iluminar la zona de despachos y estancias interiores de uso más privativo, se han instalado luminarias DALI y sensores de luminosidad, para garantizar un uso eficiente de la luz artificial.

Los dos patios interiores son el eje central y la seña de identidad de este equipamiento municipal. El vestíbulo de entrada es un espacio generoso, que actúa de ‘foier’ de la sala de actos y puede acoger distintas actividades y exposiciones. Por su parte, en el primer piso se ubica un centro de servicios sociales y punto de atención a la mujer. En el resto de plantas se encuentran los despachos y estancias para entidades y asociaciones del barrio.

Porta Trinitat se construyó en tan sólo 1 año y medio y ha recibido dos Premios Egurtek 2022. Sin embargo, no es la primera experiencia de Haz Arquitectura en madera y/o construcción industrializada, ya que también realizó una pequeña intervención en el interior de la iglesia de la Escola Pia Balmes, pero también han diseñado el CAP Concordia, el CAP Polinyà y el edificio de los Mossos d’Esquadra de Cambrils, que se construyó en tan sólo 6 meses. “Porta Trinitat ha supuesto un importante reto y un edificio en el que hemos aprendido nuevos usos de la madera y nuevos sistemas de climatización como la geotermia. Es un orgullo ver el proyecto ya concluido e industrializado, que nos ha permitido tener una obra más limpia y en seco”, concluye Manuel Sánchez-Villanueva.

Porta Trinitat ha recibido el Premio Egurtek 2022 a la mejor Madera Local-Basque Quality y un accésit al Premio Edificación

Ficha Técnica

• Ubicación: Carretera de Ribes, 51-65 (Barcelona)
• Superficie: 2.300 m²
• Presupuesto: 6.726.436 €
• Promotor: BIMSA
• Autores del proyecto: Manuel Sánchez-Villanueva Beuter y Carol Beuter Sánchez-Villanueva
• Equipo: Oriol Muntané, Paula Viciano y Alicia Camino
• Consultores Estructuras: BAC Engineering y Egoin
• Fabricantes y constructores de madera: Egoin.
• Instalaciones: Proisotec SLP
• Fotografía: Adrià Goula