Entrevista a Juan Carlos Castaño, director general de K-Line para España y Portugal
Construcción Industrializada ha visitado a Juan Carlos Castaño en la factoría de K-Line en Parets del Vallés. Tras una breve visita a la fábrica y al show-room, en el que exponen una infinidad de ventanas y puertas que conforman su oferta comercial, pasamos al centro de operaciones, desde donde controla y mueve los hilos para gestionar la estructura productiva y comercial de K-Line en España y Portugal.
Una vez aposentados y con un buen café entre las manos, empezamos la entrevista, con la primera pregunta de rigor.
¿Qué es K-Line?
K-Line es el líder europeo en diseño y fabricación a medida de ventanas y puertas de aluminio a punto de instalar para arquitectura y construcción sostenible, con venta exclusiva en distribuidores profesionales autorizados. Somos la filial en España y Portugal de la sociedad francesa K-Line con sede central en Les Herbiers, en el departamento de Vendée. En total, K-Line dispone de un total de 6 plantas de fabricación ultramodernas con 150.000 m2 de superficie cubierta, ubicadas en España con 1 factoría y Francia con 5 factorías, que dan trabajo a una plantilla de 1.510 empleados, con una facturación en el ejercicio 2019 de 373 millones de euros, y una capacidad de producción de 2.500 carpinterías a medida diarias, acabadas a punto de instalar. La empresa es propiedad del Grupo Liébot, líder europeo en la fabricación de fachadas y ventanas, que tuvo una facturación de 650 millones de euros en el ejercicio 2019 y cuenta con 4.000 empleados.
¿Qué ofrece K-Line al sector de la construcción industrializada?
Nuestras ventanas y puertas resultan ideales para el sector de la construcción industrializada, dado que se entregan totalmente acabadas y equipadas, a punto de instalar, por lo que su ensamblaje en los módulos pre-construidos resulta sumamente sencillo, aportando una máxima eficiencia energética a la construcción, con unos niveles de aislamiento térmico de hasta Uw 0,84 W/m2.k y acústico de 30 a 44 dB, por lo que están especialmente recomendadas en viviendas pre-construidas, pasivas, bio-pasivas o passive house. Sin lugar a dudas, son la solución perfecta para los cerramientos de las construcciones industrializadas, con trato directo de industrial a industrial, sin intermediarios.
¿Cómo está afectando a K-Line la actual crisis de materias primas y derivados?
Como es de suponer, estamos expuestos a las carencias del mercado y últimamente padecemos sus constantes fluctuaciones en cuanto a la materia prima, si bien -para que también se haga una idea de la dimensión del grupo- K-Line dispone de una planta propia de extrusión de perfiles de aluminio en Francia, que abastece las factorías de ventanas, puertas y fachadas del grupo. Fue inaugurada el 29 de junio pasado y tiene una capacidad de producción anual de 14.000 toneladas de perfiles, con una línea de lacado capaz de producir hasta 3 millones de metros cuadrados de perfiles lacados, todo ello mediante un proceso de extrusión 4.0 más ecológico, que consume hasta un 50% menos de energía que los sistemas tradicionales. El respeto por el medio ambiente es uno de los puntos más sensibles para nosotros y en el que dedicamos muchos recursos, como lo demuestran nuestras múltiples iniciativas, como el reciclado del 75% de los residuos que producimos, reciclaje de los palets, cero vasos de plástico en oficinas y fábricas, el 100% de los coches utilizados son eléctricos, reutilización de agua de lluvia para instalaciones sanitarias…
Precisamente el tema medioambiental era uno de los puntos que queríamos tratar. El componente base de sus ventanas y puertas es el aluminio, ¿cómo se vincula con el medio ambiente?
El aluminio es, sin lugar a dudas, uno de los materiales más respetuosos con el medio ambiente a lo largo de todo su ciclo de vida. Se obtiene a partir de la bauxita, tercer recurso natural más abundante del planeta. El 50% de la energía utilizada para su transformación y forja es hidroeléctrica, o sea, energía renovable que no emite gases de efecto invernadero. A su vez, nuestras carpinterías de aluminio cumplen las normas térmicas más estrictas y permiten reducir el impacto ambiental de la vivienda. Hay que recordar que el aluminio es un material 100% reciclable, casi indefinidamente, sin degradarse sus propiedades, y que por su valor cuenta con sus propias cadenas de reciclaje, que hoy en día reutilizan el 95% del aluminio de los edificios al término de su ciclo vital.
¿Qué productos y soluciones propone K-Line para el sector de la construcción industrializada?
K-Line ofrece al sector una de las gamas más completas del mercado, con una extensa propuesta de carpinterías a medida que cubren todas las posibles aplicaciones de las viviendas pre-construidas, como practicables-oscilobatientes, correderas de 2 y 3 raíles, correderas de grandes dimensiones, correderas acabadas en esquina, correderas de visión total con marcos minimizados, correderas de hoja oculta entre tabiques, correderas elevables, puertas de entrada con distintas series –Monopanel Alu, Monopanel Steel, Premium-, estructuras especiales y compuestas, estructuras arqueadas, triangulares y trapezoidales, protección solar con productos como ScreenBlock que sustituye las persianas convencionales, persianas monobloc, persianas K-Flex con las lamas de seguridad y orientables en secciones, porticones, soluciones para rehabilitación, complementos como mosquiteras plisadas Mosk-Line, rejillas de ventilación, travesaños, esquineros y perfiles de unión… y un nuevo producto lanzado recientemente al mercado, K•Line Smart Home, el cual, por sus múltiples utilidades, aplicaciones y relación calidad/precio, está especialmente recomendado para construcción industrializada.
Veo que lo ha enfatizado al nombrar este nuevo producto, ¿de qué se trata?
K-Line Smart Home es la apuesta de K-Line por la casa conectada, especialmente recomendada para construcción industrializada por las ventajas que aporta a los constructores la incorporación del sistema. Opcionalmente, permite que las carpinterías -ventanas simples, oscilobatientes, balconeras, correderas o correderas de hojas ocultas entre tabiques- de medidas usuales o de grandes dimensiones, se entreguen equipadas de fábrica con unos sensores incorporados que las convierten en “inteligentes”, es decir, conectadas. Estos sensores -llamados DVI- funcionan por radiofrecuencia, por lo que no precisan de cableado alguno, hecho que simplifica al máximo la instalación de las carpinterías, las cuales recordemos se entregan totalmente acabadas y equipadas, a punto de instalar.
K•Line Smart Home ofrece una amplia diversidad de aplicaciones, como: el control de ventanas -sean practicables o correderas, informando sobre si están abiertas o cerradas, y en los modelos motorizados, permitiendo la aireación de la vivienda para una vida más saludable, de forma puntual, programada o mediante un sensor de calidad del aire, y de forma presencial o a distancia; en puertas de entrada, haciendo posible abrir la puerta de acceso a la vivienda a distancia, permitiendo en todo momento comprobar si está abierta, cerrada o cerrada con llave; en portales, permitiendo su control a distancia, para apertura y cierre, por ejemplo en puertas de valla de jardines o de acceso a escaleras; en persianas y venecianas, permitiendo su manejo a distancia, controlando su estado y facilitando el control solar y permitiendo la simulación de presencia en caso de ausencia de la vivienda; con un sistema de alarma que asegura y protege la vivienda contra intrusos; con control de la iluminación, para encendido y apagado de los sistemas de iluminación de forma puntual o programada, presencial o a distancia, y con simulación de presencia; control de la climatización, controlando la caldera y regulando el termostato de la calefacción o del sistema de climatización de forma puntual o programada, presencial o a distancia; con control de consumo, que permite un considerable ahorro de energía de calefacción, electricidad, agua o gas; con control individual de estancias y habitaciones; con control de calefacción, iluminación y persianas de cada estancia por separado, o de forma centralizada para toda la casa, permitiendo la creación de escenarios mediante la programación de persianas, iluminación y portal para activación automática, con simulación de presencia; con agenda, con programación periódica de horario de apertura de persianas, aireación de la vivienda, climatización, etc; con detección de humos, alertando sobre un eventual peligro de incendio y en caso de detectar humo, abriendo automáticamente las persianas motorizadas para facilitar una vía de escape; control del garaje, con apertura y cierre de la puerta de acceso al garaje y control de su estado; control de estores y toldos, permitiendo su manejo a distancia, controlando su estado y facilitando el control solar; con simulación de presencia, o cámara de video-vigilancia, con control en vivo y grabación a través de las correspondientes cámaras situadas en los puntos neurálgicos de la vivienda.
Además de las aplicaciones descritas, hay que remarcar que el sistema es abierto, de forma que se le pueden ir incorporando otras aplicaciones para cubrir la mayoría de productos del sector energético y de la climatización, así como admite la posible integración de otros objetos conectados, siempre dependiendo de la posible compatibilidad de los respectivos equipos.
Uno de los puntos importantes de K-Line Smart Home es su precio popular, una declaración de intenciones por nuestra parte para democratizar la implantación del sistema K-Line Smart Home y facilitar su penetración en el mercado.
Para acabar, ¿podría resumir brevemente la aportación de K-Line al sector de la construcción industrializada?
Con una oferta completa y global de ventanas, correderas y puertas de entrada -conectadas o no incluyendo sensores, productos motorizados y alternativas conectadas, K-Line es el mejor partner para los miembros del sector de la construcción industrializada, con una alta capacidad de producción, con trato directo de industrial a industrial, y todo en un solo proveedor, hecho que representa tener un solo interlocutor.
