La solución de balcones modulares de StayHöme
El confinamiento nos ha permitido valorar los espacios abiertos y se han apreciado, más que nunca, balcones y terrazas. Si no se cuenta con estas infraestructuras, no está todo perdido. Colocar balcones modulares y terrazas para viviendas ya es posible y existen proyectos para ello, como la solución de balcones modulares StayHöme del arquitecto Luis Quintano.
El proyecto StayHöme fue la propuesta de Luis Quintano para el concurso ‘La Arquitectura del día después’ organizado por la mutua Asemas, que propone repensar la vivienda según las necesidades surgidas durante la pandemia. Quintano creó un prototipo estandarizado para la instalación de balcones en las fachadas de edificios existentes.
Proyecto de balcones modulares StayHöme.
El proyecto propone un sistema constructivo sencillo, para montar ‘do it yourself/hágalo usted mismo’ y personalizarlo. El objetivo es estandarizarlo, por eso el prototipo recibió el nombre de StayHöme, una palabra que juega con el vocabulario de Ikea y con las ganas de verlo en todas las fachadas de Europa, al igual que los muebles del gigante sueco.
En los últimos meses, gracias a las restricciones del COVID-19, el balcón se ha convertido en nuestro espacio público, un elemento de conexión social, un valor que se ha recuperado y que se espera se mantenga en el futuro. Por eso, el proyecto StayHöme tiene una visión amplia, capaz de cuestionar la arquitectura de las ciudades independientemente de la emergencia. Que las fachadas de los edificios estén llenas de vida es un aspecto que puede mejorar la calidad de vida de barrios enteros, desde el balcón se puede observar el entorno en el que estamos insertos, se ve fluir la vida y también se pueden establecer lazos, aliviando la soledad y evitando el aislamiento.
Por ejemplo, el dispositivo sería ideal para dar calidad a barrios suburbanos y viviendas públicas donde no hay espacio público y donde se ahorra en balcones. De esta forma, sin embargo, cada familia podría disponer de un sistema de módulos (simple, doble, triple) de espacio exterior (cubierto o descubierto) y un conjunto de accesorios con los que divertirse configurando el balcón ideal.
Axonometría.
Solución configurable
Las posibilidades de configuración de StayHöme son numerosas y para hacerlo adaptable a todas las variables y a todo tipo de fachadas, el arquitecto ha desarrollado un sistema técnico que acopla la estructura exterior de los balcones a un sistema estructural interior que distribuye las cargas incluso al forjado. El principio es el de los ‘atrezzo’ que se disfrazan y se transforman en elementos de decoración personalizables. Quintano también está trabajando en la estandarización de la producción, lo que permitiría una importante reducción de costes.
Son diseños innovadores como el de los balcones modulares que se montan como un andamio practicable y colocan un balcón en cada vivienda en poco tiempo, o ventanas que se convierten en un balconcito con solo apretar un botón y aguantan 350 kilos por metro cuadrado.
La propuesta se desarrolla con elementos metálicos y de construcción en seco, buscando la estandarización, más común en los sistemas para mobiliarios o andamios de obra. Es importante que sean construcciones ligeras y económicas.
Posibilidades de configuración de los balcones modulares.
Por lo tanto, para empezar, se precisa el apoyo de una administración con visión de futuro que se preocupe por la calidad urbana de su entorno y quiera cuestionar los métodos y las leyes del planeamiento urbano.
Proyecto StayHöme del arquitecto Luis Quintano.
La opinión de Luis Quintano, arquitecto*
“Lo importante es que el usuario decida hasta qué punto quiere relacionarse o no con los vecinos, si quiere tener un jardín, un espacio para la lectura, si prefiere una zona de juegos para niños o un balcón desde el que observar. el mundo, etc. De esta forma, el ciudadano participa activamente en el diseño de la ciudad y socava el sistema de planificación urbana actual”.
“La arquitectura es clave y también es fundamental el urbanismo. La “Casa” se ha convertido en un elemento primordial en estos días confinados. La ventilación, el soleamiento, la versatilidad espacial, la separación de lo público y lo privado, han puesto de manifiesto la necesidad de repensar el diseño arquitectónico. Se necesita una mirada más abierta y ecológica. Se puede prever su uso en nuevas edificaciones como sistemas abiertos para las fachadas, pero para mí la clave estará más en la readaptación de la arquitectura existente que en la construcción de nuevos edificios. Debemos guiarnos por una mirada en dirección a la sostenibilidad, la rehabilitación, el reciclaje y las energías renovables”.
“StayHöme no surge en principio como sistema para el centro histórico de las ciudades, porque puede chocar con cuestiones patrimoniales. Sin embargo, se puede estudiar en casos puntuales donde la protección del bien patrimonial no sea muy alta, o cuando el carácter de los edificios sea abierto a la experimentación.
Sería posible modificar el tipo de materiales usando por ejemplo la madera y un carácter estético más adaptado a dicho entorno patrimonial. Si pensamos en tiempos históricos, se han utilizado balcones de carácter más ligero, sobre todo de madera, como por ejemplo los balcones tradicionales árabes con sus celosías ‘musharabi’”.
*Declaraciones recogidas de Telemadrid y del blog Máster PC21 Alum