Siete provincias de Castilla y León son declaradas como libre de tuberculosis caprina
La Dirección General de Producción Agrícola y Ganadera de la Junta de Castilla y León ha declarado a un total de siete provincias de la comunidad autónoma como libres de tuberculosis caprina: Burgos, León, Palencia, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora. Así, únicamente las provincias de Ávila y Salamanca no tienen ese reconocimiento.
Esta declaración es fruto, tanto de la eficaz aplicación del programa sanitario de erradicación de la tuberculosis caprina, como del compromiso con la sanidad animal que mantienen los ganaderos, según señala la asociación agraria Asaja Palencia, que se hace eco de esta declaración.
La prevalencia de tuberculosis caprina en cada una de estas siete provincias ha sido inferior al 0,1% durante tres años consecutivos, por lo que el 99,8% de los rebaños tienen etiqueta T3 y el 99,9% de las reses están incluidos en rebaños T3. Reciben esta calificación T3 las explotaciones sin signos clínicos y resultados negativos a dos pruebas (la primera de ellas, entre los dos y los seis meses tras la eliminación del último animal positivo; y la segunda, al menos a los seis meses de la primera).
La declaración conlleva que la frecuencia de las pruebas se podrá reducir a una cada dos años. La decisión permite, pues, rebajar la presión en el control diagnóstico. No obstante, la tuberculosis caprina es una enfermedad que debe ser controlada, por lo que se mantendrá “cierta presión diagnóstica” en los establos de la especie caprina “con el fin de mantener la calificación sanitaria favorable”, según indica la declaración publicada en el Bocyl.
La tuberculosis caprina es una enfermedad infecciosa, contagiosa y de curso crónico que deprime el sistema inmunológico de los animales, por lo que causa que enfermen fácilmente de otras enfermedades, un deterioro del estado de salud del animal que, a la larga, anticipa su muerte.