La raza caprina Blanca Andaluza pierde su única ganadería en Castilla y León
La Asociación Nacional de Criadores de Ganado Caprino de Raza Blanca Andaluza o Serrana (Ablanse) sigue disminuyendo el número de ganaderías asociadas de esta raza amenazada, con una última baja en Castilla y León.
La baja sostenibilidad económica asociada al cuidado de este patrimonio tan amplio hace que su futuro quede muy condicionado a la percepción de las ayudas. Por ello, al no ser reconocida como premiable de las ayudas de fomento de las razas autóctonas por la Junta de Castilla y León, el criador de la ganadería Covarres, ha cursado la baja de la asociación. Covarres es la única ganadería de esta raza autóctona en esta comunidad, en la provincia de Palencia. El ganadero Gonzalo Díez comenzó formando parte de la Asociación en el año 2020, y cuenta con un censo de 209 animales.
“Esta noticia supone un desaliento más para los que trabajamos en la conservación de las razas y el mundo rural en general. No es fácil en estos tiempos que los jóvenes se sumen a esta actividad, y que después de todo lo caminado, como es este caso, cuando la ganadería se ha estabilizado en una zona, perder el vínculo con la asociación es una frustración en nuestro trabajo y nuestras funciones”, señala Sara Rey Sanz, secretaria técnica de Ablanse.
“Desde Ablanse seguiremos esforzándonos por mantener la diversidad de animales y de profesionales, pero cada día es más difícil sobrevivir y las pérdidas son irremplazables como patrimonio y como futuro del mundo rural”, continúa.
Son malas noticias para el caprino ambiental. Hace menos de un mes, Ablanse, junto a las asociaciones de Negra Serrana y Blanca Celtibérica publicaron un manifiesto para concienciar y salvaguardar el patrimonio que hay detrás de cada una de estas razas autóctonas amenazadas.