La viruela ovina y caprina obliga a sacrificar a más de 17.000 animales en España
La vuelta de la viruela ovina y caprina a España tras más de 50 años sin casos ha dejado ya más de 17.000 animales sacrificados con el objetivo de contener el brote de esta enfermedad no transmisible a humanos y evitar que se propague a otras zonas.
Desde que se notificó el primer foco el pasado 19 de septiembre en una finca de Benamaurel (Granada), fueron detectando más casos en la vecina Cúllar y luego el brote dio un salto a Villaescusa de Haro (Cuenca), según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
Todos los positivos han sido detectados dentro del área de protección y vigilancia y ha afectado a granjas de producción de carne, centro de concentración, producción de leche y cebaderos. Los expertos mantienen la esperanza de poder erradicar este brote porque, por el momento, los casos están localizados en esas zonas.
Una vez que las autoridades sanitarias confirman un positivo por viruela ovina y caprina se activan las medidas de control recogidas en el Reglamento Delegado (UE) 2020/687 de la Comisión Europea y que incluye el sacrificio de los animales, la eliminación de los cadáveres en una planta de transformación y la limpieza y desinfección oficial de la explotación.