‘Los franceses y los ascensores’, un análisis en vísperas de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París
La francesa Fédération des Ascenseurs presentaba a finales del pasado mes de marzo la 7ª edición de su barómetro ‘Los franceses y los ascensores’, realizado por el instituto de investigación Ipsos. Este pone de relieve la percepción que tienen los franceses de la accesibilidad, la necesidad y la seguridad de los ascensores, tanto en las infraestructuras públicas como en los edificios residenciales, en vísperas de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos que tendrán lugar este verano en París. Y las conclusiones son intrigantes.
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Casi 8 de cada 10 franceses afirman utilizar el ascensor con regularidad, y el 28%, incluso a diario. El ascensor es el primer medio de transporte del país, con 100 millones de desplazamientos diarios. En la última encuesta realizada por el instituto Ipsos sobre ‘Los franceses y los ascensores’, la Fédération des Ascenseurs analiza su relación con la movilidad vertical.
Elemento esencial de la movilidad
Considerados por el 57% de los franceses como indispensables para desplazar cargas ocasionales, acompañar a las personas mayores (53%) o a los niños pequeños (41%), los ascensores facilitan la vida cotidiana, ya sea en las zonas urbanas, en las estaciones, en los lugares públicos o, por supuesto, en los condominios.
Y eso, sin tener en cuenta el papel cada vez más importante que estos equipos van a desempeñar en nuestro futuro. Las ciudades van a tener que hacerse más verticales y densas para acoger a más gente en el mismo espacio. Al mismo tiempo, la población francesa envejece y pierde autonomía. En 2030, 1 de cada 3 franceses tendrá más de 60 años y, por primera vez, habrá más mayores de 65 años que menores de 15. La accesibilidad y la movilidad inclusiva deben ser una prioridad en las zonas urbanas, y la movilidad vertical debe estar mejor pensada y ejecutada.
Infraestructuras insuficientes en los espacios públicos
Aunque los retos están claramente identificados, la respuesta no es suficiente. En vísperas de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París, y cuando la cuestión de la accesibilidad se inscribe cada vez más en el debate político, los franceses destacan la falta de ascensores, escaleras mecánicas o pasillos móviles en los transportes públicos (52%), en las escuelas y universidades (63%) y en los centros deportivos (65%). Todo ello hace muy compleja la vida cotidiana de nuestros conciudadanos con discapacidad, por no hablar de las personas mayores y sus familias.
Francia está actualmente mal equipada en materia de ascensores. Está muy por detrás de sus vecinos europeos. Solo hay 8 ascensores por cada 1.000 habitantes en Francia, frente a 23 por cada 1.000 en España. Y se subestima la necesidad de accesibilidad inmediata en los nuevos edificios.
Las ayudas siguen siendo escasas
En este contexto, la Fédération des Ascenseurs quiere alertar a los poderes públicos sobre la urgencia de desplegar más soluciones de movilidad vertical en los lugares públicos, y también sobre la necesidad de ayudar a todos a mantener y renovar sus equipos. El 94% de los encuestados considera que la renovación es una prioridad importante, y con razón: el 50% de los equipos existentes tiene más de 30 años, y el 25%, incluso más de 40 años.
“Para responder a las necesidades de movilidad y accesibilidad, es indispensable modernizar los ascensores a partir de cierta edad para garantizar la seguridad, la fiabilidad y el ahorro de energía. Del mismo modo que ya no utilizamos 4L y 2CV en nuestras carreteras, tenemos que cambiar los ascensores de nuestras ciudades. Renovar ascensores de entre 30 y 40 años puede ahorrar hasta un 60% de energía. Por tanto, el ascensor tiene un papel que desempeñar en la descarbonización de nuestro medio ambiente”, subraya Philippe Boué, presidente de la Fédération des Ascenseurs.
Por tanto, sería esencial incluir los ascensores en los programas ‘MaPrimeRénov’ y ‘MaPrimeAdapt’, y abrir estos programas a las viviendas colectivas y los espacios públicos. La Federación también pide que se liberen otros fondos, como el plan de la región de Île-de-France, que destina 2 millones de euros a la renovación de ascensores en comunidades de propietarios.
“Este nuevo barómetro con el instituto Ipsos demuestra una vez más que los usuarios confían en los equipos que facilitan la inclusión vertical. Dos tercios de los usuarios que afirman no haber sufrido ninguna avería en los últimos 12 meses confían abrumadoramente en las empresas que se encargan del mantenimiento de sus ascensores para garantizar su comodidad y seguridad. Sí, el ascensor es un eslabón de la cadena de la movilidad cotidiana y del estilo de vida mucho mejor considerado de lo que podríamos pensar, y un eslabón esencial, si no indispensable”, concluye Boué.
El informe completo puede consultarse en este enlace.