Valtra ya diseña el tractor del futuro
El anuncio realizado durante la pasada SIMA no ha caído en saco roto. Valtra se ha propuesto firmemente concienciar a la comunidad de agricultores y a la sociedad en general de los retos que la agricultura deberá afrontar en el futuro. Por ello convocó el pasado mes de febrero la primera edición del Valtra Design Challenge, una iniciativa dirigida a conocer cómo pueden ser los tractores dentro de 20 años. 133 equipos de 41 países han participado en esta iniciativa y el primer premio, dotado con 10.000 euros, ha sido para tres diseñadores argentinos que presentaron MOD2, un módulo básico de dos ruedas que puede complementarse con otros módulos para realizar diferentes labores en campo. Valtra no quiere poner límites a la imaginación y ya ha anunciado el concurso para 2018.
Holanda no solo fue el país escogido por Valtra para presentar todas sus series de la cuarta generación, durante la presentación hubo un tiempo reservado para hablar del diseño de la maquinaria agrícola del futuro. Valtra dio durante la SIMA de París el pistoletazo de salida a un concurso con el que pretendía poner a trabajar a equipos de diseño de todo el mundo. Y así ha sido. En la competición que finalizó el 26 de abril, dirigida principalmente a estudiantes de diseño industrial, participaron 133 equipos de más de una cuarentena de países. “Todo un orgullo para Valtra”, tal y como reconoció el presidente del jurado Kimmo Wihinen, director del Departamento de Diseño Industrial y Experiencias del usuario de Valtra.
El primer premio de este innovador concurso que llevaba como título '¿Cuál es tu visión del tractor en 2040?' fue para un equipo de diseñadores argentinos compuesto por Juan García Mansilla, Marcos Madia y Ezequiel Castro. Su propuesta no dejó indiferente a nadie. Una máquina con un diseño 'futurista' reducida a la mínima expresión. “Valtra MOD2 se muestra básico en su diseño y sin embargo es enormemente interesante. El concepto puede ser muy útil en muchas escalas distintas de trabajos relacionados con la agricultura y tiene una amplia gama de usos en aplicaciones para los clientes”, mencionaba en sus conclusiones el jurado.
"En cuanto nos enteramos del concurso formamos el equipo especialmente para este desafío. Trabajamos durante tres semanas sin parar tratando de entender cuáles serán los desafíos de la agricultura en el 2040 y buscando soluciones para afrontarlos", explicaban Juan García y Marcos Madia, quienes se desplazaron hasta Apeldoorn para recoger los 10.000 euros con los que estaba dotado el premio.
MOD² se centra en ofrecer la tan necesaria flexibilidad operativa. Este sistema modular está constituido a partir de una unidad base, que se puede conectar a otras, permitiendo distintas configuraciones que se adaptan a diversos propósitos con diferentes demandas de potencia. A través de la escalabilidad, MOD² puede funcionar como varios tractores pequeños que realizan tareas simultáneas de baja potencia o un gran tractor que realiza una operación de alta intensidad. “La adaptabilidad es la mejor manera de abordar un entorno que está cambiando continuamente”, comentaban.
"A lo largo de las tres semanas pensamos en qué elementos se podían ajustar para un proyecto trasladable al 2040. La mejor manera de estar preparado para los deafíos es hacerlo con un sistema flexible, y por eso nos decidimos por la modularidad, con una unidad base que es la minimísima expresión de un tractor: dos ruedas, un motor y un eje que los une", explicaban los autores. "Esto permite una gran flexibilidad, ya que los módulos se podrán utilizar de diferente forma dependiendo de la labor que se quiera realizar, y también una gran adaptabilidad, ya que se sabe que contaremos con factores climáticos más extremos y que el suelo será cada vez menos idóneo para el cultivo. Para abordar la cuestión de la compactación del suelo, el MOD² utiliza un sistema de tracción de anchura variable que le permite distribuir mejor su peso en terrenos blandos. En definitiva, este sistema modular es la solución más cercana para abarcar la mayor cantidad de escenarios posibles dentro de 25 años".
Si bien la unidad puede realizar numerosas tareas de forma autónoma, algunas seguirán requiriendo supervisión humana directa. Para estos casos, el operador puede equiparse con un controlador de realidad virtual que permite la supervisión directa y el control tanto remoto o in situ. Desde el punto de vista medioambiental, el concepto ideado por los tres diseñadores argentindos incluye un circuito cerrado de energía eficiente con un muelle de carga alimentado con energía renovable.
Las unidades modulares también presentes en el segundo y tercer premio
El segundo premio fue concedido al equipo de diseño indio capitaneado por Harsh Kamleshkumar Panchal, que bautizó su proyecto con el nombre de 'Kronos'. Se trata de un diseño modular que se compone de dos sub máquinas, la unidad base y la cabina, siendo esta última la parte más eficiente de todo el tractor. Para realizar tareas más pequeñas donde no se necesita todo el tractor, como la siembra, la verificación del terreno o la comprobación de cualquier irregularidad en el campo, la cabina se puede reducir. Por otro lado, la unidad base es un vehículo autónomo no tripulado. Es capaz de realizar grandes operaciones sin una asistencia en el campo. Se trata de un vehículo muy futurista y que puede ser operado desde el hogar por el usuario utilizando un ordenador o cualquier interfaz portátil.
El tercer premio fue para al proyecto 'FarmHand', liderado por los diseñadores estadounidenses Daniel James Yee y Paul Olvera. Según su presentación, el agricultor de 2040 utilizará una sola pieza de maquinaria para abordar cualquier tarea en el campo. Teniendo en cuenta que los agricultores entrarán en el campo con diferentes niveles de experiencia, el Valtra FarmHand está diseñado para “crecer con el agricultor”. El núcleo está compuesto por dos ejes y neumáticos a los que se van uniendo diferentes implementos según cada necesidad.