Las bombas autocebantes de la serie industrial de eje libre solucionan eficaz y económicamente el trasiego de la más amplia gama de fluidos, con caudal de 700 hasta 4.500 l/h.
Las turbinas se fabrican en diferentes materiales para diferentes aplicaciones. Las turbinas de neopreno son de utilización general y soportan 70 °C. Las de nitrilo para aceites y derivados y soportan 80 °C. Las de hypalon son ideales para productos químicos y soportan 110 °C. Las de EPDM son para productos corrosivos y soportan 80 °C. Y finalmente las turbinas sanitarias son para uso alimentario y soportan 100 °C.
Se trata de bombas que tienen cuerpos fabricados íntegramente en acero inoxidable 316L o en latón, siendo equipadas con diversos tipos de motores eléctricos. Por su estudiado diseño constructivo solo tienen una pieza móvil, sin engranajes y sin contacto metal-metal, características que disminuyen notablemente su desgaste y garantizan un servicio continuado. No necesitan lubricación. Son versátiles y perfectamente adaptables, porque el cuerpo de la bomba puede girar 360°, lo que permite posicionar las bocas en función de la necesidad de instalación.
El cuerpo de la bomba es excéntrico respecto a la turbina, debido a la leva fija que lleva integrada. Debido a esta excentricidad el volumen que se crea entre las palas de las turbinas cambia al girar ésta. Cuando las paletas pierden el contacto con la leva se origina una depresión que provoca la aspiración del fluido hacia el interior de la cámara. El fluido es transportado hacia la salida y las paletas vuelven a entrar en contacto con la leva, produciendo un incremento de presión que impulsa el líquido hacia el exterior.
Las bombas son autocebantes. El cebado es instantáneo (30 s). Pueden girar en cualquier ángulo y en ambos sentidos de rotación. Son bombas apropiadas para líquidos volátiles o viscosos. No se recomiendan para productos altamente abrasivos, en razón del desgaste de las partes metálicas. Soluciones ligeramente abrasivas o arenosas pueden ser trasegadas con normalidad.