El futuro del vino catalán está escrito con datos, raíces y compromiso
La cuarta edición de la Wine Innovation Week (WIW), que se celebró los días 25, 26 y 27 de marzo de la mano de INNOVI, se ha consolidado como un acontecimiento de referencia en innovación para el sector vitivinícola en Cataluña. El evento, que recorrió 5 localizaciones y reunió a más de 300 asistentes, contó con una programación con más de 40 actividades en el marco de 3 denominaciones de origen: Terra Alta, Costers del Segre y Pla de Bages.
La WIW 2025 arrancó en la bodega Herencia Altés, en un entorno privilegiado donde se puso el foco en las tecnologías aplicadas en el campo: drones para tratamientos fitosanitarios, sistemas de smart spraying, vehículos no tripulados y plataformas eléctricas autónomas. La jornada mostró como la sensórica, la gestión inteligente del agua y la eficiencia energética pueden transformar el cultivo de la viña.
La bodega Edetària cerró el día compartiendo experiencias en investigación sobre riego de apoyo y uso de datos para la viticultura de precisión. Todo ello, reforzado por catas, ponencias y una reflexión clara: la viticultura del siglo XXI necesita tecnología, datos y sostenibilidad.
El segundo día se centró en las nuevas tendencias en enología y digitalización. En las instalaciones de Raimat se presentaron soluciones como la inteligencia artificial aplicada a la cata del vino, el uso de levaduras no-Saccharomyces para adaptarse al cambio climático o herramientas de robotización para bodegas.
Una de las sesiones más destacadas fue la dedicada a los vinos desalcoholizados y de baja graduación, con catas exclusivas de vinos galardonados y proyectos pioneros como Nakens. También se habló del papel clave que jugarán los datos en la toma de decisiones enológicas y en la gestión sostenible de las bodegas.
La última jornada giró en torno al enoturismo y a la comercialización inteligente. En la bodega Abadal, la mesa redonda sobre enoturismo innovador puso sobre la mesa la necesidad de generar propuestas concretas y experienciales para atraer un público cada vez más segmentado.
Por la tarde, ya en Heretat Oller del Mas, se exploraron herramientas de marketing digital, resultados de estudios de consumidores y estrategias de posicionamiento. La jornada cerró con una visita a la bodega y una reflexión clara: el futuro del enoturismo pasa para conocer mejor el cliente, ofrecer experiencias memorables y comunicar con entusiasmo y autenticidad.








