La consultora Morillas asegura que el cava se mantiene fuerte en un contexto de retos y oportunidades
El objetivo fundamental de esta investigación ha sido entender mejor las percepciones del cava, tanto en territorio catalán como en otras regiones, e identificar las tendencias que están modelando el sector. Los resultados han mostrado una mejora considerable en la percepción del cava como una opción de calidad, consolidándolo como un líder dentro del universo de los espumosos, todo esto en un contexto de profundas transformaciones en el ecosistema vinícola.
Además, el estudio ha evidenciado como el cava, en un mercado cada vez más variado, continúa manteniendo una posición fuerte gracias a su capacidad de adaptarse a las nuevas demandas y tendencias emergentes, donde todavía hay margen de mejora para recorrer.
El informe también ha destacado varios desafíos que la industria tendrá que afrontar en los próximos años. Uno de los principales será aprovechar el momento de bonanza del vino blanco entre los consumidores. Además, los cambios en los hábitos de consumo y las nuevas inclinaciones de los consumidores en cuanto a las bebidas espumosas apuntan a la necesidad de adaptarse a un mercado cada vez más diversificado y exigente.
Joaquim Tosas, presidente de AECAVA, destaca que “la clave del futuro del cava es nuestra capacidad de innovar sin perder la esencia que nos hace únicos. Tenemos que saber evolucionar para seguir conectando con un público que búsqueda nuevos valores, sin olvidar la calidad y la autenticidad que nos definen desde nuestros orígenes”. Además, el cava tendrá que asegurar un relevo generacional efectivo, incorporando nuevas ideas e innovaciones sin perder las raíces que han caracterizado su calidad a lo largo de los años.
Otro aspecto relevante del estudio es que el hecho de ser un sector con una oferta muy amplia de marca al mercado, en diferentes categorías y niveles de precios, no ha afectado la imagen genérica del cava como un producto de alta calidad, puesto que el consumidor es consciente de la existencia de diferentes opciones en función de sus preferencias personales.
Esto se traduce en la necesidad de intensificar los esfuerzos para transmitir los valores del cava de manera más efectiva y diferenciarlo en un mercado cada vez más saturado, con una oferta más amplia. Sobre ello, Tosas añade que “tenemos que seguir construyendo nuestra imagen como un producto que combina tradición e innovación, de forma que los consumidores continúen viendo el cava como una opción premium que ofrece un valor añadido respeto otras alternativas al mercado”.
El estudio también subraya que el futuro del cava dependerá en gran parte de la capacidad de la industria para equilibrar tradición e innovación. Los datos muestran que dos terceras partes de los consumidores encuestados son favorables a una evolución del cava, siempre que esta no comprometa los valores y la esencia que han definido este producto durante años.
Esta predisposición a la adaptación abre nuevas oportunidades para integrar las últimas tendencias de consumo, desde las preferencias por la autenticidad hasta la investigación de experiencias innovadoras. El reto será que el cava sea capaz de conectar con una nueva generación de consumidores que buscan productos nuevos sin renunciar a la calidad y el prestigio que siempre han distinguido el cava. Por eso, “el cava tiene que continuar apostando por una estrategia de mejora constante, que integre las innovaciones más relevantes del mercado sin renunciar a su identidad inconfundible”.
Finalmente, el informe presenta varias recomendaciones estratégicas para consolidar la posición del cava en un contexto cada vez más competitivo y globalizado. Una de las sugerencias más destacadas es la importancia de capitalizar la revalorización de otros vinos, aprovechando el actual momento para crear un relato claro y coherente alineado con las tendencias del mercado. Esta historia tendría que reflejar no solo la calidad del cava, sino también su valor cultural y la tradición que representa.
Así, se propone construir una narrativa más cohesionada para transmitir la riqueza y la diversidad del cava, evitando que se perciba como una competencia interna dentro de la misma industria, sino como una propuesta conjunta que enriquece la oferta global. Estas acciones serán esenciales para garantizar que el cava mantenga su posición como un producto de referencia a nivel mundial y, a la vez, continúe creciendo de manera sostenible en los próximos años.
