Encuentro Jóvenes Talentos del Vino

Jóvenes talentos del sector vitivinícola abordaron el 29 de noviembre en un encuentro profesional las innovaciones y retos a los que deben hacer frente en campos como la tecnología o la biodinámica, con énfasis en el rol de la inteligencia artificial (IA) o el futuro de las nuevas generaciones.

El Encuentro Jóvenes Talentos del Vino lo organizó EDA Drinks & Wine Campus, una iniciativa desarrollada por Basque Culinary Center, que este año realiza su tercera edición en colaboración con Gramona, en Sant Sadurní d'Anoia (Barcelona), con más de un centenar jóvenes de varios perfiles vinculados al sector.

La directora de EDA Drinks & Wine Campus, Elisa Ulcar, relató que entre los asistentes había múltiples perfiles profesionales, como agricultores, viticultores, bodegueros, sumilleres u otros relacionados con la elaboración del producto, tanto hombres como mujeres, de hasta 40 años.

En declaraciones a EFE, detalló dos de las actividades más destacadas de la jornada: una sobre cómo el sector puede aprovecharse de la IA para su beneficio y otra “mucho más humanista y antroposófica” basada en la biodinámica.

Sobre el perfil de las nuevas generaciones, manifestó que una de las palabras que mejor define a los jóvenes es la de "colaboración", al ser una característica que tienen mucho más acentuada en comparación con otros grupos de edad: "Comparten información, recursos entre ellos, buscan sinergias, no compiten, solo colaboran", dijo.

Preguntada por la dificultad para entrar en el sector para las personas jóvenes, enfatizó en que eso depende mucho de las circunstancias, como por ejemplo las denominaciones de origen en las que trabajen o pretendan hacerlo: "Yo creo que es sencillo entrar. Lo único, si quieres tener algo en propiedad, en según qué zonas, las hectáreas tienen un coste más elevado, pero yo creo que es fácil entrar porque, de hecho, estamos deseando toda nuestra generación que lo haga gente joven".

Ulcar incidió en que la generación que actualmente tiene entre 50 y 60 años está apostando por los jóvenes, "dejándoles parcelas o en sus propias bodegas espacios" para que puedan desarrollarse y potenciarse profesionalmente.

Por su parte, el director técnico de la empresa coorganizadora de esta edición, Roc Gramona, afirmó que un encuentro como este permite a los asistentes hacer contactos, que son importantes, así como fortalecer relaciones, compartir distribuidores y también distintas prácticas culturales. "Cuesta encontrar gente a que le apasione este mundo del vino, pero si te apasiona no hay dificultades, todo son facilidades", aseguró.

Sobre qué supone para Gramona coorganizar esta edición, explicó que aceptaron "no por obligación, ni mucho menos", sino porque este encuentro, que busca fomentar "el pensamiento crítico entre los asistentes", también se lo sienten como algo propio.

En las sesiones participaron el viticultor procedente de La Guancha (Tenerife), Borja Pérez, que puso en valor el peculiar vino desarrollado en las Islas Canarias, con viñedos nutridos de la tierra volcánica del archipiélago a partir de múltiples variedades autóctonas.

Borja Pérez, que lidera las bodegas que llevan su nombre, hizo hincapié en que "el vino es una bebida cultural", por lo que la gente del sector también necesita espacios como este, "porque al final el trabajo del día a día es superduro", y este espacio permite "disfrutar e intercambiar opiniones". "Muchas veces, problemas que te pasan a ti ya le han pasado a otros, y esos otros le han puesto solución", subrayó Pérez.

Jordi Urbea, senior vice presidente de Ogilvy Spain y CEO Ogilvy Barcelona, hizo su ponencia 'La inteligencia artificial, el maridaje perfecto para el vini', subrayando que "la inteligencia artificial está transformando los negocios; o la abrazas, o te arrasa. Descubrid cómo aplicarla en vuestro día a día para conocer mejor a vuestros consumidores, personalizar mensajes y construir relaciones que os diferencien en un mercado cada vez más competitivo".

David Baixas, viticultor biodinámico y productor de vinos naturales en la bodega familiar Baixas Lehnberg, en Aiguamúrcia (Tarragona), explicó en su ponencia ‘Fundamentos de viticultura biodinámica’ que esta viticultura fue desarrollada a partir de las ideas de Rudolf Steiner. Según David Baixa, la viticultura biodinámica se basa en tres principios de acción fundamentales: "El uso de preparados biodinámicos elaborados a partir de plantas medicinales y partes de animal para equilibrar el ecosistema; el trabajo sincronizado con los ritmos cósmicos, la del sol, la luna y los planetas, y el concepto de 'organismo granja', que trata cada finca como un ser vivo, promoviendo la diversidad y el equilibrio natural”.