Socuéllamos, naturaleza e historia en la Ruta de Caminos del Vino de La Mancha
14 de julio de 2011
Socuéllamos y la vid siempre han ido unidas de la mano. De hecho, en el siglo XIII, el Maestre de la Orden de Santiago que gobernaba la zona concedía un privilegio a quienes vinieran a poblarla, “poniendo casa y dos aranzadas de viñas”, por el que quedaban libres de todo tributo “excepto del diezmo a Dios”. Privilegio que sería confirmado, sucesivamente, por los Reyes Católicos y Carlos V. De aquella época datan algunos de los monumentos de la localidad, como la Casa de la Encomienda, el Antiguo Ayuntamiento y la Iglesia de La Asunción.
En el momento de visitar bodegas, dentro de la Ruta de Caminos del Vino de La Mancha, Socuéllamos permite descubrir las instalaciones de Bodegas Crisve, Bodegas Loreto, Bodegas Lahoz y Finca Los Nevados. La mejor gastronomía, por otra parte, la encontraremos en el Restaurante El Portón. En la tienda de El Cuartete del Abuelo podremos adquirir productos gastronómicos de toda España. Y a la hora contratar algún servicio turístico, podemos recurrir a Autocares Pedro Parra. Del 1 al 8 de Septiembre, además, Socuéllamos celebra Manchavino, la Feria del Vino de La Mancha. En la llamada ‘Plaza del Vino’ numerosas bodegas de la zona ofrecerán sus caldos a miles de ciudadanos y visitantes, así como diversos productos de la zona.
No menos interesante es el Centro Carmen Arias, antigua casona rehabilitada que acoge el Centro de Arte y Cultura, exposiciones de pintura, fotografía, escultura, la magnífica biblioteca, el archivo municipal, salones para conferencias, etc. O la Plaza de Toros, original coso de ocho metros de altura que desde el exterior aparece como un montículo recubierto por árboles y vegetación; y que se construyó bajo la filosofía del reciclaje de residuos. A las afueras de la localidad, el Paraje Natural de Titos, enmarcado por el cauce del río Záncara, permite disfrutar de un agradable día en el campo, pues está equipado con barbacoas, bancos y mesas de madera, sombras, zonas de juegos para los más pequeños. La jornada puede concluir con un paseo por las Cañadas Reales y Veredas de la zona, ya sea en bici o a pie.