España produce el 20% del vino rosado del mundo, pero sólo consume el 2,5% del total
Son datos que se extraen del estudio Rosé Wines Worldtracking, fruto de la colaboración entre el Consejo del Vino de Provenza (CIVP) y FranceAgriMer. La producción ‘rosé’ tiene dos claros dominadores: Francia y España. Entre estos dos países productores elaboran el 55% del vino rosado en el mundo (Francia el 35% y España el 20% del total). El tercer elaborador de rosados es EE UU, pero su peso sobre el total es bastante inferior (10%).
En Francia, mayor productor, la proporción de rosado que se produce ha crecido sustancialmente en la última década gracias a que múltiples regiones han optado por centrarse en este vino. Fuera de Francia, el observatorio ha identificado ‘nuevos’ países productores de vino rosado que se caracterizan por un crecimiento de más del 50% en 10 años, con una producción anual mínima de 50.000 hectolitros. Estos países son:
- Chile
- Nueva Zelanda
- Hungría
- Rumanía
- Bulgaria
En términos de consumo, aproximadamente 1 de cada 10 botellas de vino que se consumen en el mundo es de rosado. Este patrón, que se observó hace ya años, no hizo más que reforzarse en 2021. Y en Francia, el único país del mundo que consume tanto rosado, esa cifra es de 1 de cada 3 botellas.
En los últimos 10 años, aunque el consumo de rosado aumentó en conjunto –alcanzando un máximo de 20 millones de hectolitros en 2019–, disminuyó en 2020 y 2021, con cifras inferiores a 19,5 millones de hectolitros. En 2020 y 2021, los rosados se vieron muy afectados por la pandemia y los repetidos cierres de restaurantes, lo que provocó un descenso del consumo mundial. Otras circunstancias cíclicas, como el clima o los factores estructurales –como el menor atractivo de los rosados dulces– reforzaron aún más esa caída.
Así, la cifra de 2021 se situó en 19,4 millones de hectolitros de vino rosado. Son descensos de consumo, sin embargo, de una intensidad menor al del vino en general. También aquí es necesario pronunciar rosé en francés, pues Francia es responsable del 33% del consumo total de vino rosado en el mundo, seguida de Alemania (12%) y Estados Unidos (11%).
Nuestro país presenta una demanda de vino rosado muy inferior, pues, aunque producimos el 20% del total mundial, sólo consumimos un 2,5% del total global. Por tanto, la salida del vino rosado español está muy clara: el mercado exterior, donde somos líderes en volumen (doblando las cifras de Francia, que han crecido de forma pronunciada y lineal en los últimos 10 años).
Italia, cuyas exportaciones se estancaron entre 2010 y 2018, disfruta ahora de una reactivación bastante fuerte, siguiendo la curva de crecimiento de Francia en los últimos cuatro años, lo que la aupó a la tercera posición como país exportador en 2021. En contraposición, las exportaciones de rosado procedentes de Estados Unidos no han dejado de disminuir desde 2015, con una aceleración de esta tendencia en 2021. De esta forma, España, Francia e Italia representan por sí solos casi 3/4 de todas las exportaciones, una proporción que se ha mantenido estable en la última década.
Si hablamos de valor, Francia, Bélgica y los Países Bajos son los exportadores que lideran la tabla. España, Chile y Sudáfrica son, en el otro extremo del espectro, exportadores de rosados de menor valor, con una proporción no desdeñable de vino a granel.
Con el 45% de las exportaciones mundiales de rosado en valor, Francia domina ampliamente esta clasificación mundial, una posición que no hace sino consolidarse. Le siguen Italia, España y Estados Unidos, que triplican su valor.
Tendencias globales
La mayor tendencia es el escaso crecimiento de vinos rosados entre 2020 y 2021, aunque sigue habiendo zonas con gran potencial de desarrollo: tras varios años de crecimiento ininterrumpido, el consumo mundial de vino rosado remitió en 2020 y retrocedió en 2021. Países como Francia, Estados Unidos e Italia muestran un cambio de tendencia especialmente notable en este sentido. No obstante, siguen existiendo vías de crecimiento (especialmente en Bélgica, Europa Central y Oriental, Escandinavia y Asia-Oceanía) y algunos mercados incluso experimentaron un repunte entre 2019 y 2021 (Alemania, Reino Unido y Países Bajos). En general, los rosados sirven de “amortiguador de crisis” en la categoría de vinos tranquilos.
En paralelo, la producción mundial de rosado sigue aumentando. Esta evolución plantea algunos interrogantes en un contexto de reducción de los niveles de consumo. La producción sigue concentrada en tres países (Francia, España y Estados Unidos, que representan el 66% de la producción mundial). Varios países han experimentado un repunte de la producción de rosado tanto en el hemisferio sur (Chile y Nueva Zelanda) como en Europa del Este (Hungría, Rumanía y Bulgaria).
Por otro lado, Francia ha consolidado aún más su posición mundial en el sector del rosado. Es el productor nº 1, el consumidor nº 1, el exportador en valor nº 1 (por detrás de España en volumen) y el importador nº 1 en volumen (sobre todo de vinos españoles de gama baja).
Con todo, el comercio internacional de rosado sigue progresando. Aproximadamente la mitad de los rosados cruzan al menos una frontera nacional antes de ser consumidos. España sigue siendo el principal exportador en volumen y Francia, en valor.