Entrevista a Gerard Basset, el mejor sumiller del mundo
Gerard Basset es un profesional sin igual. Es la primera y única persona en ostentar las titulaciones de MW (Master of Wine), MS (Master Sommelier) y un MBA Wine Honorous. Este sumiller franco-inglés es conocido por toda la industria del vino como ‘el mejor sumiller del mundo’, además de ser empresario —fundó la cadena de hoteles Hotel du Vin Group— y de dirigir la boutique hotel Terra Vina. Sin duda, una inspiración para toda una generación que recibió un Gueridón de Oro en la última edición de San Sebastian Gastronomika.
Para empezar, ¿qué opinión le merecen los vinos españoles?
A pesar de que durante un largo periodo de tiempo España no había producido grandes vinos —exceptuando algunos vinos excepcionales como Vega Sicilia, Pesquera, algunos Rioja o los mejores caldo de Miguel Torres entre otros—, en los últimos 30 años esto ha cambiado. Actualmente España es uno de los mayores productores de vino del mundo en términos de calidad, con infinitos vinos top de diferentes zonas del país.
¿Tenemos un problema con los precios?
España produce una gran cantidad de vinos de regiones distintas y es lógico y casi inevitable que haya una variedad de precios bastante amplia. Lo importante es que las principales bodegas del país se promocionen de la forma correcta a nivel internacional para que el consumidor se concentre más en ellos y menos en los vinos de menor precio. Francia e Italia lo han hecho muy bien en este sentido, no veo porqué España no puede lograrlo.
Producimos mucho vino pero nuestros beneficios económicos no son los deseados… ¿El mundo reconoce el vino español?
Sí, el mundo lo reconoce. En los últimos 20 años ha habido un crecimiento muy importante en el interés internacional hacia la gastronomía española con una gran cantidad de chefs con Estrella Michelin en Cataluña y el País Vasco que se han situado en las primeras posiciones de la gastronomía mundial. Además, las Tapas están muy de moda y se han abierto restaurantes de tapas en ciudad como Londres que han despertado aún más este interés. En consecuencia, este éxito ha beneficiado a la industria vinícola española.
Es uno de los mejores sumilleres del mundo. ¿Qué cualidades debe tener un vino para que lo considere ‘bueno’?
Cualquiera de gran pureza o de excelente complejidad, con buena harmonía, que deje un buen sabor en boca después de ser ingerido y que sostenga un carácter muy específico. Otro criterio importante es su capacidad de envejecer.
Hablemos de vinos del mundo. ¿Qué regiones le están llamando la atención últimamente?
Afortunadamente aprendo mucho todos los días. Hay muchos países que están produciendo vinos capaces de propiciar buenas sensaciones pero sí es cierto que en los últimos meses estamos vendiendo muchos vinos griegos en mi restaurante debido a su calidad excelente.
Volviendo a España, ¿cuáles son sus regiones favoritzas?
Mi zona preferida en España es Jerez. Me encantan los vinos Sherry, así como otros vinos alcoholizados del mundo como los de Madeira, Porto o Rutherglen. Son una tipología mágica gracias a su complejidad. Desgraciadamente, el gran público no los acaba de entender… A parte de estos vinos alcoholizados, me gustan mucho los Ribera del Duero.
¿Qué tipología de vino se nos da bien elaborar en España?
España es afortunada porque puede producir muchos estilos y tipos de vino. De todos modos, me atrevería a decir que además de los asombrosos vinos de Jerez o Sanlúcar de Barrameda, España es un poco mejor en la producción de vinos tintos.
Es común que el consumidor confunda el champagne con el cava, aunque para nosotros sean muy diferentes…
Obviamente los profesionales que trabajamos con champagne y cava conocemos las diferencias pero es normal que el consumidor las confunda. Mucha gente bebe vino espumoso en celebraciones y se centran más en el evento en sí que en el caldo que consumen. El cava, como otros vinos espumosos de Inglaterra, Italia o Nueva Zelanda, entre otros, tiene su propio carácter y podría ser una muy buena opción para incorporarse en muchas cartas internacionales de vinos.
¿Cree que el consumidor se deja influenciar demasiado por los gurús nacionales e internacionales?
Hay muchos aspectos en los que los críticos internacionales siguen siendo muy importantes, sobre todo porque tienen un efecto muy destacado en el valor de un caldo para la mayoría de coleccionistas de botellas a la hora de revendelas. Asimismo, aunque muchos amantes del vino quieren saber qué opinan estos críticos sobre un vino particular, o si ha obtenido un premio de gran importancia, los consumidores están cada vez más informados y forman sus propias opiniones.
Para terminar, ¿podría destacarnos vinos de nuestra tierra?
Por supuetso, voy a remarcar 5 vinos que me parecen muy interesantes. El primero es Fransola, un vino blanco delicioso de Miguel Torres; Más Amor, un rosado excelente de Franck Massard: un vino tinto increíble del Priorat, Clos Mogador; y dos Sherrys maravillosos, el Fino Tio Pepe en Rama (tuve el privilegio de formar parte de la selección de la colección Finos Palmas 2016) y Palo Cortado de Bodegas Tradición.
