Syngenta organizó para Codorníu un curso de calibración al que asistieron cerca de 100 viticultores
28 de junio de 2013
Syngenta y Codorníu han unido sus fuerzas para avanzar en dos de los puntos clave que están en el libro de ruta de ambas compañías: la sostenibilidad de la actividad agraria y la mejora del nivel de formación del sector. Así, Syngenta ha organizado en las instalaciones de Codorníu uno de sus cursos de calibración para enseñar a calibrar correctamente los equipos de aplicación de productos fitosanitarios, y de esta manera conseguir una mayor eficacia del tratamiento, evitando pérdidas de productos y malas prácticas agrarias. El curso fue un éxito, ya que cerca de 100 viticultores, que producen uva para Codorníu, acudieron al mismo y mostraron un enorme interés por este tema.
El curso comenzó con una presentación en el salón de actos de las cavas de Codorníu en Sant Sadurní de d’Anoia. Germán Canomanuel, del departamento de Asuntos Corporativos de Syngenta, presentó la compañía y su fuerte apuesta por la I+D+i (2 millones de euros de inversión al día en todo el mundo) y por la sostenibilidad, con una amplia oferta de acciones llevadas a cabo en los últimos años como Operación Polinizador, el sistema Heliosec, el apoyo a la Agricultura de Conservación, etc. En este sentido, desde Syngenta se tiene claro que las ‘Buenas Prácticas Agrarias’ y la formación continua del agricultor son las claves de futuro.
Entrando en la parte teórica del curso, Germán Canomanuel explicó los puntos más importantes de la nueva Directiva de Uso Sostenible, que en España se ha trasladado a través de dos reales decretos (RD de Usos Sostenible de Productos Fitosanitarios y RD de inspección de Equipos Fitosanitarios) que se llevarán a efecto por medio de un Plan Nacional de Acción. Entre los cambios más importantes que trae este Plan de Acción está que todos los implicados en el uso de fitosanitarios (transportistas, almacenistas, técnicos, agricultores, etc.) deberán tener el Carnet de Aplicador (cualificado o básico, dependiendo de la actividad).
Tras la introducción a toda esta nueva legislación, llegó el turno del equipo de Emilio Gil, del Departamento de Ingeniería Agroalimentaria y Biotecnología de la Universidad Politécnica de Catalunya, responsable de impartir la teórica y la práctica de la calibración de los equipos fitosanitarios. El profesor Emilio Gil habló de los elementos clave de la calibración (boquillas, manómetro, velocidad de aplicación, dirección y presión del aire) y puso de relieve las buenas y malas prácticas a la hora de tratar con fitosanitarios.
De la teoría se pasó a la parte práctica sobre el terreno para aprender a calibrar correctamente los equipos pulverizadores, a usar los discos calibradores, a saber elegir una boquillas u otras dependiendo de los parámetros de aplicación y a elegir estos parámetros como son la velocidad, la presión de aplicación, el aire a la hora de aplicar, etc. En este caso se probaron tres equipos de los propios viticultores participantes: se realizó primero una aplicación tal y como estaban calibrados y una segunda aplicación calibrados de forma correcta (con la participación activa de todos los asistentes), pudiéndose comprobar que, con mucha menos cantidad de producto se puede hacer una mejor aplicación y evitar derivas y pérdidas innecesarias.