Puertas inteligentes y seguras
Thesis 2.0 puede transformar una simple puerta en una entrada inteligente y, gracias a sus prestaciones, la hace más segura y funcional. Consideremos, por ejemplo, una entrada residencial con acceso comunitario. Condición fundamental: paso siempre seguro y acceso reservado a residentes y personas autorizadas. Esto no se puede conseguir si la puerta está equipada con una cerradura eléctrica tradicional o un cerradero eléctrico. El impulso eléctrico enviaría la orden a la cerradura, que permanece constantemente abierta hasta que no vuelva a cerrarse la puerta. Durante este tiempo, cuya duración no está determinada, el acceso al edificio es libre. Cualquiera puede entrar. Además, la seguridad de una cerradura eléctrica la proporciona un simple resbalón. Forzarlo es casi un juego de niños.
Thesis 2.0 aporta una solución radical a estos problemas: restablece automáticamente su estado de seguridad con un tiempo de apertura regulable en función de las necesidades. Una palanca de acero, de 20 mm de extensión, garantiza un alto nivel de protección anti-forzamiento (Thesis 2.0 está fabricada de conformidad con las normas UNI EN 12209). Utilizando los lectores de credenciales Stylos Line es posible gestionar el acceso mediante transponder, tarjetas contactless y/o códigos PIN. Stylos dialoga con Thesis 2.0 de forma directa, sin otros dispositivos electrónicos intermediarios. Se conecta con tan solo tres cables y el código enviado a la cerradura está criptado, por lo tanto es inviolable. Thesis 2.0 ofrece una seguridad adicional: en la versión ‘fail safe’, puede abrirse automáticamente en caso de corte de la alimentación, permitiendo así la evacuación de los locales en caso de incendio u otra situación de riesgo.
Entradas interbloqueadas y conectadas a la red BUS
Thesis 2.0 ha sido proyectada incluso para instalaciones más complejas, de tipo ‘profesional’. Por ejemplo, una entrada de banco interbloqueada o la integración en sistemas de supervisión de accesos que dialogan sobre una red BUS. La electrónica con la que está equipada la cerradura, sin añadir otros dispositivos y utilizando tan solo tres cables para la alimentación y datos, puede gestionar las típicas esclusas de entrada a los bancos.
Una vez recibido el impulso eléctrico, la primera cerradura se abre permitiendo el ingreso, manteniendo la segunda en seguridad. Solo después de haberse cerrado, la primera cerradura “envía” la autorización de apertura a la segunda, que se libera y permite la apertura de la puerta. Todo ello automáticamente. Una consola situada dentro de los locales y controlada por el personal encargado de la seguridad permite gestionar posibles situaciones de emergencia. Gracias a la capacidad del software instalado, igual de sencilla resulta la conexión a redes locales.