La Ruta del Cerramiento 2023 con la R1250 RS

Si en la edición del año pasado tuvimos en nuestras manos la Roadster 1250 R, la 'naked', la desnuda, en esta del 2023 hemos accedido a la versión RS, con un marcado carácter turismo deportivo y, por consiguiente, vestida o, mejor dicho, carenada.

En esta ocasión, la Ruta rompió con la tendencia in crescendo de los coches (en 2022, empate entre ambas opciones de montura) volviendo a su planteamiento inicial de hacerla en moto: de los nueve integrantes del grupo, ocho lo hicieron sobre las dos ruedas.

La mayoría absoluta de BMW sigue sin discusión, aunque ya se vieron dos nuevas marcas participantes, como son Guzzi y Suzuki, ambas con modelos maxi-trail.

Nuestra unidad, la 1250 RS gentilmente cedida por BMW Motorrad, se mostró algo más delicada de trato que la R, al menos al principio. La confianza en ella fue creciendo a medida que sumábamos kilómetros y pudimos disfrutarla en tramos de rectas y curvas abiertas, aunque un poco menos en carreteras muy reviradas donde la R o la GS nos inspiraron en su día más fe y convicción.

Eso sí, es una moto igualmente divertida y ávida a la vez que elegante y refinada. Ofrece un equilibrio entre las facetas deportiva y turismo, si bien para nosotros algo descompensado pero muy válido para un target más joven. La entendimos más inclinada a la vertiente deportiva (sin maletas es aún más auténtica) que a la de turismo, que recibiría este calificativo gracias al conjunto de maletas laterales y top case que incorpora y que permiten afrontar viajes de mayor duración y en pareja. Llegados a estas premisas, la opción de la RT, la gran turismo de la gama, nos parecería más adecuada y cómoda, siempre que se disponga también de mayor presupuesto.

Esta unidad RS concreta y testada, que combinaba los colores blanco, azul y rojo, con su frontal desafiante y seductor de muy atractivo diseño y unas preciosas llantas de 18”, nos pareció espectacular y muy llamativa. Para nada estridente ni desentonada y, sin embargo, una provocadora de miradas a su paso o estando estacionada.

No profundizaremos en sus aspectos técnicos por ser de sobras conocidos, pero la entrega y elasticidad de su motor bóxer bicilíndrico de 136 CV, su par motor, la frenada, la suspensión, los distintos modos de conducción y hasta el sonido del escape, nos siguen cautivando enormemente.

Nos gustó, y no negaremos que nos dejó enganchados cuando le encontramos el truquillo, la posibilidad de subir y bajar marchas directamente sobre la palanca de cambio sin necesidad de usar la maneta del embrague, lo que la hace muy dinámica, eficaz y adictiva.

En cambio, nos contrarió bastante el uso manual de las dos únicas posiciones de la cúpula, por ser de manejo duro y algo peligroso si se pretende variar su estado en orden de marcha, ya que hay que moverla tirando de la propia pantalla. En posición alta cubre bastante bien si se encuentra el punto idóneo para que el aire y los insectos pasen por encima del casco. Para encontrar ese punto hay que refugiarse un tanto detrás de la cúpula y ya no digamos en posición baja. Pero no hay que olvidar que estamos ante una moto de carácter deportivo mayormente.

Pudimos probarla en todo tipo de carreteras y circunstancias de tráfico, llegando a realizar con ella algo más de 2400 kilómetros con un consumo medio de 4,6 l/100 km. Algo menos que la R del año pasado, muy probablemente por razones aerodinámicas, si bien la diferencia de 0,3 l a los 100 no justificaría en absoluto elegir una u otra. Optar por la RS o la R sería puramente una cuestión de atracción y forma de entender la vida, ya que por prestaciones, equipamiento y precio andan las dos muy a la par.

La gama de cascos que conforman la actual colección de integrales de rango medio de HJC para uso básicamente sport touring y a un precio asequible es la i71.

De la mano de Bubumotos, tienda de accesorios y ropa de moto en Terrassa (Barcelona) y por gentileza de HJC Helmets, tuvimos la oportunidad de probar este casco durante la semana que duró la Ruta del Cerramiento de este 2023.

Gratas impresiones a nivel general, pues es cómodo, sólido y bien solucionado en temas de ruido y vibraciones gracias a su estudiado diseño. Igualmente, no resulta demasiado pesado, ya que está fabricado a partir de un policarbonato evolucionado por HJC, cuyas altas prestaciones le confieren una óptima consistencia, ligereza y seguridad en orden de marcha.

Ofrece suficiente entrada de aire y ventilación interior y no es en demasía caluroso a pesar de las condiciones de sofocante y extrema ola de calor sufrida durante los días de test.

Es de destacar la buena visión que proporciona la pantalla frontalmente y, muy en especial, a nivel de ambos laterales. También se agradece que incorpore de serie el visor solar de tres posiciones y el antivaho Pinlock, ambos tan eficientes y necesarios como gratificantes.

Un único detalle empañó nuestras buenas sensaciones, al menos con esta unidad: la pantalla se nos cerraba sola y de forma repentina al superar los 80-90 km/h, dándonos al principio unos cuantos sobresaltos. Posiblemente se trataría de un mal ajuste, pues la casualidad hizo que nos cruzáramos con otro usuario del mismo modelo recién comprado y nos apuntó que este problema era inexistente en el suyo.

El casco también incorpora el compartimento para adaptar el intercomunicador compatible con la segunda generación del Smart HJC Bluetooth y, si bien el nuestro fue el de color blanco, que atenúa mejor el sol, el negro y el gris son igualmente elegantes. Aun así, también se puede escoger entre diversas decoraciones que le dan un aire más personalizado y deportivo. Incluso hasta una con un 20 del Diablo, el piloto francés Fabio Quartararo, campeón del mundo de MotoGP en 2021 y que en 2023 ha firmado un acuerdo exclusivo con HJC.

Detalles del i71 de HJC.