La industria valora la situación del sector juguetero y las previsiones para 2024 (Parte 2)

“La Campaña de Navidad y Reyes estará marcada por las ofertas y promociones, y el precio de los productos, ya que se prevé que el consumidor reduzca su inversión en compras. La anticipación de las ventas o las compras a última hora dependerán de estas promociones y ofertas. Por su parte, el e-commerce será importante, siempre y cuando los precios sean competitivos, además será una buena alternativa para aquellos productos concretos que cueste encontrarlos en las tiendas. Las diferencias las marcarán las licencias más de moda y los productos de mejor relación calidad-precio”.

“Desde hace tiempo la situación en el sector juguetero es complicada, y creemos que este año acabará en negativo. Las tendencias se dirigen hacia productos de más calidad, sostenible y educativo. Además, la tendencia eco-friendly seguirá creciendo y generando cada vez más interés en el comprador final. Para el próximo año, la expectativa es mantenerse. La situación económica/financiera y social mundial no permite tener unas expectativas ni elevadas ni a largo plazo. Los retos del sector juguetero son intentar crecer en un mercado cada vez con menos clientes/niños. Así, es necesario ampliar el abanico con el target kidult y con los regalos, que consideramos como buenas opciones en estos momentos”.

“Estamos viviendo los efectos finales del impacto que causó la pandemia en el consumo y en la cadena de valor y de suminstro. La ley del péndulo se materializa siempre. Pero poco a poco iremos regresando a la normalidad. Con los niveles de inventario recuperados, la demanda restablecida en niveles normales y un buen ritmo en la innovación, este mercado volverá a ser el de antes, o mejor. Aun así, seguiremos teniendo el problema estructural de la estacionalidad, seguramente el peor de los males que aquejan al sector. Además, hay que contar con otro reto importante que pasa por la dilución de las audiencias infantiles y adultas frente a los medios audiovisuales. Hoy es mucho más difícil y costoso comunicar los productos a los grupos objetivo, alcanzar mínimos aceptables de cobertura, tener que fragmentar los presupuestos de comunicación en muchos más soportes para lograrlo y finalmente conseguir medir los resultados”.

“Un año más, estamos atravesando una situación inestable y con grandes variables. El top 5 no muestra estabilidad y crecimiento lo que genera en los clientes intranquilidad y exceso de precaución. Una vez más, no se regulan las compras en base a los resultados hasta la fecha. En cuanto a las tendencias, se dirigen hacia juguetes de marca, que aporten calidad y valor al juego. A la vez que una longevidad del producto, menos afectado por las modas. Por otra parte, el niñ@ sigue siendo niñ@ y el juguete forma parte de su crecimiento, entorno y necesidad. Sin embargo, la influencia de los padres es vital, estos valoran múltiples aspectos, y uno de ellos es el precio, la oferta y el ruido en torno al producto. Aun así, la decisión final es lo que el niñ@ pide, dentro del presupuesto familiar, el momento de compra o el factor influencia de medios”.

“La situación es muy estática. Se sigue trabajando demasiado a la defensiva con la esperanza de que el mercado se desbloquee. Este año, al igual que el pasado, habrá un apuro final. Por desgracia, los hábitos de compra están cada vez más vinculados a la capacidad de gasto. Lo que determina la decisión de compra es el nivel de conocimiento del producto y de la marca que hay detrás y hasta qué punto los padres piensan que es un juguete que puede marcar la diferencia en manos de su hijo. Las tendencias en cuanto a producto se dirigen hacia el ámbito educativo y tecnológico. En conclusión, el principal objetivo, así como el mayor reto, es conseguir desestacionalizar las ventas en este sector”.

“En lo que llevamos de año se han reforzado o asentado las tendencias de los últimos tiempos como, por ejemplo, una diversificación del portfolio de productos dirigidos a un target adulto y un mercado de artículos licenciados con un peso muy importante. Considerando los datos del año pasado, todo parece indicar que en octubre y noviembre la tendencia será mejor respecto a lo que llevamos de año, además de que en general se habla de anticipar acciones para quitar la presión final en diciembre. Respecto a las expectativas, creemos que el año cerrará sin grandes cambios, aunque es posible que con un incremento en valor y lo opuesto en unidades. Para el próximo año, esperamos un crecimiento muy moderado, pero con un arranque difícil derivado de la carga económica y los ajustes anuales”.

“La situación del sector juguetero es de bastante incertidumbre y se espera un cierre del año complejo. Una de las principales tendencias que están marcando el mercado actualmente es la sostenibilidad, que va creciendo día a día tanto en el sector, como en la sociedad en general, y el comprador final cada vez está más concienciado. Por su parte, el incremento de la oferta kidult en el sector juguetero también tendrá una evolución positiva, abriendo nuevas oportunidades de mercado. Respecto a las perspectivas para el año que viene, son inciertas, ya que los datos de la inflación y el PIB continuarán influenciando en el consumo final”.

“El sector del juguete está sujeto, como muchos otros, a los cambios en la coyuntura internacional y esto lo contagia de cierto pesimismo si tenemos en cuenta los efectos de la inflación, costes, y conflictos bélicos que se han ido sucediendo en los últimos tiempos. La baja natalidad, las nuevas tecnologías, el exceso de stock que el mercado arrastra desde hace meses y el descenso del presupuesto medio por familia destinado a juguetes está desviando la demanda a un target de precio menor al que estábamos acostumbrados. Las expectativas para el próximo año dependerán en gran medida de la evolución de los diferentes conflictos, así como de los tipos de interés que, sin duda, en caso de mejora dotarán al consumidor de cierta alegría que redundará en una vuelta al consumo de otros años”.

“El sector del juguete ha demostrado gran estabilidad a lo largo de los años, en entornos económicos distintos y también en circunstancias tan peculiares como la que hemos pasado durante la pandemia o en el momento actual. Creemos que hay un gran potencial para las marcas innovadoras y que siguen apostando por el futuro y adaptándose a las necesidades de los niños y niñas. En cuanto a expectativas, siempre es complicado hacer previsiones en este sector independientemente del contexto económico, pero sí pensamos que el mercado seguirá ofreciendo oportunidades de crecimiento para las empresas innovadoras que siguen invirtiendo para ofrecer juguetes para divertirse los niños y las familias. Por su parte, el consumidor busca productos que tengan una buena relación calidad-precio, con los que se pueda jugar una y otra vez. Por este motivo, cada vez es más importante la innovación, donde la tecnología juega un papel importante y nosotros ponemos el foco en ella. Nuestro reto es seguir llevando el juego creativo a más y más niños y niñas, creando nuevas líneas de producto, importantes lanzamientos de sets y destacables colaboraciones con marcas icónicas, además de grandes best sellers inspirando a pequeños y adultos”.

“El sector juguetero continúa evolucionando para adaptarse a las cambiantes necesidades y preferencias de los consumidores. La tecnología, la sostenibilidad y la educación son algunos de los aspectos clave que influyen en la producción y en la demanda de juguetes en la actualidad. Las empresas del sector juguetero deben ser flexibles y adaptarse a estas dinámicas para mantener su competitividad. Además, existen factores externos como el incremento de las hipotecas o el aumento de los precios que afectan al bolsillo de los consumidores, viendo reducido su presupuesto. Todo esto nos lleva a pensar que estamos ante un consumidor cauto a la hora de hacer sus compras. El consumidor de juguetes es diverso y sus elecciones están influenciadas por factores varios como la edad, los intereses, el propósito, la creatividad, las preferencias de género, el coleccionismo y la seguridad”.

“Nos encontramos antes una situación del sector juguetero de incertidumbre, marcada por la subida de precios en general y al consumo ralentizado. Con lo que la previsión de cara a final del año es muy similar al 2022, donde destacaron las ventas de última hora. Respecto a los hábitos de compra, considero que le precio tiene un papel destacado en la decisión de compra, pero sobre todo prima la calidad y la buena presentación del producto. El año próximo es difícil de determinar, todo depende de la situación mundial, y ahora mismo entre los conflictos y la subida del tipo de interés no ayudan nada. Por último, quisiera destacar que es importante apostar por la calidad y el servicio, ya que los desafíos son muy desalentadores, debido a los conflictos que hay a nivel mundial”.

“El crecimiento de las ventas entre los fans y el público adulto es un motor claro de crecimiento del mercado, por lo que creo que las oportunidades que ofrecen a nuestro sector son evidentes. Por un lado, nos debería ayudar a sostener o a acelerar el crecimiento del mercado en el largo plazo y, por otro lado, debería ayudarnos también a seguir desestacionalizando las ventas. Respecto a la tendencia eco-friendly en el sector juguetero, es creciente, ya que cada vez hay más personas interesadas por el medio ambiente en general y buscando opciones más sostenibles en sus compras habituales. Opino que tanto fabricantes como distribución estamos comprometidos en trabajar hacia soluciones más sostenibles en todos los ámbitos. Desde mi punto de vista, el comprador final considera estas soluciones más sostenibles, pero también muchos otros aspectos como la seguridad, la durabilidad y la ayuda al desarrollo del niño, así como el nivel de inclusividad y la diversidad que ofrece el juguete”.

“La situación económica mundial no inspira mucho optimismo. Sin embargo, confiamos en nuestro sector y en el potencial de los productos de calidad, duraderos y versátiles. Los principales retos de futuro pasan por mantener el nivel alcanzado, teniendo en cuenta la situación económica, política y global tanto del consumidor como de las marcas. Los niños y niñas a la hora de escoger los juguetes y juegos que desean piensan en la diversión, la facilidad de uso y la durabilidad del juego y del producto. Mientras que los padres priorizan el interés de maximizar a lo máximo cada compra de un juguete”.

“Observamos que productos que promueven valores relacionados con la inclusión, el respeto y la tolerancia hacia la diversidad, en los que Miniland fue pionero, en cualquiera de sus formas empiezan a estar más presentes en el mercado de la mano de marcas más comerciales. Por otra parte, la sostenibilidad se aprecia no solo en la proliferación de productos eco-friendly, sino también en la búsqueda de los consumidores de productos de mayor calidad y durabilidad. Además, de la búsqueda de productos locales y de proximidad por parte de los consumidores finales. Hoy en día tenemos un consumidor mucho más informado y exigente que busca activamente productos más respetuosos con el medio ambiente. Y para el sector es alentador ver que cada vez más personas están dispuestas a invertir un poco más en productos sostenibles, lo que indica un crecimiento en la conciencia ambiental de los consumidores”.

“Un año más, las ventas se resienten. Esperamos que las ventas a final de año crezcan y los clientes puedan recuperar lo de todo el año. El niño a día de hoy sigue buscando lo que le gusta, sin pensar en el coste o el uso. Cada vez están más influenciados por lo que ven en redes sociales. Los padres en estos momentos son más racionales y buscan que el niño no únicamente se divierta con esto, tienen cada vez más en cuenta su desarrollo personal a través del juego. Además, gracias a internet pueden realizar mayores búsquedas comparando unos y otros. Las expectativas no son muy positivas, pero se seguirá trabajando para que el final del año pueda ser mejor que el anterior. Lo que determinará la evolución será la innovación en los nuevos productos. El principal reto del sector es encontrar juguetes que sigan gustando y que puedan conseguir las ventas esperadas”.