La industria valora la situación del sector juguetero y las previsiones para 2024 (Parte 1)

“Estamos ante un mercado juguetero estable, muy similar a lo que ya vivimos el año pasado. Creemos que las tendencias en cuanto a producto se dirigen hacia el branded products. Respecto al público kidult, consideramos que es necesario que se adapten los catálogos en las tiendas para cubrir esa demanda. En cuanto a la sostenibilidad, pensamos que depende del ‘buyer person’, ya que encontramos que hay consumidores a los que no les interesa el eco-friendly, mientras para otros es un ‘must have’. Por último, destacar que los hábitos de compra de juguetes y juegos y sus prioridades están variando, debido principalmente a la disminución del poder adquisitivo de las familias”.

“El fin de año se presenta incierto debido a la actual coyuntura económica, agravada por la situación actual en Oriente Medio y la continuación de la crisis de Ucrania y Rusia. Aun así, creemos que cerraremos el año en positivo, gracias a las propiedades fuertes, pero ya estamos percibiendo una cautela superior en clientes asiduos y prevemos un 2024 agitado debido a la situación macroeconómica. Por su parte, el target kidult es un segmento ya consolidado que destaca por el alto nivel adquisitivo, por unas compras generalmente razonadas y no impulsivas y por una búsqueda de producto de calidad. Uno de los principales problemas del mundo del juguete licenciado, y especialmente del peluche, es la proliferación de la venta de producto falsificado, que cada vez está más extendido tanto en canales tradicionales como en online”.

“Productos sostenibles, evolutivos o que permitan una extensión de su vida útil, al final hacia donde se está dirigiendo la tendencia es hacia una producción consciente, minimizando los residuos y reutilizando. Para notar cambios en los hábitos de compra se requiere que pasen periodos largos de tiempo para notar claramente una modificación. No obstante, la conciencia medioambiental está calando en la sociedad que exige que los juguetes se adapten a ello. Respecto a las previsiones, los factores socio-económicos, los cuales provienen de elementos completamente externos al sector juguetero, tendrán un rol muy relevante en la consecución de los objetivos. Así, es importante ofrecer marcas y productos innovadores que ofrezcan formas de juego y de asimilación de valores para las futuras generaciones venideras”.

“El sector juguetero se encuentra atravesando un periodo difícil y con muchos cambios, que no auguran un buen cierre del año. El consumidor infantil valora mucho, cada vez más, todo lo que vive a su alrededor, y en ese sentido la categoría de mascotas tanto en licencias como sin ella tiene cada vez más peso. Los padres buscan productos de calidad y seguros dentro de las peticiones de los niños y niñas. Por último, destacar que las prioridades de compra van encaminadas hacia encontrar un buen precio y el producto de moda. En el futuro, para conseguir seguir creciendo es importante apostar por la innovación y por las líneas que marquen tendencia”.

“Las tendencias van encaminadas hacia productos sostenibles y duraderos, que permitan a la infancia estar alejada de las pantallas y ayude a su desarrollo. Está claro que las licencias siguen teniendo mucho peso, pero los artículos que las familias eligen con licencia también deben cumplir sus expectativas en cuanto a sostenibilidad, durabilidad y componente educativo. Los niños y niñas de hoy en día son los que menos tiempo pasan con sus familias y menos juegan, por lo tanto, pese a que son exigentes y las modas y licencias influyen mucho, cualquier propuesta de pasar tiempo en familia les agrada. Y esto es algo que pueden aprovechar los adultos para proponer juegos que también les gusten a ellos y que, además, puedan potenciar algunas de sus habilidades. El sector juguetero es un sector madura, que necesita una inyección de modernidad y adaptación a las nuevas tecnologías”.

“La situación en el sector juguetero se presenta como compleja debido a la influencia de diversos factores externos, tales como la situación económica, las variaciones en las preferencias del consumidor y las tasas de natalidad. Aun así, la perspectiva para el cierre del año es optimista, ya que se espera una mejora significativa debido a la estacionalidad de los juguetes, cuyas ventas están altamente concentradas durante la época navideña. La tendencia actual dirige a los padres hacia juguetes que sean educativos, que estimulen la creatividad, la resolución de problemas o las habilidades motoras. Además, está creciendo la búsqueda de juguetes sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, y también los juguetes basados en licencias y personajes populares”.

“Creo que todo evoluciona, hay aspectos que cambian más deprisa y otros no tanto, aunque no considero que los hábitos de compra cambien mucho respecto al año pasado. En la decisión de compra, influyen diferentes aspectos según la situación de cada familia. Tal vez por esto se retrasa tanto la compra en Navidad y se centra en las dos últimas semanas, esperando las ofertas más apropiadas. En la actualidad, la situación económica y la falta de nacimientos colocan al sector juguetero en un momento delicado. Valora que la oferta es excesiva y en los próximos años se ajustará sensiblemente. Cada actor deberá trabajar su oferta para conseguir la atención del consumidor y no será fácil, debido al exceso de oferta y competitividad”.

“La decisión final de compra viene marcada habitualmente por parte de los padres y madres, y esta decisión a menudo viene impulsada por la voluntad de los niños. Es posible que los hábitos de compra estén variando en cuanto a que los niños no son lo que eran hacen 5 o 6 años; tienen necesidades y voluntades muy diferentes, y el mercado se tiene que adaptar a estos requerimientos. Los niños cada vez necesitan y buscan más inmediatez. Por tanto, los juguetes han de estar en las estanterías casi antes de que se haya dado la necesidad real en el mercado. Sin embargo, los padres y madres creo que cada vez hacen las compras más meditadas, comparando más entre distintos productos y retailers. Los datos de natalidad año tras año descienden, por lo que el crecimiento del target kidult es una oportunidad estupenda para poder seguir ampliando el mercado juguetero”.

“La velocidad del cambio en todos los sectores es apabullante. Y las fórmulas con las que nos sentíamos seguros están parcialmente obsoletas. Tenemos la necesidad de explorar nuevas opciones y tomar las decisiones correctas para llegar a nuestro cliente. El target kidult es una gran oportunidad para atraer a un nuevo tipo de cliente, y hay que aprovecharla. Tiene muchas posibilidades de crecimiento. Siendo un sector súper especializado, la dificultad es decidir hasta que nivel llegar. Y hay que contar con el conocimiento y asesoramiento adecuados. Por su parte, los ecovalores son ya parte del ideario de la familia actual, y en pocos años no serán una opción sino una norma. Nuestra función como fabricantes es reducir la brecha de costes, y aprovechar las posibilidades de nuevos materiales”.

“El mercado en toda Europa está tocado por la gran incertidumbre que existe en cuanto a su evolución estas Navidades. Parece que la guerra entre Israel y Hamás puede haber influido en la decisión de compra de los consumidores más de lo que nuestro sector se podía imaginar. También se ha trasladado a las decisiones de compra de los compradores que están postergando las decisiones y esperando hasta el último momento. Eso, acumulado a los descensos de ventas en el verano y al exceso de stocks que arrastramos todos desde primeros de año hace que el mercado esté muy parado y se mantenga la necesidad de ser muy cautelosos y analíticos para buscar decisiones que aporten el mínimo riesgo posible. No obstante, los artículos de impulso y en particular las figuras licenciadas han tenido un ligero repunte en septiembre y esperamos que no decaiga”.

“La situación del sector juguetero en la actualidad es complicada. Todo el año se están arrastrando caídas y la previsión para la Campaña de Navidad y Reyes creo que será estable, y quizás a la baja. Los hábitos de compra de juguetes y juegos cambiaron mucho con la llegada del comercio electrónico, pero ahora mismo no veo un cambio de hábito importante. En la actualidad, el precio es el factor más importante y el que tiene más en cuenta el comprador final a la hora de adquirir sus productos. Las expectativas son conservadoras a menos que haya una mejora en la inflación o lanzamientos de juguetes o licencias realmente potentes”.

“La evolución de las ventas del sector juguetero durante este año se mantiene estable o a la baja, debido a la coyuntura económica. Las expectativas para cerrar 2023 serían de mantener las ventas o incluso un pequeño descenso respecto al año anterior. Bajo mi punto de vista, no creo que haya unas tendencias claras y el sector está muy influenciado por los productos de moda o las licencias del momento. Para el próximo año, las expectativas son moderadas con el objetivo de mantener el nivel de ventas, ya que dependemos mucho del poder adquisitivo de nuestros consumidores. Si no se recupera el poder adquisitivo de las familias, será muy difícil aumentar las ventas”.

“Tenemos buenas expectativas de cara a la Campaña de Navidad y Reyes. Aunque será una campaña tardía y la situación del mercado es incierta y delicada nuestras previsiones son optimistas gracias, por un lado, a las licencias punteras, como Pokémon, Gabby’s Dollhouse o Bluey, y gracias, por otro lado, a atractivos rangos de producto para la temporada en licencias clásicas. Es indudable que la presencia de las marcas para jóvenes/adultos es cada vez más considerable, ya que el mercado demanda con persistencia esta tipología de productos, materializándose en la existencia no sólo de tiendas especializadas, sino en la creación de espacios específicos dedicados a esta temática en las grandes superficies, pasando de ser un nicho de mercado a una de las más claras tendencias del mercado”.

“Hay demasiados factores externos que no ayudan a fomentar la confianza del consumidor y esto se ve reflejado en la situación actual con un ambiente un tanto inestable que hace complicado saber qué comportamiento tendrá en esta Campaña de Navidad y Reyes el consumidor. Todo apunta a que las compras serán un tanto más cautas. Por otro lado, estamos ante una nueva generación de consumidores (kidult) en auge que puede aportar mucho al sector. Ya es un hecho la consolidación del aumento de las ventas en este segmento y hay que aprovecharlo. Otra de las tendencias de producto que detectamos es el crecimiento de los juegos clásicos que inculcan hábitos saludables y sostenibles”.

“El próximo año será más de lo mismo. Con las nuevas incertidumbres que aparecen cada día por los factores externos, no parece que el entorno socioeconómico varie. Tampoco mejoran los índices de natalidad ni el aumento de la edad del juego. Dentro de este entorno es importante que el sector juguetero busque nuevas oportunidades. Entre ellas la más clara y que parece una realidad es el público kidult, que amplía enormemente el universo de consumidores a los que vender nuestros productos. Este target inevitablemente seguirá aumentado su presencia, tanto porque es algo que ya existe en cuanto a demanda, como porque la oferta tenderá a aumentar al buscar los fabricantes nuevos consumidores a los que no se dirigían antes”.

“Como consecuencia de la actualidad económica y de los hechos de los últimos dos años, las compras del sector volverán a concentrarse en las últimas semanas del año. El target kidult está tomando relevancia en el mercado con lo que podemos ver juegos dirigidos a este público, sin dejar de lado la parte preescolar con juegos educativos. Este nuevo target nos ayuda a poder diversificar tanto en portfolio como en campañas de marketing. Actualmente estamos viviendo un desequilibrio económico (inflación, restricción y tasa de desempleo) que hace que el sector del consumo (en consecuencia, el sector juguetero) no sea tan activo como antaño. El futuro también dependerá de la capacidad de desestacionalización que tengamos en la industria juguetera. Los retos para 2024 pasan por la desestacionalización, la innovación y el poder de atracción al consumidor (nuevos y existentes)”.