El folleto publicitario no ha dicho su última palabra

A pesar del crecimiento del comercio electrónico y las compras en línea, el folleto publicitario no ha quedado obsoleto. Aunque algunos lo consideren una herramienta de marketing anticuada, reservada para los consumidores de mayor edad, el catálogo está experimentando un resurgimiento entre los españoles de todas las edades.

En un contexto donde el elevado nivel de inflación está afectando el poder adquisitivo, las promociones se han vuelto esenciales para muchos españoles. Un estudio de NielsenIQ revela que el 28% de los españoles buscan promociones y ofertas debido a la situación económica actual. Como consecuencia, el folleto sigue siendo el mejor aliado para acceder a las promociones y preservar el poder adquisitivo.

Para los minoristas es fundamental comprender las necesidades de los consumidores que transitan cerca de sus tiendas y adaptar su estrategia comercial a nivel local, captando la atención de su público objetivo a través de campañas publicitarias relevantes. Esta estrategia es beneficiosa tanto para los usuarios como para las empresas, ya que ofrece a los consumidores contenido en línea con sus intereses y duplica la tasa de interacción con el catálogo digital a través de una personalización efectiva.

También es importante destacar que el digital ofrece una gran cantidad de información sobre los resultados obtenidos con cada campaña. Al acceder a datos como visualizaciones, clics y visitas a tiendas, los retailers pueden obtener información valiosa sobre cómo los consumidores interactúan con las marcas, qué productos generan interés y dónde prefieren realizar sus compras.

En general, el digital se ha convertido en una herramienta poderosa para que los minoristas obtengan una mejor comprensión del comportamiento y las preferencias de los consumidores, lo que les permite mejorar sus esfuerzos de marketing y mejorar el nivel de compromiso del cliente.

En este contexto de crisis que refuerza la importancia de las ofertas promocionales, los retailers, las marcas y los especialistas en marketing dedican una parte considerable de sus presupuestos a desarrollar nuevas versiones digitales de sus catálogos.

Además, el consumidor de hoy en día es cada vez más digital y busca información sobre productos y promociones principalmente desde su dispositivo móvil. Como consecuencia, muchos minoristas han decidido digitalizar el catálogo para comunicar con el consumidor cuando se prepara para comprar. Pero no sólo eso: el catálogo del futuro ya no es simplemente la versión digital de un catálogo impreso, sino una experiencia inmersiva, nativa digital, que guía a los consumidores desde la consulta hasta la compra en la tienda física.

Los catálogos digitales actuales han evolucionado para ofrecer una experiencia personalizada y entretenida, enriquecida con contenido multimedia como vídeos, animaciones e ideas de recetas. Estos elementos ayudan a los consumidores a visualizar los productos en acción y despiertan el deseo de visitar las tiendas físicas. Además, el nuevo aspecto de los catálogos se ha convertido en un factor crucial para fomentar la lealtad a la marca y la conexión con los clientes.

A medida que la industria del retail avanza a un ritmo frenético, es fundamental que las empresas integren el mundo físico y digital, aprovechando la tecnología. Los consumidores españoles buscan cada vez más experiencias de compra que se adapten a sus desafíos, valores y hábitos, y están dispuestos a compartir sus datos a cambio de un proceso de compra más relevante y personalizado.

Acompañar a los consumidores con la digitalización de las promociones e invertir en ofertas exclusivas y contenido adaptado a sus características es sin duda una estrategia efectiva para los minoristas, que les permite aumentar la afluencia de clientes en sus tiendas físicas y estimular las ventas. Los retailers que han adoptado la tecnología para innovar en sus catálogos digitales ya han obtenido resultados prometedores.

En Francia, muchas cadenas como E.Leclerc, Carrefour y Cora han liderado un verdadero movimiento en torno al tema del catálogo en línea, con mensajes como ‘menos papel = más ofertas’ o ‘sí a las promociones, no al desperdicio de papel’, y en España, los principales retailers de alimentación ya están inmersos en la transformación digital del folleto como por ejemplo E.Leclerc Pamplona que deja de distribuir folletos de papel. En otras categorías como electrónica de consumo, hogar o bricolaje, la transición del papel al digital ya está mucho más avanzada.

El catálogo digital es un activo valioso que puede ayudar a las cadenas minoristas a competir con otros grandes supermercados y destacarse en un sector retail cada vez más complejo.