La protección ha llegado para quedarse
En España disponemos de centros de investigación avanzados que dedican sus esfuerzos a desarrollar equipos para la protección de los profesionales. Nuestro país cuenta con los últimos avances en tecnología aplicada a la protección. No faltan productos, ideas ni proyectos. Por esta razón cuesta comprender por qué en situaciones excepcionales no disponemos de los ítems necesarios para dar una respuesta inmediata. En la primera fase de la pandemia se tuvo que recurrir a compras apresuradas, fuera de nuestro territorio. En muchos casos las mercancías no cumplían los requisitos, en otros el coste era desorbitado. A lo que hay que sumar la incertidumbre de cuándo llegarían finalmente los pedidos.
De pronto, hemos comprendido que la globalización tenía su lado oscuro. Las enfermedades pueden cruzar fronteras a una velocidad vertiginosa. Y ahora que nos hemos apercibido ¿nos prepararemos adecuadamente para que los profesionales esenciales no corran riesgos evitables?