Píldoras de Marketing
¿Qué hacer para que tu tienda sea vendedora?
En su momento, dedicaremos un capítulo al escaparatismo. Hoy nos concentramos en la organización de una tienda para que resulte vendedora.
‘Los productos entran por los ojos’, es bien sabido. Por esta razón es imprescindible que tu comercio se vea surtido y atractivo desde todas las perspectivas a la vista del cliente potencial.
A continuación te facilitamos unas pautas para mejorar los índices comerciales de tu negocio físico.
1. Después de abrir las puertas
Una vez te hayas ubicado en tu local, dispongas de todo tu género y de los elementos básicos para realizar las ventas, mostradores, percheros, caja registradora, vitrinas… tienes que estudiar detenidamente el comportamiento de los clientes que cruzan el umbral. El objetivo es establecer las zonas en las que debemos ubicar los nuevos productos y los espacios idóneos para promociones, ofertas y artículos de mayor consumo.
2. ¿Cómo circulan tus clientes?
En pocos días percibirás que quienes visitan tu tienda siguen un itinerario muy semejante. De una manera natural trazan una ruta que es la que debes estudiar. Tienes que identificar cuáles son los espacios a los que el cliente acude, así como también las zonas por las que evita pasar.
3. La estrategia de la colocación del género
Una vez identificadas las zonas de mayor y menor tráfico de tu comercio, llega la hora de disponer del género.
Comenzaremos por los espacios poco transitados. Ahí colocaremos las ofertas, descuentos o promociones. Otra posibilidad es ocupar la zona con los productos básicos, que tienen mayor salida.
4. La situación de la caja puede aumentar tus ventas
Lógicamente, la caja debe instalarse en un lugar poco transitado. De esta forma te aseguras de que el flujo de personas que van a pagar creará movimiento.
Todo lo que se encuentre cercano a la caja tiene la ventaja de que va a ser descubierto. Como puedes comprobar en los supermercados, cerca de la cajera se colocan productos de tamaño reducido, recordatorios de las ofertas que están en el interior, productos de capricho como dulces o fáciles de olvidar en nuestra lista de la compra, como las pilas. A menudo se trata de artículos que se compran de manera compulsiva, snacks, gominolas…
Resumiendo, en la caja hay que refrescar la memoria sobre ofertas, promociones y descuentos. Y colocar productos caprichosos que, en vestuario laboral, también los hay.
5. Pon mucha atención a lo que el cliente busca y no encuentra
Si tu comercio está destinado al vestuario laboral, uniformidad de imagen o equipos de protección individual, el cliente no va a pedirte helados. Sin embargo, es indispensable que lo investigues, conozcas sus preferencias y, muy en especial, cuando no encuentra lo que busca en tu tienda. Obtendrás una información valiosa del mercado y, a menudo, llegarán a tus oídos noticias de nuevos productos con distintas prestaciones a los que tienes. Hoy ya no se trata de estar al día sino de adelantársele.