Las mascarillas para múltiples usos y con nuevas funcionalidades, solución de muchas empresas para reinventarse
El Instituto de Biomecánica (IBV), centro tecnológico de referencia en salud, bienestar y calidad de vida de las personas, está colaborando con numerosas empresas que han encontrado en el desarrollo de las mascarillas, una vía para reinventarse y diversificar sus productos.
En este punto, Ignacio Bermejo añade que “para conseguir un buen ajuste entre el rostro y el dispositivo de protección, es necesario conocer la forma de la cara de nuestra población objetivo, para lo que es recomendable analizar cómo cambian las partes clave de la cara de la población”. Solo de esta manera, las empresas pueden saber si “su diseño de mascarilla es adecuado, o si va a necesitar varias tallas”.
Entre otros, el centro de investigación, tras analizar los datos de escaneos en 3D realizados a más de 1.000 niños, ha programado medidas específicas de la cara y se han calculado los valores medios y extremos por grupos de edad. Estos datos se han aportado al grupo para la posterior generación de los patrones de mascarillas pediátricas de 3 a 12 años.
Verificación de certificados
Por este motivo, IBV está realizando un “asesoramiento normativo para guiar a los fabricantes en el proceso de homologación de su producto”, confirma Ignacio Bermejo. Por ejemplo, en el caso de la firma internacional de moda D-DUE, el Instituto de Biomecánica está revisando su producto respecto a la regulación existente para orientarle en su línea a seguir en el desarrollo de mascarillas.
Mientras, otro de los aspectos clave se encuentran en los materiales con los que se fabrican estos productos. La eficiencia de filtración del material y de los componentes es fundamental. También es decisivo “el comportamiento de los materiales, que tengan una gran capacidad de deformación para adaptarse a caras que sean distintas”, asegura Ignacio Bermejo.
Materiales virucidas
En este caso, el IBV está colaborando con el consorcio de empresas liderado por la firma Polymer Innovation Force, compañía perteneciente al holding químico CFH, para la aplicación de recubrimientos con propiedades virucidas y bactericidas a mascarillas, de forma que mejoren su efectividad.
En palabras de Carlos Atienza, director de Innovación de Tecnología Sanitaria del IBV que está liderando el proyecto, “estos recubrimientos, en fase de pruebas, se pueden usar en productos sanitarios como mascarillas, respiradores y otros elementos de protección individual, pero también en superficies que tienen mucho contacto con la población como en tiendas, restaurantes y otros espacios públicos con mucha afluencia”.
Mascarillas EPI producidas en impresión 3D
En este caso, la tecnología de producción seleccionada es la impresión 3D con el objetivo de facilitar la producción de este artículo en múltiples puntos sin requerir grandes inversiones en utillaje.
En resumen, el Instituto de Biomecánica, como centro especializado en la salud y con gran experiencia en prevención de riesgos y productos sanitarios, está aportando su conocimiento a los fabricantes de productos como mascarillas higiénicas y también de EPI en diversas líneas como la adaptación antropométrica y el asesoramiento normativo en el proceso de homologación de los productos, entre otros.