La impresión textil se pone de moda
El nuevo paradigma que rige el mundo de la moda está marcado por las demandas de los consumidores que ahora piden celeridad, tiradas cortas y personalización. Requerimientos que exigen nuevas herramientas. De ahí que el mercado de textiles impresos digitalmente esté experimentando un crecimiento anual de dos dígitos, y se prevé que alcance los 5.500 millones de dólares (4.981 millones de euros, al cambio actual) para 2023, según estima Santi Morera, director de la división de Soluciones Gráficas de HP.
Estas nuevas tecnologías también abren otras oportunidades para la diversificación a los proveedores de impresión, que ven en la impresión textil, tanto directa como por sublimación, el as en la manga para caminar hacia otras áreas de negocio como la moda, la ropa deportiva, la decoración de interiores y la cartelería flexible.
A poco más de un mes para que se celebre Fespa Global Print 2020 en Madrid, los especialistas en Gran Formato e Impresión Digital de Grupo Soliltium que participarán en la feria asesorando a los asistentes desde el stand de HP, ya señalan como clave a la impresión textil porque permite a los impresores realizar nuevos tipos de trabajo y expandir su oferta de servicios en el proceso.
“Los principales fabricantes están haciendo, en este sentido, muchos esfuerzos en investigación”, sostiene Rafael Andrés, director de la línea de Gran Formato de Grupo Solitium, y pone como ejemplo la nueva serie HP Stitch S, “la única que ha incorporado un espectrofotómetro en línea que garantiza la consistencia y la repetitibilidad del color, un sistema de cabezales térmicos que, aun siendo sensibles a la temperatura funcionan perfectamente con la sublimación y que, además, son reemplazables por el usuario a un coste muy asequible, y el uso de tintas tanto en papel de sublimación como en impresión directa en textiles base poliéster, incluso en tejido de bandera, que permite que sea visible en sus dos caras”.
El impacto de la impresión directa
La impresión directa a la prenda está suponiendo una revolución para el mercado y una buena parte de los proveedores de impresión ya se han sumado a esta tecnología que ofrece una solución rápida y flexible con una calidad de imagen notable.
Un buen ejemplo es Ricoh, que el año pasado estrenó su nueva Ri 1000 para impresión directa a algodón que, a diferencia de su antecesora, la Ri 3000, mejora considerablemente la resolución a 1.200 ppp y, por tanto, la calidad, utilizando el sistema de cabezales de su hermana pequeña la Ri 100 pero añadiéndole el blanco.
“Con un mantenimiento más sencillo e intuitivo que la Ri 3000, la nueva tecnología de Ricoh permite imprimir sobre fibra natural: camisetas, bodies, bolsas de tela y sudaderas”, explica Rafael Andrés, lo que supone para el impresor y los profesionales de artes gráficas, una oportunidad de negocio que le abre muchas puertas.
La moda no es el único sector que se verá revolucionado con las propuestas en impresión textil. La decoración y la publicidad también gracias a la tecnología UV, que permite imprimir directamente sobre objetos rígidos y cartelería exterior.