Los elastómeros termoplásticos de Kraiburg TPE aseguran flexibilidad, un bajo peso y una total movilidad
Protección corporal como una segunda piel gracias a los elastómeros termoplásticos flexibles
La empresa francesa Hexaflex desarrolló una tecnología patentada de protección acolchada, que está compuesta por pirámides hexagonales de TPE. Los elastómeros termoplásticos de Kraiburg TPE aseguran flexibilidad, un bajo peso y una total movilidad del sistema modular, que resulta apto para una amplia gama de aplicaciones destinadas a amortiguar choques y vibraciones. Los usos abarcan desde ropa deportiva y equipamiento de protección personal hasta artículos para el cuidado de la salud y productos empleados en otros sectores de alta exigencia.
Esta tecnología creativa encuentra una primera aplicación en un protector de espalda para ciclistas y motociclistas, que está recubierto con un tejido de poliamida aromática de alta resistencia. Se trata de un material de bajo peso que actúa como una segunda piel. Con sus moldes entrelazados elaborados con Thermolast K, el acolchado Hexaflex se adapta perfectamente a los movimientos del cuerpo y al mismo tiempo asegura una óptima amortiguación de impactos.
“La aplicación de conceptos innovadores, como el de nuestro sistema Hexaflex, exige el uso de materiales que también sean innovadores", explica Stephane Desnoyers, fundador y CEO de Hexaflex. "Aunque nosotros sabíamos que la solución estaría dada más por un elastómero que por una espuma, el verdadero éxito del proyecto debe ser atribuido sobre todo al conocimiento que adquirimos en el marco de la cooperación con Kraiburg TPE. Sus especialistas no sólo nos ayudaron a determinar cuál era el material más adecuado, sino que además nos proporcionaron un apoyo integral a lo largo de todo el camino, desde el inicio de la etapa de diseño hasta la producción en serie”.
Los moldes de Hexaflex pueden fabricarse en diferentes tamaños, espesores y colores según las preferencias del cliente. Thermolast K ofrece una flexibilidad duradera, que otorga al acolchado del protector una movilidad garantizada durante toda su vida útil. Además, cuando se dobla el acolchado, el escaso rebote del material permite lograr una excelente absorción del impacto.
Entre otros requisitos, cabe mencionar las buenas propiedades mecánicas y una excelente resistencia térmica. Además, de acuerdo con las prioridades establecidas por Hexaflex, era muy importante la aptitud para el reciclado y que el TPE utilizado no contuviera sustancias extremadamente preocupantes (SVHC, por sus siglas en inglés). El acolchado no sólo es lavable e hidrófugo, sino también transpirable gracias a la aireación integrada.
Tras el exitoso uso en los protectores de espalda, Hexaflex apunta a extender esta tecnología a otros artículos deportivos, como rodilleras y coderas para la práctica de skateboard, snowboard, esquí y equitación. Además, la empresa ve muchas posibilidades de aplicación en los equipamientos de protección personal (desde acolchados para cascos hasta correas transpirables), así como en estructuras antivibratorias destinadas a la base del suelo y en diferentes productos para la salud.
“El sistema de acolchado de Hexaflex con nuestro Thermolast K es un excelente ejemplo de cómo surge un producto exitoso a partir de una estrecha colaboración profesional”, destaca Michael Pollmann, director de Ventas y Marketing de Kraiburg TPE. “Nos alegra mucho haber podido contribuir al desarrollo de esta innovación. El éxito en el mercado demuestra que nuestros TPE son los materiales ideales para aplicaciones con tales exigencias en el ámbito del deporte y del ocio”.
La tecnología Hexaflex está patentada en Europa, China y los EE UU. Se encuentra certificada según la norma UNE-EN 1621-2 Nivel 1 para protectores de espalda y según la norma UNE-EN 1621-1 Nivel 2 para todos los demás equipos de protección personal. En el caso de las aplicaciones situadas bajo el suelo, Hexaflex reduce el ruido estructural en 23 dB.