Pasado y presente
El azaroso periplo del frío al confort
Pasado: Cuando quitarse el frío era cuestión de vestir una prenda sobre otra
Aunque el peso de la producción estaba en manos de los trabajadores, tuvo que transcurrir más de un siglo para que superaran un régimen de esclavitud y alcanzaran el listón de obreros con derechos reconocidos.
En una primera etapa, los obreros empobrecidos buscaron soluciones individuales para mejorar su vida cotidiana. Pero no tardaron en darse cuenta de que ‘en la unión está la fuerza’ y comenzaron a organizarse en colectivos. No deja de sorprender que una de sus primeras reivindicaciones fue que se redujera la jornada de 18 horas.
De este magma de lucha por la supervivencia surgieron los primeros sindicatos y asociaciones, organizadores de las primeras huelgas, que se cobraron vidas. Era largo el camino a recorrer pero en su curso se iban consiguiendo pequeños avances, como un día festivo por semana.
En cuanto a la mujer, incursionó primero en las fábricas textiles con un salario muy por debajo del que percibían los hombres. Sin embargo, estas diferencias se aceptaban de manera natural. Esto fue hasta el primer brote de feminismo que aconteció tras las dos Grandes Guerras. Los hombres estaban en el frente y se convocaron mujeres para realizar su trabajo en todas las industrias, especialmente en la pesada. En muchos casos, la estructura de las fábricas se adaptó a la producción de armas. Las mujeres en general descubrieron que podían realizar el mismo trabajo que un hombre, asimismo se dieron cuenta de que el trabajo era una puerta abierta a su vida limitada al hogar y que el sueldo las liberaba de pedir dinero al marido o a la familia para adquirir hasta lo más básico.
Puede afirmarse que hasta la segunda mitad del siglo XX la clase obrera llegaba a cubrir sus necesidades alimenticias y podía disponer de vivienda. Sus ingresos no alcanzaban para vestir de la manera apropiada ni en el trabajo ni en su vida cotidiana.
Se puede afirmar que la Revolución Industrial, en el ámbito de la ropa de trabajo, solo nos aporta imágenes de buzos raídos y delantales, la indumentaria para todo el año. Al llegar el frío, no cabía otra que superponer prendas para paliarlo. No es de sorprender que en las fotos de la época los trabajadores se muestren como empaquetados.
Presente: Sin frío y a la moda
Los diseñadores de las empresas están al tanto de las tendencias y las aplican, por lo que año tras año nos encontramos con colecciones diferenciadas.
En la actualidad, a la hora de escoger se toman en cuenta la función a desempeñar por el profesional, el espacio o lugar de trabajo, la imagen corporativa de la empresa y la climatología.