Mape Seguridad muestra en un foro soluciones innovadoras para el trabajo seguro en espacios confinados

Trabajar en espacios confinados, como los que se pueden encontrar en entornos industriales o en el subsuelo urbano, presenta riesgos graves, como por ejemplo la asfixia. Además, muchos trabajadores deben realizar sus labores diarias en entornos laborables de alto riesgo, donde la prevención tiene un papel fundamental. Conocedores de estos peligros, los profesionales de Mape Seguridad, con la colaboración de 3M, organizaron el pasado día 21 de junio, en el Palacio Urgoiti, de Mungia (Bizkaia), la jornada ‘Soluciones innovadoras y responsabilidades legales en trabajos de alto riesgo’, donde se presentaron equipos, técnicas y sistemas innovadores para hacer frente a estos riesgos severos, así como las responsabilidades legales que comportan.

Mape Seguridad cuenta con más de 60 años de historia en el sector de la seguridad y salud laboral. La compañía organiza regularmente jornadas técnicas con el fin de divulgar sus conocimientos acerca de la prevención en los puestos de trabajo. “Nuestro objetivo es sensibilizar sobre aspectos que muy frecuentemente son trivializados, pero que acaban causando víctimas laborales a diario”, en palabras de Imanol Madariaga, consejero delegado de Mape.

La jornada organizada por Mape y 3M reunió a más de 30 asistentes en el Palacio Urgoiti de Mungia (Bizkaia).

Una de las principales finalidades de esta jornada técnica, a la que asistieron más de 30 profesionales del sector, era mostrar soluciones innovadoras para el trabajo seguro en espacios confinados, “como sabemos los especialistas, es una actividad que no ofrece segundas oportunidades”, expresa Madariaga. Un error suele tener consecuencias fatales, siendo la asfixia uno de los principales riesgos graves que puede suceder en todos los espacios confinados y entornos de trabajo de alto riesgo. Por ello, acceder a un espacio de este tipo no puede ser improvisado sino fruto de una planificación previa y eficaz. Este trabajo anticipado debe considerar, por un lado, las mediciones, en las que no vale “un medidor cualquiera, ni hacer una medición parcial o descuidada de los gases”, y los EPI, por otro. Los Equipos de Protección Individual para este tipo de trabajo son sistemas de ventilación y respiración, ERA, trajes, arneses y otros sistemas de rescate como los trípodes, entre otros. Obviamente, deben estar homologados, revisados y el operario debe estar debidamente formado para usarlos en caso de accidente.

El foro organizado por Mape Seguridad quiso incidir especialmente en las responsabilidades del empresario, para evitar “lo que lo que conocemos como ‘prevención de papel’ y ‘prevención delegada’”, explica Imanol. Por ello, la primera de las ponencias de la jornada fue ‘Responsabilidades penales derivadas de accidentes e imprudencias laborales’, por parte de Gonzalo Susaeta, socio de Cuatrecasas. El ponente explicó las figuras jurídicas del panorama fiscal, los tipos de infracciones —doloso y culposo— y los elementos concurrentes o circunstancias —objetivas y subjetivas—, además de los sujetos del delito que tiene al empresario como sujeto activo. Sobre esto, Susaeta explicó que delegar no dispensa la responsabilidad empresarial: “La atribución de funciones de protección/prevención de los trabajadores, así como el concierto con entidades especializadas para el desarrollo de la actividad preventiva, no eximen del cumplimiento del deber del empresario”.

Seguidamente, el profesional de Cuatrecasas explicó las sanciones que comporta esta responsabilidad, que pueden ser de multas, inhabilitaciones, sanciones administrativas o incluso penas de prisión (de 6 meses a 3 años).

El especialista 3M en detección de gases y equipos de respiración para ambientes, IDLH, Jacobo Casas, fue el encargado de desarrollar la ponencia ‘Riesgos respiratorios en entornos de alto riesgo, detección y protección’. Jacobo Casas definió un espacio confinado como “todo recinto con aberturas limitadas, ventilación natural desfavorable, en el que pueden encontrarse riesgos químicos, inflamables y/o bacteriológicos, además de tener una atmósfera reducida de oxígeno (por debajo del 21%), y que no está concebido para una ocupación continuada por el trabajador, donde las condiciones pueden cambiar de forma repentina”. Casas también explicó que estos espacios se clasifican según su peligrosidad en A, B y C —siendo A el índice más peligroso—, y según del conocimiento del espacio en 1ª, 2ª y 3ª. En este caso, la 1ª categoría marca la obligatoriedad de un plan de trabajo previo en la intervención en un espacio confinado.

Jacobo Casas también enumeró los riesgos específicos del trabajo en este tipo de espacios que comprenden, además de la ya mencionada asfixia, la intoxicación por exposición química, incendios, explosiones y la contaminación bacteriológica. Por ello es tan necesaria la planificación previa y poder contar con un detector de gases indicado para los 4 principales: oxígeno, monóxido de carbono, ácido sulfhídrico y explosividad.

Juan Carlos Martínez, especialista 3M en equipos de protección anticaídas y accesos a espacios confinados cerró la jornada con la ponencia ‘Cómo acceder de forma segura y plan de rescate para trabajos en entornos de alto riesgo y similares’. Los EPI indicados en contextos de alto riesgo deben estar certificados según las especificaciones de la Directiva Europea 89/686 CE, aparte de ampararse bajo sus normas específicas.

Durante su intervención, Martínez hizo referencia en especial al síndrome de arnés o síndrome ortostático, que se produce cuanto el trabajador queda en suspensión en caso de caídas. Esta suspensión puede impedir la circulación de la sangre desde las piernas al corazón, al actuar el arnés a modo de torniquete. Este accidente puede provocar la muerte del que lo ha sufrido no solo in situ, sino después de horas, días o semanas.

También hizo referencia a los diversos tipos de arneses que se pueden usar en espacios confinados, así como otros dispositivos de rescate o descenso como los equipos retráctiles y trípodes.