El tejido mágico
En el caso del polar, la tela original de Malden Mills fue revolucionaria porque era a la vez ligera y cálida. Incluso cuando está completamente mojado, el forro sigue sin pesar, y mantiene sus propiedades aislantes. Aunque esté húmedo, no pesa y no moja, porque está hecho de poliéster, que es una fibra hidrófoba, (absorbe menos del 1% de su propio peso en agua). Literalmente, el agua no tiene sitio en la fibra. Esto no significa que sea impermeable o repelente al agua, sino que el agua sólo cabe en el espacio entre fibras, sin entrar en el interior de ésta.
Hace no muchos años, la prendas en forro polar eran poco conocidas y poco vistas. De repente estalló el boom del forro polar como fenómeno de moda y a día de hoy, en todo el mundo es una pieza imprescindible. De hecho hoy en día se hacen mil y un diseños, de sport, de diario, de montaña, con cremalleras, sin ellas, con cuello alto, polar fino, polar grueso e incluso complementos como zapatillas de estar por casa o guantes de dicho tejido. Infinidad de diseños para una prenda que seguramente sea insustituible, y que ha sido el punto de partida de muchas otras fibras aislantes.
Polar VS Lana
El polar juega un papel primordial en el sistema de vestimenta por capas. Su función principal consiste en retener el calor generado por el cuerpo e impedir el enfriamiento del mismo, favoreciendo al mismo tiempo la evacuación de la humedad. No hay ningún otro material que sea tan polivalente y que tenga tantas ventajas para una utilización funcional y diaria.
Si bien la lana es una fibra 'caliente', incluso mantiene sus características estando mojada, una prenda de fibra polar, un forro, tiene algunas ventajas sobre la lana: con la misma capacidad aislante tiene un peso menor, por ser una fibra sintética el tiempo de secado también disminuye, tiene mayor transpirabilidad, y el aire interior se calienta antes.