38: máximo sueldo, máxima talla
Redacción Jobwear30/07/2014
La explotación laboral no ha desaparecido en la industria textil, ni parece que vaya a hacerlo en breve. Hace un mes, las etiquetas de Primark nos lo recordaron. En nuestra revista se ha publicado un editorial sobre la explotación textil y las consecuencias a nivel empresarial que tuvo la tragedia de Rana en 2013, que obligó a las multinacionales a adoptar una actitud ética (o, en algunos casos, a fingir que la adoptaban) ante la sistemática explotación de mujeres y niñas en muchos lugares como Bangladesh, China o Hong Kong, países de donde proviene gran parte de nuestra ropa, incluido seguramente nuestro uniforme laboral. Uniformes hechos por unos trabajadores en el tercer Mundo en condiciones de semiesclavitud destinados a trabajadores del Primer Mundo que, dicho sea de paso, ven como sus condiciones también empeoran.
Conclusiones del estudio “Salarios Dignos” de la Campaña Ropa Limpia y Asia Floor Wage Alliance
Aunque el problema no ha desaparecido, se han establecido algunos acuerdos internacionales, empezando por supervisar las más de cinco mil fábricas de Bangladesh.
Uno de los principales órganos que presiona y hace ruido para que la Comunidad Internacional intervenga es Campaña Ropa Limpia, una red internacional de ONGs, sindicatos y organizaciones de consumidores, presente en 14 países europeos que trabaja activamente para mejorar las condiciones laborales en la industria textil.
Después de la tragedia de Rana, CRL sacó a la luz la cruda realidad de los vestidos de Zara (y otros). Un vídeo en stop motion donde se reflejan claramente las diferencias entre el primer y el tercer mundo. Las trabajadoras de Bangladesh cobran un máximo de 38 euros al mes. Número que representa también una talla por la que todas luchamos. Dos formas de esclavitud para dos mundos opuestos –siempre salvando las distancias-.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=_Z749ReErEM[/youtube]
Tras la tragedia del Rana, se han organizado alianzas en Europa y Estados Unidos creando un marco para supervisar la seguridad de los talleres o fábricas que están operativos en Bangladesh. El derrumbe, que acabó con la vida de 1.129 personas, ha marcado un antes y un después en la forma de operar de las multinacionales. Las fábricas textiles en el país suman 5.400, de las cuales ya se han inspeccionado 700. Una gran parte de estas industrias incumple las normativas básicas en seguridad e higiene. Si bien hay que admitir que un buen número de empresas europeas y estadounidenses tienen sus propias fábricas, en las condiciones que determinan las normativas internacionales. Otro caso es el de las firmas foráneas que contratan directamente los servicios de talleres o industrias ya establecidos. En este tipo de colaboración se encuentran tanto fábricas en condiciones favorables como deficientes. Sin embargo, el peor escalón en el modus operandi es el de aquellas multinacionales que subcontratan a través de terceros. Leer más...
Conclusiones del estudio “Salarios Dignos” de la Campaña Ropa Limpia y Asia Floor Wage Alliance
Aunque el problema no ha desaparecido, se han establecido algunos acuerdos internacionales, empezando por supervisar las más de cinco mil fábricas de Bangladesh.
Uno de los principales órganos que presiona y hace ruido para que la Comunidad Internacional intervenga es Campaña Ropa Limpia, una red internacional de ONGs, sindicatos y organizaciones de consumidores, presente en 14 países europeos que trabaja activamente para mejorar las condiciones laborales en la industria textil.
Después de la tragedia de Rana, CRL sacó a la luz la cruda realidad de los vestidos de Zara (y otros). Un vídeo en stop motion donde se reflejan claramente las diferencias entre el primer y el tercer mundo. Las trabajadoras de Bangladesh cobran un máximo de 38 euros al mes. Número que representa también una talla por la que todas luchamos. Dos formas de esclavitud para dos mundos opuestos –siempre salvando las distancias-.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=_Z749ReErEM[/youtube]
Tras la tragedia del Rana, se han organizado alianzas en Europa y Estados Unidos creando un marco para supervisar la seguridad de los talleres o fábricas que están operativos en Bangladesh. El derrumbe, que acabó con la vida de 1.129 personas, ha marcado un antes y un después en la forma de operar de las multinacionales. Las fábricas textiles en el país suman 5.400, de las cuales ya se han inspeccionado 700. Una gran parte de estas industrias incumple las normativas básicas en seguridad e higiene. Si bien hay que admitir que un buen número de empresas europeas y estadounidenses tienen sus propias fábricas, en las condiciones que determinan las normativas internacionales. Otro caso es el de las firmas foráneas que contratan directamente los servicios de talleres o industrias ya establecidos. En este tipo de colaboración se encuentran tanto fábricas en condiciones favorables como deficientes. Sin embargo, el peor escalón en el modus operandi es el de aquellas multinacionales que subcontratan a través de terceros. Leer más...
