Calzado de seguridad antibacteriano: no es un lujo, sino una necesidad
Ramón Pajares*
Son muchas las infecciones que están presentes en los centros de elaboración o transformación de alimentos. Nos referiremos aquí a dos de las más comunes. También podremos el acento en la prevención, que es posible con protocolos higiénicos y, por supuesto, con el empleo de los EPI más avanzados.
La industria alimentaria debe cuidar por igual la salud de los trabajadores y la salubridad de los productos elaborados. Veamos algunos de los problemas higiénicos más frecuentes, susceptibles de poner en grave riesgo la salud de muchas personas.
Campylobacter, legionella…
La campilobacteriosis es una enfermedad bacteriana de transmisión alimentaria que el hombre padece principalmente por la manipulación y consumo de carne de pollo contaminada con diferentes especies de Campylobacter. No obstante, la infección también se puede contraer por contacto con animales portadores y a través de la exposición ambiental. El principal reservorio de Campylobacter son las aves, además del ganado bovino, ovino, porcino, roedores, perros y gatos, así como mamíferos y aves silvestres. Habitualmente, las bacterias habitan en el tracto intestinal de estos animales de sangre caliente, y en consecuencia se detectan con frecuencia en alimentos derivados de esos animales.
Campylobacter causa infecciones intestinales leves, pero pueden ser mortales en niños muy pequeños, personas de edad e individuos inmunodeprimidos. Son una de las principales causas de las enfermedades diarreicas de transmisión alimentaria del ser humano y las bacterias más comunes causantes de gastroenteritis en el mundo entero. En los países tanto desarrollados como en desarrollo provocan más casos de diarrea que la salmonella transmitida por los alimentos. Debido a su elevada incidencia, así como a su duración y posibles secuelas, la diarrea por Campylobacter tiene gran importancia desde una perspectiva socioeconómica.
Panter Biomaster es un innovador tratamiento antibacteriano permanente que no sólo inhibe el crecimiento de bacterias, sino que las elimina en un 99,99%
El último informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) sobre zoonosis, agentes zoonóticos y brotes de toxinfecciones alimentarias registrados en 2010, muestra que Campylobacter sigue siendo el patógeno de transmisión alimentaria responsable del mayor número de casos (212.064). En la Unión Europea (UE), la tasa de notificación pasó de 45,6 casos por 100.000 habitantes, en 2009, a 48,6 en 2010. Conviene resaltar que la tasa de notificación de casos confirmados de campilobacteriosis ha mostrado una tendencia creciente en los últimos nueve años (2006-2014), especialmente desde 2008.
·Legionelosis
Es una enfermedad bacteriana, causada por la legionella, que puede producir neumonía. Es un microorganismo muy ubicuo que vive en el ambiente y está presente en todos los hábitats acuáticos: aguas superficiales de lagos, ríos, estanques, e incluso aguas termales, etc. Desde estos reservorios naturales, la bacteria pasa a colonizar los sistemas de abastecimiento de las ciudades y, a través de la red de distribución de agua, se incorpora a los sistemas de agua sanitaria, ya sea fría o caliente, y a otros que puedan generar aerosoles, tales como duchas, condensadores evaporativos, torres de refrigeración y las piscinas o bañeras de hidromasaje (spas y jacuzzis). La enfermedad puede provocar problemas graves e incluso la muerte en personas que ya sufren patologías o tienen su sistema inmune deprimido. España, junto a Italia y Francia, son los países con más casos registrados de toda Europa, según datos del ECDC.
Patógenos en ambientes laborales
En los últimos años han proliferado infecciones e intoxicaciones por la reproducción de bacterias en ambientes laborales que han afectado tanto a la salud de los trabajadores como de los clientes y, consecuentemente, a la actividad y reputación de las empresas. Casos como la Legionella, E. Coli, MRSA, Listeria, Salmonella, etc., han provocado miles de intoxicaciones, infinidad de hospitalizaciones y un elevadísimo coste por gastos médicos y pérdida de horas de trabajo.
La crisis económica ha provocado recortes del presupuesto de investigación así como de la inversión destinada a salud y protección por parte de las instituciones públicas. Sin embargo, la sociedad no puede bajar la guardia ante los riesgos higiénicos, y está siendo la iniciativa del sector privado la que hace frente a la situación, con mandato evidente: poner freno a la expansión de patógenos, la contaminación cruzada y la afectación de la salud que podría llegar a amplias capas sociales.
Primer calzado laboral netamente anti-bacteriano
Como se recoge en el titular de entrada, el calzado antibacteriano no puede tener la consideración de ‘lujo’, pues todo lo que promueve la salud de la población es una necesidad.
Por este motivo, Panter ha presentado el primer calzado laboral antibacteriano al 99,99%. El nuevo desarrollo forma parte de nuestra decidida y constante apuesta por el I+D+i, que se traduce, en este caso, en el lanzamiento al mercado de la primera línea de calzado de seguridad con protección antibacteriana total. Se trata de un avance mundial en tecnología para el calzado laboral, orientado a sectores con un alto riesgo de intoxicaciones, como el sector de alimentación y el sanitario.
Con la voluntad de ser una de las primeras empresas españolas implicadas en aplicar una solución innovadora en el ámbito bacteriano de los EPIs, hemos desarrollado Panter Biomaster, un tratamiento antibacteriano que no sólo inhibe el crecimiento de bacterias, sino que las elimina en un 99,99%. Dicha innovación ya ha sido incorporada a varios modelos de nuestra amplia gama de calzado laboral destinado al sector HORECA (hostelería, restauración y catering), alimentario y sanitario.
Panter Biomaster cuenta con un principio activo permanente. Debido a su naturaleza inorgánica, se mantiene en el calzado durante toda su vida útil, sin migrar ni desaparecer con los lavados a diferencia de otras tecnologías antimicrobianas orgánicas. Está certificado bajo la normativa ISO22196:2011 de productos con protección anti-microbiana y ha sido testado por el Industrial Microbiological Service LTD (IMSL), el único laboratorio europeo acreditado en esta materia.
Este tratamiento, que tiene la capacidad de prevenir la proliferación de gérmenes, erradicándolos íntegramente, es totalmente efectivo con más de 50 especies diferentes de bacterias, entre ellas la Campylobacter y la Legionella, microorganismos que causan el mayor número de enfermedades de transmisión alimentaria en Europa. No conviene perder de vista los informes de la FAO (Food and Agriculture Organization – Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), que advierten de que las enfermedades de transmisión alimentaria provocadas por comida contaminada constituyen el mayor peligro actual para la salud en todo el mundo.
*Ramón Pajares. Consejero Delegado de Industrial Zapatera, S. A.